Enseñarle a decir “El Salvador” a los sudafricanos en el barrio de Soweto es más o menos parecido a que en Soyapango o en San Benito pronuncien correctamente nombres como Nthidiseng, Nthabueng o Mpoh, por mencionar algunos de los que llevan los voluntarios y los empleados de la sala de prensa de Johannesburgo.
Defienden a ultranza su lenguaje zulú, uno de los 11 idiomas oficiales que tiene este país, y prácticamente no hablan inglés o lo hacen con un sentido local muy marcado. Buscaron por todos los medios enseñar algo de zulú en menos de cinco minutos pero les resultó casi imposible poder entenderlo mínimamente. Como a ellos, nuestro el español...
De allí que las pronunciaciones deriven en frases inentendibles. “E.. Salvatu” se anima uno mientras los otros ríen a carcajadas ante la corrección de este enviado. Insistirá varias veces pero no habrá caso, no podrá pronunciarlo correctamente. Lo promete practicar para los próximos días. Y hasta apuesta un café.
Tienen ganas de platicar, de contar sus historias, de conocer nuevas culturas. El idioma universal de la sonrisa se impone. Y también el de los gestos. En el saludo final, alguien leyó el nombre en la credencial y despide con un : ..”Bye, Tutavo”. ¿Se escribirá así en zulú?
17 may 2010
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