Es sabido que en cualquier momento pueden pasar cosas insólitas en un país como Sudáfrica, tan distinto a los latinoamericanos. Pero esta se lleva una mención especial. Resulta que a pesar de promocionarse como la cadena del mundial y tener 24 horas abierto sus locales, las famosas hamburguesas de la M no aclararon que se trataba del servicio de comida en los carros después de las 11 pm.
Por eso, a la vuelta del centro de prensa y tras el extenso viaje rumbo al hotel, la única alternativa de alimentarse pasada la medianoche es la M. ¿El resto? Todo cerrado.
La sorpresa asoma cuando el cartelito de la puerta indica “closed” (cerrado). Pero se ve a dos muchachos comiendo en una mesa externa. ¿Y ellos?. “Está cerrado, si quieren comer deben hacer la fila”, explican los empleados.
La fila consta de unos 10 carros que avisoran la ventanilla del automac como única alternativa para engañar al estómago. No queda más remedio. La cola se hará pero no sentado y tomando el timón, sino a pie. Sí, caminando. Desde el carro de adelante y la pick up de atrás miran asombrados. No hay bocina para pitarles. Y la señorita de la caja nos mira con desconfianza. No es tan raro, se trata simplemente de dos periodistas con hambre.
10 jun 2010
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