Sonrisas, celebraciones y con la mejor vibra. Así se despide la
Selecta playera del país. Hoy bien temprano embarcan su ilusión rumbo a
Tahití para participar de la copa del mundo en Papeete, lugar de
encantos y residencia de la gloria para una selección de fútbol playa,
la que alcance el título de campeón del mundo.
Allá van, por el sueño mundialista, los doce elegidos por Rudis Gallo
para esta nueva aventura. Los históricos que van por su cuarto mundial
Tin Ruiz, Wilber Zavala, Elías Ramírez, Roberto Membreño, Walter Torres,
el portero Eliodoro Portillo y Tomás Hernández (quien en realidad viajó
ayer junto al profe Rudis Gallo vía Panamá-Chile). Ellos son la columna
vertebral del grupo.
Por su tercera Copa del Mundo va el crack de Barra de Santiago, Frank
Velásquez. Elmer Robles jugará su segundo Mundial. Y también van los
nuevos, los debutantes en este torneo tan exigente y jerarquizado:
debutarán en un a Copa el portero Herbert Ramos, Rubén Batres y la nueva
cara azul, Abraham Henríquez, en lo que será su presentación absoluta a
nivel internacional.
La última semana en el país fue intensa, muy intensa para los
jugadores. A los exigentes entrenamientos en Costa de Sol, se les
agregaron una actividad social importante, con visitas a los distintos
patrocinadores y centros comerciales. Hubo reconocimientos y contacto
con los aficionados en distintos lugares. Y quedó claro algo: el cariño
del hincha es incondicional; el apoyo es motivador (ver nota en página
4).
Muchos de los aficionados ven en esta Azul playera una especie de
reivindicación en cuanto a fútbol se refiere: "Estos son los verdaderos
embajadores de nuestro país, no los otros", dice un hombre canoso de 60
años, haciendo alusión, sin nombrarlos, a los integrantes (o ex
integrantes) de la Selecta mayor. Otro pide fotos con su niño de un año.
Pasado, presente y futuro de la afición están con estos muchachos.
Fotos, autógrafos, aplausos y abrazos. Todos sirve para despedir al
"Equipo de la gente". Lo vivieron en carne propia en cada uno de los
lugares donde les tocó compartir con los hinchas.
"Lo emocional será una de las grandes clave para tener un buen
rendimiento en el Mundial" dijo el técnico Rudis Gallo, el hombre que
supo conducir como nadie a este grupo y que va por su cuarto mundial. El
también busca escribir su propia historia y no se achica: sube la
apuesta de Ravena y apunta a quedar otra vez entre los mejores cuatro.
"No podemos aspirar a menos que llegar a las semifinales", repitió en
las últimas entrevistas "Papá Gallo".
La llegada de Nelson, el segundo hijo de Walter Torres, le dio un
condimento humano extraordinario a una semana cargada de tensiones. Fue
el jueves por la noche y el jugador histórico de la Selecta recién lo
pudo conocer el viernes por la tarde, cuando en la apretada agenda del
equipo le dieron su merecido espacio para poder chinear al nuevo bebé de
la familia.
"Este equipo es una familia", dice Frank Velásquez y esa frase, tan
repetida en el ambiente futbolero, adquiere esta vez un respaldo de
absoluta honestidad.
El apoyo popular, que es inédito, fue en aumento a medida que pasaron
los días. Nadie se quiso quedar atrás. Sin embargo, los entrenos
también fueron creciendo en exigencia. Tanto que el Tin se perdió alguno
por un fuerte golpe en el tobillo. Y los compromisos también alteraron
los horarios de rutina de estas 9 semanas en el hotel Pacific Paradise,
el refugio y lugar de concentración del equipo. El matutino varias veces
de adelantó una hora y comenzó a las 6:00 am. para poder cumplir con
todos los requisitos establecidos.
En Tahití ya está instalada Argentina, primer rival de la Selecta y
que fue el invitado por la selección local para inaugurar el estadio
mundialista (perdió 6-4 ante los locales). Sin embargo, El Salvador será
de las primeras delegaciones en llegar. Lejos de imprevisiones de otras
ediciones mundialistas, la Azul playera tendrá esta vez una adaptación
de diez días en el lugar del evento para que nada quede librado al azar:
cambio horario (en Tahití hay 4 horas de diferencia con respecto al
país), alimentación, clima y reconocimiento del estadio. Todo sirve para
que nada falte en el esperado debut del jueves 19 de este mes cuando
den las 9.30 de la noche, hora salvadoreña.
Tahití espera por 12 guerreros que llegarán desde la lejana
Centroamérica. Con todo su talento, trabajo e humildad a cuestas. Y con
el único objetivo de seguir escribiendo una historia grande en este
deporte, que avanza cada día.
Será la historia de los Guerreros en su cuarta copa del mundo y todos esperamos, el final feliz.
9 sept 2013
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