Video: las pelotas de Sudáfrica

En Sudáfrica, con los balones oficiales del Mundial.
26 jun 2010

Video: los premios del Mundial

La bota y el balón de oro, en este video. También, las camisetas oficiales

La Chelona, el comentarista

Jaime "La Chelona" Rodríguez, presidente del INDES, estuvo de comentarista para la cadena Fútbol de Primera, de EE.UU., en el partido España-Chile. Aquí, la prueba.

Video: hincha español y su relato para El Salvador

Antes de España-Chile, un aficionado adelanta el gol de Iniesta para El Salvador. Para verlo, clickear en el título.

Video: la hinchada de Chile

Mirá como alientan los chilenos a su Selección.

Mandela Square, un crisol de razas

Ir a recorrer o a comer a la zona conocida como Mandela Square, en el centro de Johannesburgo, se transforma en una verdadera travesía hacia una torre de Babel gastronómica. Allí, se encuentran los hinchas del mundo; allí la globalización eleva a su máxima expresión.


Se ve una mesa repleta de eslovacos, son como 20 y quisieron festejar allí la gran sorpresa del Mundial. Hablan a los gritos. A lado, y bien calladitos, una pareja de italianos, todos de azul, trata de pasar desapercibida. Pocas veces se ha visto a dos habitantes de la península tan silenciosos.

Con sus camaritas, los japoneses, agrandados por su clasificación, filman cada detalle de la estatua de Mandela, quien parece ver a todos desde arriba y disfrutar con ese crisol de razas a sus pies. Se cruzan hinchas argentinos y mexicanos, pero en paz: prometen ganarse mutuamente. Y un grupo de brasileños, todos de amarillo, le pone ritmo de batucada al lugar. Se ven también coreanos, ghaneses y chicas portuguesas que despiertan suspiros. Todos y todas, religiosamente, con sus camisetas. Y los griegos afirman que dan su último vistazo. Eliminados, ya están preparando sus maletas sin amargura. Se los ve sonrientes. ¿La procesión irá por dentro?

Un abanico de colores se pasea a diario por el lugar. Y, hasta ahora, no ha habido problemas, aunque sí algunos ebrios demorados enseguida por la seguridad del lugar.

Si no existieran los Mundiales habría que inventarlos sólo por esos momentos donde el mundo queda reducido a 100 metros cuadrados. Fantástico.

Todo rojo


El estadio Loftus Versfeld de Pretoria es un hermoso escenario pintado absolutamente de rojo. Claro, no podía ser de otra manera si juegan las dos rojas del Mundial, aunque esta vez España aparezca vestida de azul para evitar confusiones en el campo de juego.


“Olé, olé olé, Chile, Chile”, se escucha de un lado; “¡Que viva España!”, se responde del otro. El rojo de las banderas se combina, según el costado que se mire con el blanco o con el amarillo. Y los cantitos de los chilenos son copias casi exactas de los que se cantan en los estadios argentinos. Los españoles apuntan más al bombo de Manolo y celebran el ingreso de Fabregas casi tanto como los goles de Villa e Iniesta.

Los dos gritan por la Roja. Los dos festejan en octavos. Un partido que empezó caliente terminó amigable. Y por eso, las hinchadas en el final también se unen y corean en forma unánime: ¡“Clasificados”!


España: deber cumplido

Es extraño, dos equipos con marcado tilde ofensivo se despidieron de la primera ronda sin intentar lastimarse en los últimos 20 minutos. Claro, los dos consiguieron su objetivo: están en los octavos de final. Pero esos últimos tramos de jugar a no jugar, de no atacar ni en los amagues, tienen una explicación: España ganaba y con el triunfo quedaba primero de grupo. Chile perdía pero estaba con diez jugadores y se clasificaba. Si le hacían otro gol corría peligro de quedar afuera, según el resultado de Suiza. Por eso llegó esa “reacción instintiva”, como la definió el propio Bielsa el final del partido, dejó un sabor agridulce. ¿Qué dirán los suizos?


Antes sí jugaron. Y lo hicieron intensamente. Fue bien duro el partido de 70 minutos. Iniesta volvió al equipo y España volvió al fútbol que más le gusta: el del toque, el de la posesión del balón, el del juego al ras de piso. El Niño Torres avisó que salían con todo a los 3 minutos, con un cabezazo desviado. Pero Chile fue el que hilvanó la primera gran jugada colectiva, desperdiciada por Mark González.

Paulatinamente, el juego le dio paso a los roces. Y el partido se puso caliente. Marco Antonio Rodríguez se cansó de sacarle amarillas a los jugadores chilenos. Y la tribuna bramaba con cada tarjeta. Cuando Chile jugaba mejor, llegó el primer gol… de España. El portero Bravo salió demasiado lejos a cortar un avance de Torres pero en el rechazo, la pelota le cayó justo al menos esperado: David Villa. El flamante jugador del Barcelona agarró el rebote y de primera le pegó desde 35 metros. Golazo con premio extra: Villa pasó a encabezar la tabla de anotadores del Mundial (3) y se convirtió en el máximo goleador español en copas del mundo (6).

Tras un acercamiento en el que Beausejour estuvo a punto de empatar, llegó una jugada en la que se le vino todo abajo a Chile y terminó definiendo el duelo. Una fantástica triangulación entre Iniesta, Torres y Villa, que terminó magistralmente el volante del Barcelona puso el excesivo 2-0. Y encima, Estrada vio la roja por voltear a Torres en esa misma jugada. Todo se dio vuelta para los chilenos.



Gol y pacto de no agresión



Salió con todo Chile en la segunda parte dispuesto a descontar. Es que un gol de Suiza a Honduras lo dejaba afuera del Mundial en ese momento. Y su orgullo, con la fuerza de Medel y los regates de Sánchez, lo llevó a dominar a España con diez hombres. Así llegó el merecido descuento del recién ingresado Millar, con la involuntaria ayuda en Piqué, en quien rebotó el balón y descolocó a Casillas. El estadio se venía abajo. Y los gritos chilenos parecían más fuertes que las vuvuzelas en el Loftus Stadium.

Fábregas entró por Torres, en una clara señal de que Del Bosque necesitaba tener la pelota y controlar la marea roja sudamericana. Lo logró. España puso la pelota contra el piso, Xavi, Iniesta y Fábregas juntos es demasiado en un equipo. Y así volvió a dominar territorial y psicológicamente el juego.

Pero a medida que pasaban los minutos crecía también la intrascendencia. Mucho tenía que ver el resultado que llegaba de Suiza-Honduras (0-0). Y así, en los últimos 20’, españoles y chilenos firmaron un pacto tácito de no agresión. España tocaba el balón de forma lateral y Chile esperaba sin presionar. Una y otra vez. Fue válido pero tuvo poco de fair play. Cualquier público en cualquier estadio del mundo silbaría y abuchearía. Y hasta pediría el dinero de la entrada. Pero aquí, en Pretoria, los hinchas españoles y chilenos seguían cantando y festejando. Claro, ese resultado les daba el pase a los dos, aunque ahora a Chile lo espere Brasil…

Thamsanga se puso triste

La demanda de habitaciones en Johannesburgo por el Mundial fue terrible. No hay una sola habitación disponible y esto amenaza con intensificarse a medida que lleguen las definiciones en el Mundial


Junto a Edgardo, colega argentino y compañero de ruta en Sudáfrica, no hubo otra alternativa que ir rotando de lugar de hospedaje cada semana para no alejarnos de la ciudad ni del centro mundialista.

El cambio es complicado por varias razones: armado y desarmado de maletas, traslados, esperas interminables lobbys y alguna que otra discusión por las reservas. Sin embargo, surgió algo nuevo e inesperado ante cada mudanza: la despedida con los empleados del lugar. Es que su buena vibra traspasa lo imaginable.

Eso le pasó a Thamsanga, compañero inevitable de trabajo en la recepción, sobre todo en las madrugadas. Se acostumbró al café y a algunas palabras en español, tan lejanas como extrañas de su zulú natal. Ya sabe de “pupusas” y conoce Centroamerica. No quiere que nos vayamos. Thamsanga se pone melancólico. Y pide fotos, números telefónicos y direcciones. Hace muecas de disgusto. Pero la ruta dice que hoy toca mudanza. Volveremos, Thamsanga, volveremos.
25 jun 2010

Vídeo: hinchas italianas... de Sudáfrica

Italia: la belleza estuvo afuera

Dentro del campo, lo de Italia fue feo. Afuera, fue lindo. La Selección de los guapos, como llaman a los azzurros en Johannesburgo, es la preferida por la platea femenina. Por eso ayer, las tribunas del Ellis Park se inundaron de chicas y la belleza estuvo del lado de afuera.

Se sabe que Italia es pionera en el mundo de la moda. Y sus pasarelas están entre las más codiciadas del mundo. En las tribunas, algo de eso hubo. Seguro que más de una de estas hinchas, hasta podría trabajar de modelo.

También las aficionadas de los Bafana Bafana se volcaron por Italia. Un recorrido previo por los alrededores del Ellis Park certificó que la mayoría de las mujeres con camiseta azzurra era de este país, de la tierra de Nelson Mandela “¿Y por qué le van a Italia?”, fue la pregunta reiterada. “Porque son bellos” fue la unánime respuesta. Ya sin los Bafana ni los italianos en el Mundial, ¿por quién hincharán en octavos?

Ayer, el sol acompañó gran parte del partido. Una buena noticia por partida doble: el frío se tomó un pequeño descanso, al fin, en Sudáfrica. Y el clima terminó destacando aún más esa belleza azzurra que le faltó al equipo de Lippi.


Video: el psicólogo de los árbitros FIFA habla de Joel Aguilar

Mirá el video del psicólogo de la FIFA Paco Falcó, elogiando a Joel Aguilar Chicas, el árbitro salvadoreño que está en Sudáfrica. Hay que clickear en el título.

El campeón de la vergüenza

Cuatro años antes, levantaba la copa con las manos y tocaba el cielo con el corazón en Berlín. Hoy se va mirando para abajo con los ojos vidriosos del estadio enclavado en el centro de Johhanesburgo. Es Fabio Cannavaro, capitán y ¿alma? de esta Italia. Lo del interrogante surge porque pareció un campeón sin justamente eso…alma. A pesar de la sensación dejada en los últimos minutos, los azzurros estuvieron lejos de ser un equipo serio y con amor propio. En tanto, el Mundial se sigue sacudiendo. En octavos no estarán el local, el subcampeón Francia, y tampoco el campeón del mundo. Vergogna: terminó último en el grupo que compartió con Paraguay, Eslovaquia y ¡Nueva Zelanda!


Eslovaquia jugó el partido de su vida. Ese que soñó desde que logró su clasificación y se sortearon los grupos en diciembre. En su primer mundial le ganó al campeón y está en octavos de final. Por si fuera poco, tiene a uno de los goleadores del Mundial: un tal Vittek, que juega en el ignoto Ankaragucu de Turquía y ayer hizo dos goles para alcanzar al Pipita Higuaín en lo más alto de la clasificación con 3 tantos. En Bratislava todavía se preguntan si es cierto…

¿Habrá sido el mejor partido del mundial? Es probable por lo intenso, pero por lo futbolístico, seguro que no. Lo que es una certeza es que fue el más dramático, el más apasionante. Porque lo tuvo dos veces para la goleada Eslovaquia, porque lo tuvo dos veces para el empate Italia. Porque los últimos minutos fueron de locura…



Catenaccio… al ataque



Este campeón demostró poco amor propio y nada de fútbol. Al catenaccio le cuesta cuando tiene que salir a buscar los partidos. Y ayer debió atacar desde el primer minuto porque el empate lo podía dejar afuera. Sin embargo, fue Eslovaquia la que dominó en la primera parte del partido. Y los italianos volvieron a ser erráticos, sin acertar en casi nada, y llegando muy poco al área rival. Como en sus partidos anteriores.

Vittek, el goleador eslovaco, definió en el minuto 25 el merecido primer gol de su equipo después de una fenomenal jugada de Kucka. La hizo completita el volante del Sparta Praga. Se la robó a De Rossi y asitió al delantero con un pase fenomenal.

Después Marchetti, el reemplazante de Buffon, se lució en dos ocasiones. Eslovaquia parecía un equipazo pero por “culpa” e Italia, que no encontró ni el juego ni la marca de los blancos. Strba sacó un remate desde más de 30 metros que volvió a revolcar a Marchetti. Ya merecían el segundo.

¿Y los azurros? Seguían perdidos en la intrascendencia y sus volantes no podían dar dos pases seguidos. Gattuso, por ejemplo, se dedicó a hacer lo que mejor sabe: pegar y discutir. Montolivo nunca fue salida. De Rossi y Pepe deambularon enredados entre camisetas eslovacas. Y arriba, Iaquinta y Di Natale casi no entraron en juego.

Para la segunda mitad, Lippi estuvo obligado a ser audaz, algo que no es precisamente su fuerte. Hizo ingresar a Quagliarella y Pirlo en busca del empate. Pero no hubo caso: el viejo fuego de los campeones del mundo se siguió extinguiendo. Y el campeón del mundo pareció haberse quedado en Alemania.

Eslovaquia manejó el partido a su antojo. Entre Kucka, Stoch y Hamsik marcaron el ritmo en la mitad del campo y se dedicaron a cuidar bien la diferencia. La ola, en las tribunas, completaba visualmente el espectáculo del sonido de las vuvuzelas. Así, entre la intrascendencia italiana y la pasividad eslovaca parecía que se moría el partido. Pero faltaba lo mejor: los últimos 20 minutos.



Final de locura



Allí, en esos 20’ finales, pasó de todo: la pelota iba de un arco al otro y casi ni se jugaba en el medio. Primero salvó con la rodilla en la línea Skrtel un remate de Quagliarella. Y después marcó otra vez Vittek tras un certero centro de Hamsik: 2-0, a los 73’ ¿Definido? Parecía, pero… siete minutos después, al fin Italia enhebró una buena jugada y convirtió Di Natale. Enseguida le anularon el empate por fuera de juego a Iaquinta. Y ocho minutos más tarde ingresó Kopunek y su primera pelota fue a la red: 3-1, a los 89’. ¿Definido? Parecía, pero… dos minutos más y Quagliarella la picó por arriba del portero e hizo un golazo que sirvió para mantener la esperanza… Los minutos que siguieron fueron eternos pero…

Esta Italia no estuvo ni siquiera para milagros. En Alemania lloraron de alegría, en Sudáfrica lo hacen de impotencia. Adiós al campeón, de la peor manera, en un grupo que pintaba sencillo. En Roma ya hablan de vergüenza. Buscaron defenderse con la estirpe del campeón pero jugando así, no había pergaminos que pudieran soportar lo que se veía en el campo. Demasiado poco, Italia, demasiado poco.

Árbitros: entrenos al ritmo de las vuvuzelas

En la pacífica escuela Odendahl High School de las afueras de Pretoria, casi en el medio de un valle, todo es paz y silencio. Hasta que uno se va acercando al campo de entrenamiento del lugar. Allí, en dos canchas separadas por una tribuna, hay un sonido ensordecedor de vuvuzelas. Pero no se ve ni una sola. Ese ruido se dispara desde unos parlantes ubicados en los extremos del campo de juego ¿Para qué? Para que los árbitros se sientan como si estuvieran en medio de un partido.


Allí están los árbitros, en realidad, la gran mayoría de ellos. Es su lugar en Sudáfrica. Y mientras unos hacen ejercicios físicos, otros practican jugadas con jugadores de escuelas locales, que hacen de voluntarios en el entrenamiento.

Así, se realizan reconstrucciones de agarrones en el área durante los centros y jugadas muy finas de posición adelantada. Para esto, también los árbtiros usan el video. Se realizan tres jugadas que son filmadas y luego se revisan en un monitor para que el árbitro asistente vea si estaba bien ubicado. Y si acertó o no al cobrar el off side. La TV y sus repeticiones, eterna enemiga de los árbitros, ahora es usada como aliada. Bienvenida sea si sirve para que se vean menos errores.

Le llaman el equipo 33 del mundial, el único que no tiene hinchas. Pero ellos se entrenan como si fueran el número 1 y como si los aficionados los quisieran…

Video: William Torres en Sudáfrica

Si clickeas en el título podrás ver los videos del árbitro asistente salvadoreño William Torres en el Mundial y también como se entrenan los encargados de impartir justicia. Una rareza, lo hacen con sonidos de vuvuzelas de fondo


24 jun 2010

Entrevista con William Torres, árbitro asistente salvadoreño en el Mundial


Es el día de atención a la prensa de los árbitros mundialistas y uno se cruza con el suizo Massimo Busacca o el español Alberto Undiano, por citar algunos ejemplos. Pero la idea de llegar hasta el lujoso centro de entrenamiento de los que imparten justicia es buscar la palabra salvadoreña. Joel Aguilar Chicas y Juan Zumba no están porque fueron designados para (en la foto a la izquierda, junto con el mexicano Marco Antonio Rodríguez)  ser cuarto y quinto árbitro de Eslovaquia-Paraguay y no llegarán a tiempo. Pero sí aparece William Alexander Torres, el otro integrante de la terna salvadoreña, elegida entre las 30 y designada en Sudáfrica como suplente, con ganas de hablar de esta experiencia mundialista.




¿Cómo es vivir el mundial del lado del arbitraje?

Espectacular, agradecido con Dios, adquiriendo más experiencia y tratando de representar bien al país



¿Y la convivencia día a dia con el resto de los árbitros? ¿Cómo se llevan?

Generalmente nos llevamos con todo el grupo. FIFA tomó a bien hacer procesos desde hace dos o tres años y entonces ya nos conocemos todos. Tenemos gran afinidad con la gente de la UEFA, la CONMEBOL, la misma CONCACAF. Es muy bueno para el grupo llevarnos bien.



¿Es cierto que el argentino Baldassi es de los más amigos de los salvadoreños?

Si, Siempre hay personas especiales y él es una de ellas por su buen humor. Oscar Ruiz, de Colombia, también se lleva muy bien con nosotros.



Empezaste a dirigir en la canchas de la Zacamil…

Sí, a los 23 años comencé allí…



¿Y te imaginaste alguna vez ser parte protagonista de un Mundial?

Uno siempre tiene metas y realmente le soy honesto yo no pensaba llegar hasta donde estoy hoy, pero Dios sabe lo que le tiene preparado a uno como persona. Ya estando en el medio arbitral, escalando poco a poco, fue que comencé con estos nuevos sueños, estos nuevos retos. Y este sueño se está haciendo realidad.



¿Cuál es la rutina diaria que tienen que cumplir?

Cuando no tenemos designados partidos, los entrenamientos son por la mañana. Y en la tarde se realizan reuniones con los psicólogos y con la gente del área técnica. Es muy completo.



¿Cómo es el entrenamiento específico?

Todos los días de 9 a 11 de la mañana. Depende después de las designaciones. Están los días que le llaman menos 1, menos 2, de acuerdo a lo que falte para el partido. Y todo eso va relacionado con el tipo de entrenamiento que uno va recibiendo.



¿También se entrenan con cámaras de televisión?

Tenemos esa ventaja. Se hacen los ejercicios en vivo, por ejemplo de posiciones adelantadas con jugadores aficionados. Y luego repasamos el video para ver si acertamos o no. Es para ver si uno está bien posicionado y así se van corrigiendo pequeños detalles. Y se verifica si estamos en lo correcto.



Y no falta el sonidos de las vuvuzelas en los entrenos que se escucha por los parlantes… ¿Por qué se entrenan con ese ruido de ambiente?

Eso para que se genere el mismo ambiente que se vive en los estadios.



¿Les viene bien entrenar con tanto ruido?

Muy bien, eso lo motiva más a uno



Aunque el sonido pareció más fuerte que en el estadio…

No. En mi experiencia en los juegos que estuve como quinto árbitro y Joel de cuarto, se siente más todavía en el estadio.



Estuviste como quinto árbitro de Francia- Uruguay, Grecia-Nigeria e Inglaterra-Eslovenia, ¿qué sensaciones te quedaron?

Una muy bonita experiencia pero lastimosamente Nigeria se quedó en ese juego. Ya nos designaron también para Inglaterra-Eslovenia.



Hubo grandes estrellas del fútbol mundial en esos partidos…

La experiencia fue muy agradable. Además de ser grandes estrellas del fútbol, famosos, son excelentes personas. Cuando fuimos a los camerinos a identificarlos, todos fueron muy respetuosos y atentos a las recomendaciones. Henry se mostró muy respetuoso, Anelka también…



Anelka fue amable con ustedes pero no con Domenech (risas)…

……..

(Torres no contesta. Los árbitros no pueden referirse a cuestiones puntuales de los equipos y se respeta)



¿Les generan expectativa las designaciones?

Nosotros estamos agradecidos de estar acá y estamos listos para cualquier eventualidad. Cuando los jefes decidan designarnos, nosotros estamos listos y atentos para estar a la orden.



¿Hay ansiedad antes de que lleguen los partidos que les tocarán como cuarto y quinto árbitro?

No, porque desde el momento que dieron la lista de los árbitros para el Mundial ya es una fiesta para nosotros. Es una satisfacción muy grande estar acá.



¿Cuál es la función del quinto árbitro?

A la expectativa de todo para poder ayudar a los compañeros cuando ellos lo requieran



El cuarto árbitro tiene tareas más visibles: controlar a los técnicos, el tiempo adicionado, revisar a quienes ingresan, pero el quinto no se ve…

Especialmente la función del quinto es que debemos estar pendiente si algún colega se lesiona. Y uno debe está listo para cubrir la plaza del asistente. Y si se lesiona el árbitro principal, Joel lo reemplazaría…



No se ha lesionado ninguno…

No, gracias a Dios.



¿Cómo los está tratando Sudáfrica?

Hasta ahorita todo es espectacular. Nos están atendiendo de maravilla



¿Y extraña El Salvador?

Por supuesto. Sobre todo a mi esposa y mis hijas: Sharon, Sandra Melissa y Zharon Alexandra. Hágame un favor, mándele un saludo grande por este medio.



Cumplimos.

Colores unidos de Ghana

Curioso recorrido de colores de Ghana: le dicen las estrellas negras, juegan todo de blanco y su hinchada está íntegramente vestida de amarillo. Será por eso también que son de las hinchadas con mayor tonalidad y colorido que se han visto en el Mundial. Son menos que los alemanes, pero desbordan vivacidad y simpatía en las plateas del gigante de Johannesburgo.


Del otro lado, la cerveza es la principal invitada en la fiesta de los alemanes. Ellos tuvieron su Mundial, el del 2006, y les gustó tanto que decidieron inundar Johannesburgo. Desde la mañana, la ciudad estaba repleta de rubios, rubias y colorados, con la bandera negra, roja y amarilla. Durante el partido, no pararon de cantar. Cantos inentendibles para quien no habla alemán, pero seguramente reconfortante para los jugadores. Eso es lo que indica el sentido común.

Festejan el triunfo con más cervezas y son coloridos, pero en eso perdieron. A los ghaneses no hay con que darle. Por eso, el Soccer City se tinó anoche de los colores del fútbol, los colores de Ghana.


Los Bafana se fueron, las vuvuzelas continúan

Si alguien pensaba que el Mundial iba a perder entusiasmo en Sudáfrica por la eliminación de los queridos Bafana Bafana en su tierra, estaba equivocado. Acá las vuvuzelas suenan tanto como hace unos días cuando la locura mundialista tenía las ilusiones del local.


En la fiesta máxima del fútbol, que el local se quede afuera, puede significar una pérdida de entusiasmo preocupante. La FIFA encendió sus alarmas. Pero no es el caso de este Mundial. El país amaneció con tristeza por la eliminación pero con la sonrisa intacta. Nunca antes había pasado en la historia que el equipo anfitrión se despida en la primera ronda. Pero ellos, los hinchas bafana, tienen claro que la fiesta recién terminará el 11 de julio.

Por eso ayer, en los cuatro partidos que hubo, los sudafricanos llegaron como siempre: abrigados, con ganas de bailar y divertirse. Y por supuesto, con sus vuvuzelas al hombro.

Los Bafana se fueron, el Mundial de las vuvuzelas continúa…

Un gol y dos festejos

Alemania derrotó a Ghana 1-0 y ambos pasaron a octavos. Los germanos e Inglaterra protagonizarán el gran choque de octavos.

Todo el dramatismo del mundial en un partido. Y toda la alegría, por partida doble. Festeja Alemania. Claro superó a la complicada Ghana y finalizó como primera de grupo cuando su clasificación pendía de un hilo. Festeja Ghana. Lógico, está en los octavos de final a pesar de la derrota. Y encima, evitó a Inglaterra en el próximo cruce. Lo que se dice, una derrota dulce. Por eso, en el Soccer City festejan todos.
África está con Ghana. Y no porque sea el país más querido o representativo del continente. No. Es porque el orgullo de esta parte del mundo en la Copa depende casi exclusivamente de ellos. Todos los demás están eliminados y sólo resta Costa de Marfil, también a punto de quedar afuera. Por eso, los sudafricanos alientan a las “Estrellas negras” como si fueran los mismísimos Bafana.
Salió decidida Alemania a buscar el gol. Debía ganar para asegurar su clasificación y no depender de otros. Cacau arriba (reemplazante del suspendido Klose), con Podolski y Oezil como acompañantes ofensivos. Ghana, un tanto cautelosa, se decidía a jugar de contra. Justamente, Cacau y Podolski fueron los encargados de las primeras llegadas alemanas que adelantó todas sus líneas buscando el desequilibrio. Pero la velocidad de Ayeh por izquierda y la peligrosidad de Gyan, arriba, hicieron preocupar más de una vez a los defensores germanos y a la multitud de alemanes que hubo en las tribunas.
Kingson, el portero ghanés, se convirtió en el verdadero el rey del arco al taparle un remate de gol sólo a Oezil, quien tuvo tiempo para pararla, acomodarse y apuntar. Pero ese mano a mano, lo ganó el “1” africano. En el segundo tiempo habría revancha… Antes del descanso, Lahm salvó en la línea un cabezazo a Gyan, la referencia por excelencia del ataque ghanés. El sufrimiento alemán iba en aumento.

Golazo para calmar los nervios

Los nervios alemanes empezaron a sentirse en el inicio del segundo tiempo. Los jugadores comenzaron a errar pases, a recriminarse entre sí, y desde la segunda bandeja del Soccer City, el lugar asignado a los periodistas, se escuchaban los gritos del técnico Loew, irreconocible y desencajado. Encima, a punto estuvieron de estar en desventaja. Los salvó Neuer. El portero le quitó el grito de gol en la cara a Asamoah, cuando el ghanés estaba sólo para definir a placer.
La calma llegó de la mano de Oezil. Mejor dicho de su pie derecho. El jugador más incisivo encontró justo la pelota en el borde del área y la empalmó con calidad. Kingson sólo miró como entraba la pelota. Justo premio al mejor del partido.
El partido ganó en intensidad en esos momentos y Tagoe se perdió un cabezazo increíble en el otro arco ¿Será porque juega en el Hoffenheim alemán? Seguro que no, pero desaprovechó una inmejorable ocasión tras una desconcentración que le pudo haber costado muy caro a Alemania.
La tensión pasaba también por el otro partido y la victoria parcial de Australia le daba cierto aire a los ghaneses, que nunca se desesperaron por empatar. Eso sí, quedó una certeza: cuando se decide a tocar y a ir para adelante, qué bien juega Ghana. Lástima que ayer lo intentó poco.
Ganó Alemania. Ganó Ghana. El candidato de siempre y el orgullo africano se fueron con sonrisas en la fría noche del Soccer City. Los octavos los esperan.

Video: una plática con Chilavert

El legendario portero paraguayo, José Luis Chilavert, conversó con nosotros y pronosticó "una final sudamericana"
23 jun 2010

Videos: conocé los cantitos argentinos

Si te gustan los cantitos de los hinchas argentinos, clickea en el título y mirá los videos de los aficionados gauchos en Sudáfrica. "Que de la mano de Maradona...", "está bailando la tarantela...", "Ole ole, ole ola, vamos Argentina, vamos a ganar" y todos las canciones albicelestes.

¡Paaleermo, Paaleermo…!


Hay fiesta en las tribunas repletas de argentinos. Hay celebraciones por todos lados en el estadio de la preciosa Polokwane. Hay locura. Por una vez, ni Messi ni Maradona son el epicentro de los gritos y los elogios argentinos. Por una noche mundialista, el dueño del argentino del partido es otro. El canto unánime de los aficionados da el veredicto final: ¡Paleermooo, Paleermooo!


Son 20 , 30 mil argentinos los que gritan sin parar por el 9 de . Era el invitado que faltaba para que la fiesta sea completa. En el campo, es un jugador querido y respetado por sus colegas. Afuera, es ídolo de todas las hinchadas, en especial de la de Boca. Claro, a los 37 años se convirtió en el máximo goleador de la historia de ese equipo. Sólo le faltaba el gol en el Mundial. Por eso, cuando Maradona se decide a hacerlo ingresar faltando diez minutos, el delantero símbolo del fútbol gaucho siente la ovación de la gente a sus espaldas.

Antes, los hinchas argentinos se entretuvieron con el tradicional cantito “el que no salta es un inglés” y también admirando a la platea femenina helénica. Las griegas no están entre las más lindas del Mundial, son las más lindas. Con las caras pintadas, con su alegría y su simpatía completan una escenografía perfecta.

Azul, celeste y blanco. El estadio es una fiesta de banderas griegas y argentinas. Así de bien la pasa el público hasta que Palermo, el Titán como le dicen en Argentina, manda la pelota a la red. Ahí se acaban todos los gritos previos, los saltos y las miradas a las féminas. Ahí todo pasa a ser “Paaleermo, Paaleermo…”

Que se vengan los mariachis

Argentina es un canto a la felicidad. Todo le salió perfecto en esta primera fase. Con el triunfo de ayer a la ultradefensiva Grecia, la albiceleste terminó primera, con puntaje ideal y sus jugadores llegan en óptimas condiciones a los octavos, el domingo ante México ¿Se puede pedir algo más? Si… el esperado gol de Messi que no llega y lo merece más que nadie. Ayer, el palo volvió a negarle su grito. ¿Y Grecia? Nada, un homenaje al mal fútbol.


La albiceleste de los siete cambios era una incógnita antes de salir al campo. Pero cualquier selección le envidiaría a esos titulares, habitualmente suplentes con la celeste y blanca: Kun Agüero, Milito, Maxi, Bolatti… Todos jugadores de buen pie y con enormes virtudes.

Lo único que sabe hacer Grecia es defender. Y no va a cambiar justamente en este partido cuando enfrente están nada menos que Messi y compañía. Por eso el juego es el esperado. Con Argentina manejando balón y territorio y los helénicos metidos atrás, sólo apostando al pelotazo al gigantón Samaras. Un pequeño detalle: Grecia con el empate tenía muchas chances de quedar eliminada. Ni se inmutó por eso.

Papastathopoulos, apellido difícil y juego rudo. En el reparto de papeles de ayer le tocó ser el malo de la película: encargado de seguir a Messi por todas partes y el más insultado por la hinchada argentina. Le respiró en la nuca a la Pulga todo el partido y, muchas veces, lo fastidió.

Las imprecisiones de Grecia contagiaron a la Argentina, que empezó a fallar en los pases. Y el partido entró en un bache profundo. Agüero estuvo lejos del nivel mostrado ante Corea, Verón no acertaba y a Milito le pelota le llegaba poco y nada. ¿Y Messi? Con algunos chispazos de su creatividad pero bien contenido por la defensa griega. Fue su partido menos relevante del Mundial pero cuando agarra la pelota marca la diferencia. Siempre.

Los avances de Argentina pocas veces crearon peligro. Y cuando lo hicieron respondió con acierto el portero Tzorvas. Así fue en un disparo de larga distancia de la Brujita Verón y en un desborde de Milito que casi termina en gol de Agüero. Después probaron Maxi y Messi, sin suerte. El primer tiempo se fue con 12 remates al arco de Argentina y … ¡ninguno de Grecia!. Así, es imposible ganar.

Sin embargo, el primer remate de los griegos es de Samaras que se va desviado pero demuestra la fragilidad de Demichelis en la última línea.

La defensa de Grecia se cerró todavía más y a Argentina se le hace imposible pasar la última línea. Pero cuando no aparece el equipo, aparece la hinchada. El tradicional “Vamos vamos Argentina…” se escucha más fuerte que nunca y los argentinos, mayoría entre las 40 mil personas que están en el estadio, vibran al ritmo de la tribuna.



Aciertos y goles



Otra vez Maradona hizo bien los cambios. El ingreso de Di María y Pastore le dieron mayor movilidad a un equipo que chocaba una y otra vez contra los muros griegos -Kyrgiakos, Vyntra, Papadopoulos-. Y ganó en frescura.

Así Argentina tuvo mayor profundidad y volvió a exigir a Tzorvas. El portero sacó un tiro libre de Messi y un remate a quemarropa de Bolatti. Parecía imbatiblea hasta que Demichelis, el que habían insultado, según el mismo dijo, 40 millones de argentinos tras su error ante Corea, toma su dulce venganza y revienta al arco griego.

El estadio Mokaba de Polokwane se viste de fiesta albiceleste. ¿Faltaba más? Sí, el palo que le negó otra vez el gol a Messi y el ingreso de Palermo, el ídolo eterno del fútbol argentino, con gol incluido.

Maradona se la jugó al traerlo a Sudáfrica y mucho más al ponerlo anoche al delantero de 37 años, goleador récord de Boca. Y Palermo le respondió a su manera, con el gol. Por eso, ahora sí, la fiesta es completa. Un 2-0 que se quedó corto pero que le sirvió a Argentina para terminar la primera fase de manera ideal. Se vienen los mariachis, el domingo, reeditando el duelo de octavos de Alemania 2006. Grecia, en tanto, siguió encerrado en su arco. Miserable fútbol. ¿Alguien les habrá avisado que se quedaban afuera del Mundial?

Polokwane, una ciudad de fiesta

Una ciudad tranquila y amigable. Así se podría sintetizar a Polokwane, la capital de la provincia de Limpopo, escenario del partido que anoche jugaron griegos y argentinos.
Aquí la tranquilidad y la serenidad equilibran un poco el ruido y la vorágine de una metrópoli como Johannesburgo, situada a 340 kilómetros de este lugar. El tránsito, lo único que no es amigable en Johannesburgo, aquí sí lo es. Entonces da gusto recorrerla antes del juego.
Uno se entera de que la ciudad cambió de nombre hace poco, unos ocho años. Antes tenía el nombre de uno de los colonos holandeses, que mejor ni recordar y refería a la peores épocas de este país.
También están latentes las desigualdades que gobiernan Sudáfrica y toda África. Enormes asentamientos le dan paso a lujosos barrios con carros últimos modelos en cuestión de pocas cuadras. La realidad incontrastable de un continente olvidado, nada extraño de ver para los periodistas latinoamericanos.
Pero ayer Polokwane tuvo colorido internacional. Claro, había otro partido mundialista en la ciudad y helénicos y gauchos se hicieron dueños de las calles por varias horas. Y la Fan Fest se preparaba para el “milagro Bafana”. Al final, hubo triunfo pero no clasificación. Los locales quedaron eliminados y las únicas alegrías gritadas en la gélida noche polokwanesa, terminaron siendo argentinas. Una duda nos asalta ¿seguirán sonando las vuvuzelas?

Mirá a los salvadoreños en el Mundial

Encontramos más hinchas salvadoreños, esta vez en el Ellis Park. Clickeá en el título y mirá el video.

Son Alfredo Avelar y Federico Ávila y las familias García Flamenco, Campos, Vásquez y Prado.
22 jun 2010

Un grito tswana

Por cuestiones de trabajo es imposible ver todos los partidos del Mundial. Solamente hay que enfocarse en uno por día, el que se irá a ver al estadio. Así, uno se va enterando de los demás resultados mientras realiza coberturas, se dirige a los campos de juego o se rebusca en las conferencias de prensas. O quizás, como pasó ayer, mientras viaja en taxi a recorrer Soweto, el barrio emblemático y, según dicen, el más peligroso de Johannesburgo. Vale la pena.


La radio de Clement, el conductor más amigo que taxista, está sintonizada en una emisora de idioma tswana, uno de los once lenguajes oficiales que existen en Sudáfrica. Por el ritmo de la narración, es un partido de fútbol, no hay dudas. En ese momento, están jugando Portugal y Corea del Norte. Uno apenas escuchará Simao y reconocerá cuando se menciona a Cristiano Ronaldo. De eso no hay dudas.

Los interrogantes llegan el narrador se empecina en relatar la palabra Ekorile. Varias veces resuena por los parlantes el grito Ekorile. Y se hace inconfundible. O es un jugador que no conocemos de Corea del Norte, o es el nombre de alguna empresa que auspicia la transmisión del partido, ¿quizá la estación de radio? Clement, quien jura que conoce el tswana, no ayuda.

Al llegar al estadio Ellis Park y comenzar la cobertura de España-Honduras, nos enteramos del resultado Portugal-Corea. Y, con ayuda de una voluntaria, también aprendemos el significado de Ekorile: es la manera tswana de gritar un gol.

Viejos conocidos

“Se siente, se siente, España está presente…”. El rojo domina el Ellis Park y no porque haya gente del Frente. Es porque está lleno de españoles. Y no paran de cantar ese grito tribunero. El color de la camiseta invade el estadio de Johannesburgo y casi no quedan rastros del frío de las noches anteriores. Gracias a Dios. Así se puede disfrutar mejor de la fiesta.


España es una furia también en las tribunas y los hondureños, minoría. Pero de esas minorías que se hacen sentir. ¿Quién dijo que la H era muda? Estos hinchas sí que se escuchan aunque después de un tiempo se queden afónicos de tanto gritar. Valió la pena.

Veintiocho años después de haberse enfrentado en un Mundial, España 82, vuelven a compartir tribunas catrachos y españoles. Y la buena vibra se siente. Antes, durante y después del partido, aficionados de uno y otro equipo parecen competir a ver quien se saca más fotos con la bandera del rival. Entre ambos, más algunos sudafricanos, completaron las 55 mil butacas del Ellis Park.

Xavi, Villa y Fernando Torres, en ese orden, son los favoritos de la banda roja y amarilla. Entró Cesc, también ovacionado, y se perdió el gol enseguida. ¿Es Fabregas? Su incipiente barba confunde a varios espectadores. Y después de ver su rostro en la pantalla gigante, lo confirman. Otros piden a Iniesta. Era el que faltaba para completar la fiesta.

De los catrachos, sobresalen los aplausos para Wilson Palacios y el reaparecido Suazo. Y de los dos bandos, hay banderas de equipos también: se ve una de Motagua y, del otro lado, varias del Málaga. Termina el partido y los dueños se van abrazados a comprarse una cerveza. La victoria española ya está consumada pero la noche recién empieza… ¡Y no hace frío!

Con apoyo cuscatleco

Jugaron España y Honduras pero los salvadoreños estuvieron presentes ayer en el estadio Ellis Park. Ellos son las familias García Flamenco, Campos y Vásquez de San Salvador y la familia Prado de San Miguel. Los acompañan Alfredo Avelar y Federico Ávila. Y dejan en claro su orgullo cuscatleco: despliegan una bandera gigante con el nombre del país y se unen en un grito de dos palabras: “¡El Salvador”

La Roja mecánica

Por esta vez, la Naranja mecánica, pasa a ser de color Roja. El apodo que se inventó para aquella Holanda del toque y el buen juego de 1974 por un día podría ser utilizado por España. Porque le costó un partido adaptarse al ritmo del Mundial y al frío de Johannesburgo, pero una vez que lo hizo, cuidado. La Roja candidata, la del fútbol a ras de piso, la de la posesión del balón, la del Xavi conductor y el Villa goleador, ya se anotó en esta Copa del mundo. Y jugando muy bien. El candidato ha vuelto
Honduras fue una sombra del equipo que jugó las eliminatorias. Pero claro, no era fácil el compromiso para los catrachos. Un masconcito: enfrente tenía a la Selección que todas las casas de apuestas dan como favorita. Y que, encima, venía herida del primer juego.
David Villa avisó a los 6 minutos que su partido sería un partidazo. Sacudió el travesaño desde 25 metros cuando al portero Noel Valladares sólo le quedaba rezar. España fue furia y fútbol desde el inicio. Había que ganar o ganar. Por eso salió tan decidido, casi enojado. Y las situaciones llegaron, una tras otra. Un cabezazo de Sergio Ramos y una entrada en diagonal de Villa casi inauguran el marcador. Tanto se entusiasmaron que hasta probaron desde mitad de cancha.
Del lado de la H, apenas su jugador de siempre: Wilson Palacios, el volante del Tottenham, fue su eje en cada avance. Pero careció de compañía. Arriba estaba David Suazo, en su debut mundialista, pero no alcanzó a entrar mucho en juego.

El Villa...no de Honduras

Las llegadas españolas fueron la antesala de la jugada del día: David Villa hizo una gol para que aplaudan todos los hinchas de su nuevo club, el Barcelona y los de su antiguo equipo, Valencia…. Y también los del Madrid. Los de toda España. Justamente es palabra retumbó tras el derechazo en los cuatro costados del Ellis Park: “¡España, España!” Las vuvuzelas, obviamente, acompañaron el grito. El primer gol español tardó más de lo imaginado en este Mundial… Pero por algo dicen que lo bueno se hace esperar. Villa hizo un gol de esos para recordar, después de desparramar a tres defensores y definir cruzado.
Acusó el golpe Honduras, sintió el impacto de ese gol y España le empezó a manejar la pelota a voluntad, justo lo que mejor hace.vVilla se convirtó en un demonio por la izquierda pero su acompañante en el ataque, Fernando Torres, no estuvo afiliado. Si hubiera sido así, estaríamos hablando de una goleada de 5 o 6 goles. Pero definitivamente, ayer no fue la noche del Niño.
Se arriesgó Rueda con el ingreso de Welcome para el segundo tiempo. Buscó la doble punta para acompañar al solitario David Suazo. Sin embargo, pocas veces pudo arrimar peligro hasta Casillas.
Y para colmo, a Honduras enseguida se vino el segundo: Villa definió una excelente jugada colectiva que armó Xavi por el centro, continúo Navas por derecha y definió el Guaje con ayuda de un rebote.
No paró ahí la roja mecánica: enseguidita Sergio Ramos se perdió el tercero . Y España se convirtió en una sinfonía de toques, pases y hasta taquitos. A esta fiesta se sumaron todos Navas, Xabi Alonso, Sergio Ramos, Busquets. Pero el dueño del mediocampo siempre fue Xavi. Y de sus pies nacieron las mejores jugadas.
Villa tuvo la posibilidad de alcanzar el tercero pero tiró afuera un penal. Después se lo perdería sólo ante Valladares. Le faltaba un gol para alcanzar a Higuaín en el liderato de los goleadores… Deberá tener paciencia.
¿Honduras? Poco y nada. No es excusa en un Mundial pero la realidad del fútbol catracho está muy lejos de estas estrellas que brillan en Barcelona, Madrid y los principales equipos de Europa. En el equipo titular de Honduras había tres jugadores del Motagua y dos del Olimpia. No es la intención menospreciar, pero las diferencias en el campo fueron evidentes. A dejarlo claro: la “H” luchó con dignidad pero estuvo lejos de intentar empatar el partido.
Así como sucedió con Brasil o como Portugal, a España le costó un juego meterse en el ritmo mundialista. Fue la derrota con Suiza. Pero ya se anota otra vez como candidato. Si juega como anoche, con cabe ninguna duda.

Video: colega de Univisión pide por El Salvador en el Mundial

Si clickeas en el título de esta nota, podrás ver como la periodista Lilia Luciano, de la cadena Univisión, quiere a la Selecta.
21 jun 2010

Monsieur Platini

El presidente de la UEFA habló con EDH de la actualidad del Mundial. Pero no quiso hacerlo de Francia. Su polémica cerrada con Maradona.
En Sandton, el Mundial se juega afuera de los estadios. En la zona más cara de Johannesburgo suelen juntarse dirigentes y ex estrellas, en un ir y venir frenético de caras conocidas y relacionadas al fútbol. Michel Platini, uno de los mejores jugadores de la historia de Francia y actual presidente de la UEFA, es uno de ellos. Pero parece escaparle a la vorágine de apuros y necesidades y acepta platicar con El Diario de Hoy por varios minutos.


La primera impresión de Platini cuando se le informa que la entrevista es para un diario de El Salvador, es de sorpresa. Y también muestra su sinceridad: “la verdad es que no conozco nada del fútbol de El Salvador, pero me gustaría comenzar a interiorizarme, me gusta conocer cosas nueva”, explica.

Por su alto cargo, Platini fue uno de los propulsores de esta Copa. El primer Mundial en suelo africano significa un reto muy grande para la FIFA. “Es muy interesante el mundial en Sudáfrica. Uno llega muy influenciado por lo que lee afuera, en la prensa extranjera, pero es bueno experimentarlo aquí mismo, en persona. Y hasta ahora todo va sucediendo muy bien”, asegura el francés que brilló como jugador en los mundiales del 78, 82 y 86.

Entre los candidatos a ganar el Mundial, obviamente no está su Francia tan vapuleada y de la que no quiso hablar, a pesar de la insistencia. Puso como ejemplos de buenos equipos a Alemania, Argentina y Brasil. De los germanos dijo: “A pesar de que no está Ballack, uno se da cuenta de que hay un equipo detrás. Jugó muy bien el primer partido ante Australia y luego se cayó un poco pero siempre es para tener en cuenta”. De los gauchos, indicó: “es un equipo temible, difícil de vencer… Y está Messi, que puede ganar él sólo los partidos”, pese a que remarcó no lo veía como “la candidata”. Y sí destacó a la canarinha: “Es un equipo que está sólido, que está bien armado. Viene de hacer grandes eliminatorias y viene de ganar todo lo que jugó (por la Copa América y la Copa Confederaciones). Me gusta como equipo de conjunto”.

Platini pidió no ser filmado pero no le escapó al tema del momento: una polémica suya con Maradona, cerrada por el pedido de disculpas del técnico argentino en una conferencia de prensa. Aparentemente, Platini había dicho irónicamente que Diego “como entrenador era un gran jugador”. Pero rechaza rotundamente esas supuestas palabras ante El Diario de Hoy. Lo niega en inglés y en italiano, para que no queden dudas y acompaña con ampulosos gestos. “Lo de Maradona fue un malentendido de los periodistas –dice-. A mí me preguntaron cómo lo veía como entrenador y dije que recién está empezando, que es la verdad. Pero después se confundió todo. Y la culpa fue del periodista. Me dio satisfacción escuchar sus disculpas, después de que le envié una carta explicándole que en ningún momento lo ofendí. La prensa lo tomó para donde quiso”, indicó a este medio, en declaraciones luego retomadas por agencias internacionales.

Lo de Maradona había sido también duro. Había dicho: "Platini no me sorprende porque siempre tuve una relación muy distante. Sabemos como son los franceses y Platini es francés, se cree más que todo el mundo. Nunca le di 'bola' y no pienso dársela nunca", indicó el Diego, personaje polémico si los hay.

La plática continúa con Platini pero “basta de Maradona”, pide….”Es un tema cerrado ya”, reafirma el francés.



-Maradona le pidió disculpas a usted pero no a Pelé…

-“Ahh… eso es un tema de ellos dos, que yo no tengo nada que ver. Ellos son amigos desde hace mucho tiempo (risas)…”

Esa carcajada del final, le deja paso a la seriedad con que se toma el mundial en continente africano. “Esta es un gran prueba para el fútbol mundial y veremos cómo se va desarrollando. Falta mucho para evaluar pero lo que estamos viendo hasta el momento va en el camino correcto”. Ahora sí, lo apuran algunos asesores. Y se despide con un cordial saludo. Pero no usa el inglés o el italiano, que utilizó en la plática. Lo hace con un “adieu” típicamente francés.



3 Frases

“Del fútbol de El Salvador no conozco nada, lamentablemente. Pero me interesa mucho aprender de lugares nuevos”



“El de Maradona con Pelé es un tema viejo. Yo ahí no me meto. Ellos son “amigos” hace mucho tiempor”



“Brasil es candidato. Lo demostró en anteriores competiciones donde ganó. Es un equipo muy bien armado”

Carnaval toda la vida...

Samba de Janeiro es una de las canciones que más sonaron en la última década en el mundo globalizado de la música. Anoche, bien pudo haber sido Samba de Soweto. El Soccer City, situado en ese emblemático barrio de Johannesburgo, se llenó de hinchas brasileños. Brasileños de Brasil y del resto del mundo. Porque a nadie sorprende que el equipo que hoy comanda el antipático Dunga, es el más simpático de todos. Y, por ende, querido por todas las hinchadas del mundo. Los sudafricanos no son la excepción. Y se deciden apoyar a Brasil antes que a, como ellos mismos le dicen, “sus hermanos africanos” de Costa de Marfil.


Con el transcurso de los minutos, y de los goles, la parcialidad canarinha ya eligió a su ídolo de la noche. Aplauden mucho a Kaká y Robinho, como siempre. Pero esta vez, la ovación se la lleva Luis Fabiano. El delantero recibe un atronador “Luiiis Fa-bia-nó; Luiiis Fa-bia-nó”. Es el canto principal que retumba en el Soccer City siempre y cuando lo permitan las vuvuzelas, que son las verdaderas dueñas de los ruidos en este Mundial.

Los goles del delantero sevillista se cotizan alto en las preferencias de los “torcedores”. Y se lleva el número 1 del ranking de aplausos. En cambio, el de los abucheos, esos gritos de reprobación que parecen tener a Drogba como destinatario principal desde el minuto 1, cambia de dueño sobre el final. Y el francés Stephane Lannoy, el pésimo árbitro del partido, se gana la bronca de todos los aficionados y lidera el ranking menos querido. Nadie lo puede creer cuando echan a Kaká. Menos mal que en las pantallas gigantes se prohíbe pasar las repeticiones de jugadas polémica, porque la bronca hubiera estallado al confirmar por la TV que el brasileño no había absolutamente nada y que su codo estaba bien lejos de la cara de Keita.

Con el pitazo final, vuelve la celebración. Los hinchas están ilusionados. Los brasileños de Brasil. Y el resto también. Estos hinchas locales vuelven a creer en un equipo, aunque no sean sus amados Bafana Bafana.

Cuidado Johannesburgo, los brasileños están de fiesta. Y cuando eso pasa, nadie sabe cuando termina…









Diario de viaje



TITULO: Seguridad reforzada



¿Habrá sido porque jugó Brasil y siempre mueve multitudes, también de periodistas? ¿Habrá sido la explosión que se escuchó a la mañana cerca del Soccer City?

Nadie sabe explicar bien por qué. Pero hay una certeza: la seguridad del partido de anoche entre Brasil y Costa de Marfil triplicó a la del resto de los partidos.

Ya en la entrada del gigantesco centro de prensa al lado del estadio, había policías por todos lados. Y varias entradas clausuradas. Habitualmente se mostraba una o dos veces las credenciales otorgadas por FIFA. Pero en esta ocasión, un mínimo de cinco policías veían la misma foto plastificada … En los ingresos al estadio, la seguridad también se había reforzado notablemente.

La explicación más sencilla no remite al efecto Brasil. Todo indica que fue por la fuerte explosión escuchada en los alrededores del Soccer City y que hizo temblar las estructuras de la carpa del centro de prensa durante la mañana del partido. Algunos, exagerados, hablaron de un atentado. En realidad se trató de un ruido considerado normal en una mina ubicada muy cerca del estadio.

¿No habrá sido una vuvuzela gigante?

Apareció Brasil


Señores, Brasil está en el Mundial. Tras una primera aparición que había dejado más dudas que sonrisas ante Corea del Norte, ayer apareció en buena parte de su dimensión. Por momentos fue el Brasil que todos esperan: el del toque, el de la creación, el de la fantasía hecha fútbol. De eso se encargaron Robinho y Kaká, fundamentalmente. Y Luis Fabiano se hizo cargo de lo suyo: el gol. Así, Brasil estuvo para golear pero en el final terminó entrando en el terreno de la pelea y salió perdiendo: Kaká se fue expulsado por un codazo… que no pegó.


Cuando se dedicó a jugar, Brasil fue el Brasil de siempre. Cuando se dedicó a pelear, Brasil fue el Brasil de Dunga. El festival, 3-1 incluido, fue a medias por la expulsión del “10” y el golpe de Elano, quien debió salir en camilla del juego tras un choque en el segundo tiempo.

El partido había empezado con polémica antes de empezar a jugarse. Didier Drogba puso en vilo a todo Brasil, que antes del partido llegó a pedir la inspección de la protección que llevaría el delantero del Chelsea. Y Costa de Marfil, quizás entonado por la presencia de su capitán salió a jugarle de igual a igual al poderoso rival. No se achicó y fue a presionar arriba. Tiene con qué hacerlo el equipo africano: un solo jugador del plantel está en Costa de Marfil; el resto, todos juegan en ligas europeas. Entonces, poco le importó que enfrente estuviera Brasil y que había 85 mil almas queriendo que ganara la Canarinha. Porque es cierto que los sudafricanos apoyan a los de su continente. Pero también es cierto que Brasil es el equipo más querido en el mundo. También en Sudáfrica.

Touré Yaya empezó a imponer su jerarquía en la mitad de la cancha y Costa de Marfil se movía a su ritmo. Drogba se metió en la piel del antihéroe frente a los hinchas brasileños que le reprocharon cada balón que tocó. Del lado de Brasil, Julio César demostró su jerarquía en un par de centros con una seguridad que hizo ridiculizar a los se quejan de la Jabulani. Y la salida la encontraba por la derecha. Maicon, siempre Maicon.

El partido fue entretenido pero con pocas llegadas. Hasta que se empezaron a juntar Kaká, Robinho y Luis Fabiano para que renazca la esperanza brasileña. Y la del buen fútbol. Entre ellos armaron el primero, un golaz definido por el implacable Luis Fabiano. Fusiló al portero Barry, quien cometió el mismo error que varios en su puesto en este Mundial. Le regaló el primer palo. Y Luis Fabiano dijo gracias.



El Brasil que entusiasma



A partir del gol, Brasil tomó las riendas del partido para no soltarlas nunca más. Kaká se empezó a aparecer a aquel jugador que maravillaba en el Milán, Felipe Melo y Gilberto Silva manejaron la mitad de la cancha con mucho quite y mayor precisión. Y Robinho juega a lo Robinho: lindo y bien. El primer tiempo se fuea cuando llegaba lo mejor de Brasil.

Sin embargo, y como una continuación del buen fútbol, Luis Fabiano enseguida entró en ritmo cuando arrancó la segunda mitad. Y anotó su doblete con otro doblete (de sombreros dentro del área) y ayudado por una mano no sancionada por el mal árbitro francés Lannoy. Aquí, ayudó a Brasil; luego, lo perjudicaría.

El estadio enloqueció con el segundo y gol y se engolosinó. Lógico, cada vez que la pelota pasaba por Kaká, había lugar para pedir más. Del otro lado, Drogba tuvo su primer chance al 54’ pero su cabezazo se fue desviado. Demasiado poco para un equipo que parece seguir la suerte de la mayoría de los africanos en esta Mundial: ceder en los segundos tiempos y quedar al borde de la eliminación.

Todo entonces le perteneció a Brasil. En diez minutos armó un festival, bajo la dirección de un inspirado Kaká. Bienvenido al Mundial. En ese corto lapso, los sudamericanos hicieron un gol y el portero marfileño salvó otros más. El 3-0 fue de Elano, pero la gran responsabilidad fue de Kaká, quien desparramó a la defensa por izquierda y envió el centro para que su compañero sólo la empujara.

El Soccer City había visto 4 goles de Argentina hace algunos días. Y se entusiasmaba con una goleada de Brasil. Pero todo se fue desvirtuando en el final. Los marfileños, lejos del equipo poderoso y de grandes nombres que insuaron ser en el inicio, se dedicaron a pegar. Y los brasileños a exagerar y a pedir amarillas. Entonces, el partido fue entrando en el terreno de la especulación y las constantes quejas al árbitro. De fair play, nada. Ninguno de los dos.

En eso llegó el descuento de Costa de Marfil. ¿Quién podría ser? Si , Drogba. En inferioridad, con un brazo inutilizado, se las ingenió para cabecear y poner el descuento.

Pero el partido siguió su rumbo de los últimos minutos, el de la violencia. Varias veces estuvieron a los empujones los jugadores y Brasil sacó la peor parte: se fue expulsado Kaká tras un forcejeo con Kader Keita, quien acusó un codazo inexistente y exageró la caída. El árbitro se volvió a equivocar con la roja.

Intentó presionar el equipo marfileño pero el final estaba demasiado cerca. Pudo golear Brasil y se fue masticando bronca por el final. Pero el Mundial, en definitiva, está contento: apareció uno de sus candidatos. Y anunció que dará pelea.

Una entrevista en el diario El Día de Argentina

En Sudáfrica fuimos entrevistados por el diario El Día de Argentina. El colega Martín Mendinueta fue el autor de la nota.  
20 jun 2010

Kevin y Aranzamendi: colegas mundialistas

Dos colegas salvadoreños están cubriendo el Mundial de Sudáfrica para Fútbol de Primera, el programa radial líder de Estados Unidos: ellos son Kevin Rodríguez y Carlos Aranzamendi, compañeros de profesión y muy buena gente.
Aranza, incansable como en El Salvador, es el encargado de hacer las entrevistas a los jugadores en la zona mixta y en el llamado "flash interview", cuando los protagonistas recién terminan el partido. "Esta es una experiencia única, fascinante", dice Carlitos que vive su primer mundial en vivo como periodista, tras relatar varios desde El Salvador.
Kevin ya lleva su segunda Copa del Mundo. Estuvo trabajando para la misma cadena en Alemania 2006. Es el productor general del programa radial y dice que Sudáfrica lo ha impactado "por lo bonito y por como se esmera la gente que todo salga bien".
Dos grandes del periodismo cuscatleco, ¡felicidades!

Video: un gorrito danés se va para El Salvador...

Un hincha de Dinamarca y un gorro muy especial... Mirá el video

Video: las verdaderas hinchas de Camerún

Si clickeas en el título podrás ver el video de hinchas de Camerún. Fenomenal

Domados


En el fútbol no se gana por merecimientos. Tampoco por remates al arco. Si fuera así, Camerún en este momento estaría festejando y no llorando la eliminación. Sus hinchas estarían sonriendo y no haciendo las maletas para abandonar Sudáfrica. Una lástima.


Ayer sí fueron Leones pero los domó una Dinamarca que también jugaba sus últimos chances, que supo aprovechar sus oportunidades y que tuvo valentía para soportar el temporal verde que se les vino encima.

Fue el partido con más vuvuzelas del Mundial, con la obvia excepción de cuando juegan los Bafana. Camerún es África y hay que apoyarlo, dicen los locales. Entonces el ambiente es inmejorable. En la cancha, Camerún debíaganar o ganar, por eso, su técnico francés Paul Le Guen puso de entrada a tres delanteros. Y Emana, Eto’o y Webo le pusieron presión a la última línea danesa desde el primer minuto.

El estadio es un cúmulo de sensaciones en un par de instantes. Y el comienzo es a todo ritmo. Vertiginoso, sin pausas, de una portería a la otra. Así sería el partido. Eto’o se lo pierde en el inicio y el estadio casi se viene abajo. Pero Dinamarca los calla enseguida: Rommedahl dispara sólo y se va por arriba. Enseguida, la explosión: gol de Camerún. Gol de Eto’o. La jugada llegó por un regalo de Poulsen bien definido por el 9 más famoso.

No renunció al ataque Camerún con ese gol. Al contrario, fue a buscar el segundo con más ganas que el primero. Pero Dinamarca sabía que con esta derrota parcial se despedía y también busca. El partido se convierte entonces en un torbellino de oportunidades. Gronkjaer avisó desde afuera con insistencia hasta que apareció Bendtner, el temible goleador del Arsenal inglés, para mandar la pelota al gol tras un centro de Jacobsen. Las vuvuzelas se silencian por unos minutos….

Pero no dura mucho. Se vuelven a despertar con un remate de Eto’o que da en el palo. Los amantes del fútbol piden que el partido continúe pero el árbitro Larrionda es implacable: lo termina a los 46’ y se va un primer tiempo rápido y furioso… Faltaría más.



El partido del Mundial



Si no fue el mejor partido de la Copa, le pasó muy cerca. En el segundo tiempo, ninguno de los dos bajó la intensidad. Y las ocasiones continuaron, de un lado y del otro. No hay respiro ni para los espectadores, mucho menos para los. Y el que toca la vuvuzela pierde: seguro no verá alguna situación de gol de las tantas que ofrece el juego.

Se lo pierde otra vez Camerún, esta vez en los pies de Webó, quien falló por partida doble. En la próxima jugada, en el otro arco, no habrá perdón. Rommedahl dibuja una gran jugada en diagonal al área y define cruzado. Golazo.

Si el dominio de Camerún era claro antes de ese gol, lo fue mucho más después. Makoun desperdicia una más y la gente se empieza a poner nerviosa. No se pueden perder tantos goles.

Dinamarca se decidió a jugar de contrataque. Y asusta otra vez Tomasson, que se lo pierde sólo. Después otra vez se juega exclusivamente en el área de Sorensen. Es una avalancha de camisetas verdes que despilfarra situaciones una tras otras. Emana, Aboubakar, Eto’o. Todos fallan.

Camerún luchó, atacó, peleó… Pero no tuvo su premio. Al contrario, el castigo es demasiado duro: Sudáfrica le dijo adiós, aunque aún le reste un partido.