Mauro Silva: "A todos nos gustaría que brille Messi"

Fue una de las grandes figuras del Brasil campeón mundial de 1994. Formaba esa dupla central con el capitán Dunga en la mitad de la cancha y valor fundamental para que Brasil vuelva a levantar el trofeo de la FIFA después de 24 años. También fue un emblema del Deportivo La Coruña, donde jugó 13 años y se destacó en el título de la Liga. Hoy, está del otro lado del campo de juego, del lado de los micrófonos y las cámaras. Del lado del periodismo, pero siempre junto al fútbol, y obviamente, junto a Brasil. En Johannesburgo, le concedió una entrevista exclusiva a EDH.




¿Cómo está Brasil realmente? ¿Es tan candidato como dicen las encuestas en el mundo o no lo es tanto como indica la prensa de su país?

A pesar de las críticas de la prensa brasileña yo pienso que Brasil es uno de los grandes favoritos a nivel competitivo, teniendo en cuenta que jugadores tan buenos como Ronaldinho o Adriano han quedado afuera de la convocatoria. Eso habla de un plantel muy fuerte. Será, sin dudas, un Mundial difícil pero Brasil, Argentina y España son equipos muy fuertes y son los candidatos.



¿Las ausencias de Dinho y Adriano te llamaron la atención?

No, quizá la situación de Adriano fue la que más sorprendió porque todos esperábamos que esté en el Mundial. Es un gran futbolista pero lamentablemente por problemas personales, extrafutbolísticos, le ha tocado quedarse afuera. Pese a ello, Brasil sigue tenniendo un equpo muy fuerte, es muy competitivo.



¿Qué otros equipos te gustan además de Brasil, Argentina y España?

Inglaterra, tiene un buen equipo y un técnico muy capaz. Tampoco hay que olvidarse de Italia que es la gran campeona. No la veo nada bien, pero ellos en todos los mundiales es lo mismo, llegan mal, no se ven bien, pero al final siempre llegan a los momentos decisivos. Brasil y Argentina tienen jugadores con gran técnica y en los momentos decisivos sacan de donde no hay para ganar los partidos importantes. España es el equipo que mejor juega, pero quizá lo que le falta es tradición en los Mundiales, esa experiencia de jugar los momentos decisivos.



Messi apunta como la gran figura del torneo…

Nos gustaría a todos que Messi tuviera un gran mundial. Es impresionante lo que está haciendo con el Barcelona, resulta increíble. Me gustaría sinceramente que tenga una gran copa. Espero que no juegue tan bien contra Brasil (risas) pero sí que haga un gran Mundial se lo merece.



¿Y Kaká?

También figura en la lista de las grandes estrellas con Cristiano Ronaldo. La temporada del Madrid no fue buena por causa de sus lesiones. Pero nosotros esperamos que Kaká esté bien, que no tenga ninguna molestia. Tenemos una gran preocupación sobre este tema porque es un jugador fundamental y determinante para Brasil.



¿Cuánto depende Brasil de Kaká?

Ofensivamente es un jugador vital en el centro campo. Hay que tener en cuenta que tenemos un mediocampo fuerte, quizás más de contención, más de marca, Kaká es un jugador fundamental a la hora de generar juego ofensivo y todos los balones para enlazar con Cristiano…. Perdón pensé en el Real Madrid. (risas)… Para enlazar decía, con Luis Fabiano y Robinho, todo pasa por los pies de Kaká. Es un generador de juego y por eso es tan importante que esté bien. A mí me gusta ser optimista y creo que estará bien.



¿Te sorprende tan hermético Dunga? Es un Brasil muy distinto al de años anteriores, mucho más cerrado con la gente y con el periodismo…

No me sorprende. Nosotros tuvimos muchos problemas en el último mundial con una sobreexposición del equipo. Brasil es un equipo que tiene una demanda de información de los medios increíble. Yo creo que hay que equilibrar esta demanda y Dunga tiene la prioridad de ganar el mundial y me parece normal que tenga esta preocupación. Hay que intentar tener un equilibrio para que la selección esté tranquila que pueda desarrollar su trabajo pero que a la vez los medios también puedan trabajar.



¿Cómo imaginas el torneo?

Creo es que será un Mundial muy interesante, un Mundial abierto y también espero que sea un buen mundial para el local por Parreira que es un gran amigo. Además de que también sea muy bueno para Brasil, claro (risas)



¿Qué hace Mauro Silva hoy?

Yo estoy en San Paulo desde 2005, tengo inversiones inmobiliarias y estoy contento. Pero obviamente también me gusta aprovechar el vínculo con el fútbol, por eso estoy aquí comentando el mundial. Lo echamos mucho de menos. Un futbolista se pone mal cuando deja el fútbol. Falcao dijo que el jugador de fútbol es el único ser humano que muere dos veces, la primera cuando deja de jugar. Y es verdad. Es muy difícil y muy duro cuando se deja el fútbol. Después, insertarse en otro ámbito laboral no es muy sencillo.



¿Te gusta estar de este lado del campo de juego, del lado del periodismo?

Me gustaría estar allá pero como no es posible (risas), de cierta forma estando aquí también disfrutas, con los amigos, con gente del deporte y también te satisface. De todas formas, estando aquí en un Mundial, siempre que entras a un partido sentís la emoción del fútbol.



¿Cuál es el jugador de este Mundial más parecido a Mauro Silva?

No sé, es muy difícil hablar de uno mismo. Hay grandes mediocentros en el mundial. Brasil mismo tiene ahí a Gilberto Silva que es el tercer mundial, un jugador con experiencia. Yo no me considero más que nadie, todo lo contario. En este mundial hay grandes futbolistas en la mitad del campo. Y mejores que yo, por supuesto.
12 jun 2010

Diario de viaje: el hincha de los Bafana











Los Bafana Bafana son un sentimiento especial. La gente los adoptó como propios aunque prácticamente no tenga figuras a nivel internacional y Pienaar, su máximo ídolo, deambule por el Everton inglés.









Ayer, emocionaba como los hinchas locales le pedían fotos a los mexicanos. Su humildad, su frescura. Saben que Nelson Mandela luchó mucho para que ellos tuvieran este Mundial, y entonces quieren disfrutarlo al máximo, no dejar pasar detalles, vivir cada instante.









Por eso, estar en Sudáfrica es una caricia al corazón. Por eso, ayer fuimos muchos los que lamentamos ese disparo final de Mphela en el palo…

































Ciudad tomada





















Johannesburgo fue ayer una ciudad colapsada por el tráfico. El que no salió bien temprano, de madrugada casi, hacia el estadio, quedó atrapado en la telaraña de carros que invadió la ciudad. Como en una película de ciencia ficción, si los autos tuvieran vida propia, ayer fue el día en el que tomaron la ciudad. Y los seres humanos, presos al volante.





















Vuvuzelas y tapones









Tanto “asustan” estas vuvuzelas con su sonido ensordecedor, que ayer las autoridades de la organización decidieron poner en práctica un recurso de prevención. Entregaron tapones de oídos a todos los asistentes. Sólo los usaron los periodistas europeos, quizá no acostumbrados a los “ruidos” del tercer mundo.



Un debut de ida y vuelta


 México jugó mejor el primer tiempo pero se cayó y estuvo a punto de perderlo. Empató Rafa Márquez a 11’ del final y en una de las últimas jugadas lo salvó el poste





La pelota comenzó a rodar, los jugadores a correr y las vuvuzelas a sonar. En síntesis: el mundial se puso en marcha. Y lo hizo con un partido entretenido y extraño: Sudáfrica y México se pasaron el dominio de un lado al otro y estuvieron a punto de ganarlo ambos pero terminaron 1-1.

Quizá los que lo más lo lamentaron fueron los Bafana Bafana, ese equipo que conquistó el corazón de la gente y . Es que tuvieron el gran chance de ganarlo pero el palo derecho del Conejo Pérez se empecinó en negarle esa merecida alegría a los sudafricanos. Fue el minuto xx cuando la pelota viajo mansamente a la base del poste ante la cara angustiosa del Conejo y de los hinchas mexicanos en las tribunas. Los sudafricanos aún no lo creen: alguno todavía debe estar gritando el gol.

Tras el pitazo inicial del torneo, sorprendió el esquema de Parreira, el técnico brasileño del local. Se retrasó demasiado y le dejó pelota y campo de juego a los mexicanos. Así, se vio un equipo azteca que dominó y llegó por la derecha cuantas veces quiso. Aunque no con demasiado peligro pero sí con incesantes avances en los pies de Paul Aguilar por derecha, el sector más desprotegido de Sudáfrica.

Cuando podía agarrar la pelota el equipo amarillo, mostraba una buena técnica e interesantes combinaciones. El problema es que la Jabulani la tenía poco y nada. Pases de primera y jugadas al vacío eran la receta africana ante un equipo azteca que hizo mejor las cosas en el primer tiempo.

Pero el partido se fue cayendo y entrando en el frío que empezaba a invadir las tribunas. Es que cuando baja el sol es cosas seria el clima en Johannesburgo a esta altura del año. Ayer cuando terminó el partido la temperatura bajó hasta menos de 10 grados.

Tres claras tuvieron los mexicanos. A Franco se la contuvo el portero Khune; Giovanni probó de lejos por arriba y la indecisión dejó “sin viento” a Vela. Sudáfrica tuvo dos cabezazos, ambos desviados. Las emociones llegarían en la segunda parte…



Goles son amores

Las vuvuzelas no saben de frío. Ni siquiera de resultados. Ellas siguen sonando. Y acompañan el ambiente cuando llega la primera alegría. Si en alguna escuela de fútbol buscan como se arma un contraataque, deberían guardar el video del gol sudafricano: cinco toques de primera y definición implacable de Tshabalala, el volante que juega en la liga sudafricana pero que desde ayer ya debe sellar su pasaporte a una liga de primer mundo.

La olla del Soccer City hervía después del gol. Si la vuvuzelas se sentían antes, ahora es un infierno el estadio y no hay oído que resista, ni siquiera con tapones.

Ida y vuelta. Ataja Khune un remate con destino de red de Giovanni y responde Modise con una mala definición en el otro arco. Se la juega Aguirre con Cuauhtémoc, Chicharito y Guardado, sorpresivamente suplente. Hasta que Sudáfrica demuestra que sigue viviendo en la edad de la inocencia. Y Rafa Márquez, veterano, no perdona esas distracciones.

Juega mal al offside la última línea bafana y el defensor del Barcelona aparece sólo, con ubicación y tiempo. Márquez, quien había hecho el último gol mundialista azteca, ahora hace el primero. Con el 1-1 se desahoga México y respira…. Muchos ya palpitaban otra frustración mundialista.

Faltaban 10 minutos y las vuvuzelas dan su concierto final. Pero esa pelota que empuja Mphela suavemente supera a Pérez y besa el poste. Pérez todavía está temblando… y no de frío.

La bandera salvadoreña, presente

Varios hinchas de distintas partes del mundo posaron con la bandera de El Salvador. Ingrese aquí y vea las fotos



Miss Simpatía

Miss Simpatía


No debe haber en Sudáfrica un concurso más complicado de realizar que el de Miss Simpatía. ¿Por qué? Respuesta sencilla: todas debieran ganarlo.

En Sudáfrica, saludan hasta los que van caminando por la vereda de enfrente. Ellos y ellas, con una sonrisa. Su particular modo de hablar el inglés los hace todavía más amables. Y se esmeran porque alguien les entienda el zulú.

Nadie pero nadie se niega a una foto. Y mucho menos a hablar cuando se les pregunta algo sobre la historia de este maravilloso, y a la vez castigado, país africano.

Las chicas lucen su mejor sonrisa cuando el infaltable “good morning” aparece a cada paso. Se sabe que Sudáfrica no es un país que esté bien económicamente, que sufre un alto índice de delincuencia y que más del 50 por ciento de la gente cobra menos de 100 dólares por mes. Sus habitantes, 80 por ciento de negros, fueron condenados en el pasado con el Apartheid, y hoy están hostigados por la economía global y mundial.

Todo eso desaparece cuando uno los empieza a cruzar en las veredas, en el café, en el centro de prensa. Dan ganas de salir a la calle. Ellos y ellas sonríen. Y compiten, secretamente y sin intención, para ver quién es el más simpático y quien se lleva el título de Miss Simpatía. Ganan todas.
11 jun 2010

EL GRAN MOMENTO


Ya está. Se terminó la larga espera. La cuenta regresiva ha llegado a cero y la hora de las palabras le da paso a la hora del juego. Al fin. Allí, en el verde césped, se terminan las especulaciones, se acaban los favoritos del café, las figuras de las previas y los pálpitos de las quinielas (las pagadas y las otras). Allí también, en el campo de juego, se disparan las emociones, se construyen juego y goles, se lamentan las equivocaciones fatales, se define todo. En síntesis: puro fútbol. El Mundial arranca. Bienvenido.


El primer día con verdadero frío en Johannesburgo es la antesala de la fiesta. El concierto de Shakira y compañía (ver nota aparte) aplacó un poco la expectativa por empezar a vivir las celebraciones con anticipación. El inolvidable paseo de los Bafana Bafana sirvió para que la gesta sudafricana entre en clima. Y hoy, todo es Mundial aquí en la punta inferior de África. Las banderas en los carros, las camisetas en la gente, las pláticas entre los hinchas de los distintos países. Fútbol, fútbol, fútbol....

El primer mundial africano de la historia fue una apuesta tan elogiada como atrevida y arriesgada para la FIFA. Lo organización, la seguridad y el tránsito son problemas palpables apenas se sale del hotel para comenzar el día. Vayamos por partes.

La organización llegó con lo justo a la apertura. A pesar de la falta de infraestructura, se asegura en la sala de prensa que todo va a estar en orden aunque la hora de la verdad, como en el fútbol, comenzará mañana.

En el aspecto de seguridad se volvió a encender la alarma con el robo a los periodistas españoles, portugueses y chinos. Y ayer se habló del hurto al plantel griego, pero la verdad es que en las calles todo se ve tranquilo y apacible… Las apariencias, quizás, engañan.

Lo del tránsito es increíble. Parece que los autos se reproducen en Johannesburgo. Para apenas salir de la zona de Sandton, un pequeño barrio al estilo de Santa Tecla, se demora 30 minutos. Y es moneda corriente esperar parados en una autopista durante un par horas. Ayer fue otro ejemplo de un día de trabazones en todos lados. Puede complicar mucho más hoy.

Problemas al margen, el Soccer City está de gala para su fiesta. El gigante en forma de olla africana que sigue sorprendiendo y admirando a los recién llegados. Será el mismo escenario donde se terminará todo, exactamente dentro de un mes, cuando haya un campeón mundial.



Prededicciones

Se habló en estas mismas páginas de los candidatos. Y todo parece indicar que el campeón no saldrá de estos 7 equipos: España, Brasil, Argentina, Italia, Alemania y Holanda. Así lo aseguran también las estrellas, estrellas y hoy periodistas, que noche a noche, desfilan por el IBC, el impresionante centro de prensa.

El puesto de mejor jugador del mundo, que por ahora lo tiene Messi a nivel de clubes, deberá ser revalidado en el máximo evento deportivo. Lo cierto es que desde Maradona en el 86, y en menor medida Zidane en el 98, no hay un referente claro de quien tiene el trono del más grande entre los grandes. Hay dos candidatos que sobresalen y una incógnita: Messi y Cristiano Ronaldo son los protagonistas máximos. El interrogante pasa por el estado de Kaká, a quien las lesiones lo tuvieron a maltraer en su última temporada, la de su debut en el Real Madrid. Más atrás, pero también con chances de sobresalir (dependerá mucho de hasta donde pueden dar sus selecciones) aparecen nombres como los de Rooney, Forlán, Ribery, los africanos Eto’o y Drogba, los españoles Xavi e Iniesta y los holandeses Robben o Sneijder.

Por supuesto que habrá también un equipo sorpresa, ese que siempre depara una Copa del mundo. Todos hablan de Dinamarca como revelación, lo que puedan ofrecer los africanos de Costa de Marfil o Camerún y el chile de Marcelo Bielsa. En ambos casos, ninguno parece estar a la altura de los grandes candidatos.

El local, como se volvió a hacer desde Mundial 98, (desde el 74 al 94 abría el campeón) será el encargado de inaugurar la fiesta como le corresponde a un buen anfitirón.¿Estará en condiciones finalmente México de dar el gran salto? Hoy será su primera gran prueba (ver previa aparte).

La noche de invierno comienza en Johannesburgo a las 5.30 pm. El frío de la temperatura contrasta con el ambiente de calor y color que desde hace un par de jornadas invadieron la ciudad. Hoy, con la luz de la madrugada nacerá el primer día de la fiesta, esa que Sudáfrica estaba esperando desde hace 6 años, cuando fue elegida sede.

Será el partido 709 de la historia de los mundiales, el primero de una copa del mundo en África, con Mandela presente. El Mundial ya está entre nosotros, con todos sus ingredientes. Ahora, sólo falta jugar.







NOTA 2



TITULO: Sudáfrica y México, apasionante duelo inaugural



Gustavo Flores

Enviado especial



El Soccer City ya empezó ayer a jugar el partido inaugural. Es que ayer se cruzaron los protagonistas del primer juego en el escenario donde debutarán. Primero se entrenó Sudáfrica y después lo hizo México para empezar a palpitar un duelo que se presenta tan interesante como abierto.

Los Bafana bafana con esa multitud a sus espaldas, se sienten con ganas de “comerse” a quien se le ponga enfrente. “Salgan y diviértanse”, les dijo Parreira en la cancha. Y repitió luego esas palabras en la conferencia de prensa. Un técnico bien brasileño para una Sudáfrica que quiere hacer historia en su tercera participación mundialista. ¿Dará la habilidad de Pienaar para tanto?

Cuando los locales terminaron su práctica, salió México al Soccer City. Antes, habló Aguirre, en el mismo sitio donde había platicado Parreira 15 minutos antes: “Al final van a ser once contra once”, remarcó. Ambos técnicos utilizaron la misma táctica: sacarle presión a sus jugadores.

Sin embargo, en el infierno de las vuvuzelas, México tan visitante no será. Ya aseguraron su presencia 30 mil hinchas mexicanos: la mitad llegará desde México. El otro 50 por ciento, desde Estados Unidos. Las 85 mil almas que llenarán el estadio estarán un poco más repartidas según parece.

México se entrenó una hora en el estadio hasta las 5.30 pm, cuando el día se empezó a apagar. Una sola duda tiene el equipo de Aguirre, que viene entonado por su reciente victoria ante el campeón mundial Italia: Chicharito Hernández o Franco, siempre con Rafa Márquez jugando de volante central.

Todo está listo para que uno de los dos haga historia. Resta saber quien será.

Diario de viaje: Un automac a pie

Es sabido que en cualquier momento pueden pasar cosas insólitas en un país como Sudáfrica, tan distinto a los latinoamericanos. Pero esta se lleva una mención especial. Resulta que a pesar de promocionarse como la cadena del mundial y tener 24 horas abierto sus locales, las famosas hamburguesas de la M no aclararon que se trataba del servicio de comida en los carros después de las 11 pm.

Por eso, a la vuelta del centro de prensa y tras el extenso viaje rumbo al hotel, la única alternativa de alimentarse pasada la medianoche es la M. ¿El resto? Todo cerrado.

La sorpresa asoma cuando el cartelito de la puerta indica “closed” (cerrado). Pero se ve a dos muchachos comiendo en una mesa externa. ¿Y ellos?. “Está cerrado, si quieren comer deben hacer la fila”, explican los empleados.

La fila consta de unos 10 carros que avisoran la ventanilla del automac como única alternativa para engañar al estómago. No queda más remedio. La cola se hará pero no sentado y tomando el timón, sino a pie. Sí, caminando. Desde el carro de adelante y la pick up de atrás miran asombrados. No hay bocina para pitarles. Y la señorita de la caja nos mira con desconfianza. No es tan raro, se trata simplemente de dos periodistas con hambre.
10 jun 2010

Día de la vuvuzela


El 9 de junio de 2010. Debería ser considerado el día nacional del hincha en Sudáfrica. O más: el día del hincha mundial. ¿Por qué no? Si aquí se vivió una fiesta que agota los calificativos: impresionante, apoteótica, inolvidable… Pasaron varias horas desde que se escondió el sol y todavía quedan los ecos, todavía se escuchan algunas vuvuzelas del apoyo a los Bafana Bafana. Si Sudáfrica quería sorprender al mundo, ayer lo logró.


Lo primero que se viene a la mente en medio de los gritos, los tambores y las trompetas, es que con semejante apoyo masivo, con tanta ilusión contenida hecha fiesta, a nadie le gustaría estar en la piel de los mexicanos, el equipo que tendrá el privilegio pero, a la vez, el difícil compromiso de intentar mañana aguarle la fiesta a toda esta multitud que hoy no se le cruza por la cabeza imaginar una derrota.

Johannesburgo fue ayer la ciudad más feliz del mundo. Y si no fue así, debió haber estado cerca. El sueño de Mandela hecho realidad en su máxima expresión: no hubo distinción de razas ni de colores, ni de clases sociales, ni de sexo…, ni de nada. Todos, absolutamente todos, estaban con su camiseta amarilla: rubias, morenos, mestizas, negros…. Todos con el “South Africa” estampado bien grande en sus espaldas, con la bandera de los colores del arco iris en cada mano y con unas enormes ganas de gritar, saltar, bailar y gozar. Y por supuesto, haciendo sonar a la estrella del día: la vuvuzela.

Esas trompetas atormentan el oído pero acarician el alma. Las vuvuzelas no paran de resonar un segundo e invaden por completo el sentido auditivo. Algunos son artistas y componen verdaderas melodías. Otros simplemente tocan como pueden y así continúan durante las dos horas que iba a durar la fiesta ¿Dos horas? No, el reloj se alarga y el tiempo se hace interminable. Si ni siquiera dan ganas de irse a escribir…

El bus que paseó a los jugadores por Sandton, una de las barriadas más exclusivas de Johannesburgo, es una fiesta. Arriba y abajo. Los jugadores agradecen con el corazón tanto afecto y tanto sentimiento de aprecio. Los hinchas le devuelven todo con cariño y le dicen con las miradas: ‘ustedes pueden’. Tanta confianza les dan que hasta besan un trofeo de la copa del mundo hecha con cartón. ¿Será demasiado o vale la ilusión?



Unite por los Bafana Bafana



Aunque algunos lo llamaron con acierto “el día de la vuvuzela” la caravana fue denominada “Unite por los Bafana Bafana” y se dio en medio de en un país que venía algo apagado y con poco clima mundialista. Fue ideada por los medios de comunicación y los dirigentes se engancharon con la idea de darle un poco de cariño a una Selección en la que pocos expertos confían que pueda pasar siquiera la primera ronda, esa que comparte con gigantes históricos como Uruguay y Francia, y también con México. Ayer la multitud en su conjunto pareció responder: “¿Querían clima de mundial? Acá lo tienen”… Una respuesta convincente sería: “Gracias”.

Steven Pienaar, la figura, es el más aclamado por los hinchas. El resto no se queda atrás. Hay canciones para todos. El ritmo es contagioso. Van y vienen. Como Corine, una señora que ya pasó los 50 pero baila más que su hija Kuhte, de 20. Las tradicionales danzas milenarias de los ancestros africanos se combinan con nuevos grupos de Ayoba, que suena desde los poderosos parlantes de varios pisos y que confirman que es el ritmo preferido de los sudafricanos.

“Nunca he visto tanta piel entre un equipo y su gente”. La que lo dice una mexicana, Denise, que lleva 19 años viviendo en Johannesburgo. “Transmiten una buena vibra especial que es difícil de describir”, continúa, intentando explicar lo inexplicable.

Todo vale para que el espectáculo sea una celebración de colores: pelucas, sombreros, caras pintadas y hasta pelotas jabulani coloreadas de amarillo.

La fiesta iba a ser sólo en el mediodía, pero siguió hasta la noche… ¿Habrá sido asueto oficial por el día del hincha? No se sabe. Lo cierto es que en Johannesburgo ayer nadie trabajó. Estaban en algo más importante, todos se fueron a gritar por sus queridos Bafana Bafana.







Recuadros

Bafana bafana

El término con el que se conoce a la selección nacional de Sudáfrica de fútbol tiene una traducción al español parecida al “Muchachos, muchachos”. Es un grito de aliento y de apoyo en idioma zulu y xhosa, dos de los 11 lenguajes oficiales que tiene este país. La explicación llega de Denise, una mexicana que convive aquí hace 19 años, y agrega que “el zulu y xhosa son de los más populares porque se habla mucho en el interior del país”. El xhosa también fue el primer lenguaje de Nelson Mandela.





Atentado al buen gusto

Se sabe que en todo Mundial, las empresas buscan la mejor ubicación. Pero en Sudáfrica exageran. Frente a la estatua de Nelson Mandela, en el corazón del paseo Mandela Square, una marca de artefactos eléctricos instaló su carpa y se adueñó de todo el lugar. Casi no dejaron espacio para caminar. Deben haber pagado sus buenos dólares pero los turistas debieron hacer maravillas para retratarse con el prócer sudafricano.





Último contacto

El de ayer fue la última vez que los jugadores y público estuvieron cara a cara, a excepción de los partidos. Es que el DT brasilero Parreira estableció que los entrenamientos de aquí hasta que finalice su participación en el Mundial será a puertas cerradas. Los hinchas, lo entendieron.



Número

250 mil

Personas

Son las que se estiman que salieron ayer a las calles de Johannesburgo para alentar a su Selección. Se quedaron cortos con el cálculo…

Bora, el Señor de los Mundiales

Bora Milutinovic es, hasta hoy, el único técnico que dirigió a cinco equipos distintos en cinco Mundiales. Lo igualará Parreira aquí en Sudáfrica. Pero el serbio siempre es una referencia a la hora de las Copas del mundo. Por eso, café de por medio, habla largo y abiertamente con EDH mientras baja el sol y sube el frío en Johannesburgo.




¿Cómo vive este Mundial don Bora?

Es interesante ver un Mundial en África. El año pasado estuve con Iraq en la Copa Confederaciones y fue un ambiente que me gustó mucho, el colorido que había en los estadios es algo que no se puede olvidar fácil. Es un Mundial diferente en lo futbolístco. Todo el mundo espera el día de la inauguración, hay tantos deseos, tantas ganas de lograr el campeonato. Es una fiesta para todos, aunque sólo un equipo va a festejar.



¿Y quién puede ser ese equipo? ¿Cuál es su candidato?

Todos dicen que Brasil normalmente, pero hay otros equipos como España, Argentina, Holanda o Inglaterra. De esos, seguro va a salir el campeón. Depende de muchas cosas, sobre todo la forma en la que llegan los jugadores, si están volviendo de una lesión o están lastimados. Todo puede influir en el desempeño. Entonces, lo mejor es esperar un poco el inicio del campeonato y uno puede hablar con más propiedad.



Habló de las lesiones y todos los días se da de baja a un jugador nuevo ¿por qué hay tantos seleccionados con problemas para este Mundial?

Hay muchas razones. Es un problema físico y también psicológico porque hay jugadores que no terminan bien emocionalmente la temporada y entonces no disfrutan el entrenamiento y no lo viven como una fiesta sino como una presión.



¿Espera sorpresas en la parte táctica?

Ver algo diferente es muy difícil. De un día para el otro no se puede cambiar nada. Aquellos tiempos cuando no había televisión, quedaron en el pasado. Por ejemplo, cuando Brasil sorprendió en el Mundial 58 jugando 4-24, era diferentes. Ahora simplemente uno depende de los jugadores, del momento que viven. Pero algo nuevo es imposible.



¿Y hay algún equipo que pueda dar pelea a los grandes que mencionó?

Pensar en un equipo que puede dar la sorpresa, sería sólo hasta las semifinales. Pero para ser ganador del mundo debe tener tantos requisitos, tantas cosas que deben coincidir en el mismo momento, que un equipo que no tiene experiencia y no tiene jugadores en las grandes ligas, es difícil que pueda lograr el campeonato.



En algún momento se dijo que iba a ser el asistente de Serbia pero hoy está de comentarista. ¿De dónde salió esa información?

Creo que fue una interpretación de mi relación con Antic (DT de Serbia), porque es mi amigo y salió en medios de todo el mundo que iba a ser su asistente. Pero no. Somos del mismo pueblo, vivimos juntos, jugamos ajedrez… y sólo eso porque uno debe ser muy respetuoso. Antic hizo un gran equipo y creó un gran ambiente alrededor de la Selección. Lo que uno debe hacer es respetar y si puede aportar algo por comentarios lo haría. Pero no públicamente.



Usted que estuvo tantos mundiales, ¿qué significa verlo de afuera del lado del periodismo?

Mi vida es fútbol. Lo extraño porque uno normalmente juega partidos, es protagonista con sus jugadores. Pero también estoy contento con mi rol de periodista, es mi manera de intentar decir las cosas que pienso y poder transmitirlas a la gente.



Por ejemplo…

Que el fútbol es un juego muy sencillo, muy fácil y no hay tanto misterio como la gente quiere presentarlo.



Usted fue entrenador de los locales México en el ‘86 y EE.UU. en el 94 ¿qué opina del partido inaugural?

No hay mejor sensación que jugar un partido que llama tanto la atención. Es el partido más fácil. Como jugador es un sueño estar en un mundial y jugar en un primer partido. Era extraordinario y nunca pensaba en el resultado ni en ninguna otra cosa. Simplemente en salir a jugar y si tienes calidad, a ganar.



A nivel individual, ¿a quién ve como la gran figura?

No sé, pero será del equipo que llegue a la final. Uno puede decir Kaká o Messi pero el mejor jugador siempre es el del equipo ganador.



¿Lo ve a Messi con pasta de líder?

Es un jugador fuera de serie, sumamente capaz. Estoy seguro de que los jugadores argentinos van a encontrar la manera de agradar a sus hinchas. Si hay un país donde hay pasión y vergüenza deportiva, ese es Argentina.



¿Y a México como lo ve?

Es un equipo sumamente joven. Y tener un equipo joven puede ser perjudicial porque en el Mundial también es importante la experiencia. Ojalá que jugadores como Vela, Chicharito y Geovanni puedan tener madurez, aunque puede ser difícil.



¿EE.UU.?

Es un equipo que tiene capacidad, ha logrado grandes resultados: fue segundo en la Copa Confederaciones y primero en la Concacaf. O sea que tiene con qué, aunque el grupo no es tan fácil, con Inglaterra, uno de los favoritos…



Y para completar CONCACAF, ¿qué puede ofrecer Honduras?

Yo los quiero mucho, tuve la suerte de trabajar allí y hay tantos jugadores que comenzaron conmigo que de verdad me da una enorme alegría. Hay seis jugadores que debutaron conmigo profesionalmente y hay diez que jugaron en la eliminatoria al 2006 en el equipo de Honduras que dirigí.



¿Y cuándo vuelve a El Salvador?

Cuando me inviten



¿Le gustaría dirigir algún día a la Selecta?

Le deseo mucha suerte a El Salvador, pero yo tengo mis deseos, ojalá que pueda lograr sus objetivos. En Qatar me siento muy a gusto, casi perfecto.

Postales de la fiesta

Ingresá aqui y mirá las fotos de la fiesta de Sudáfrica en Sandton, Johannesburgo.
9 jun 2010

La fiesta ya se palpita

Al verlo de lejos, uno se estremece. Los espejos que decoran su exterior brillan de una manera peculiar, diferente. Cuando las luces del día le dan paso a la noche, ese mosaico parece cobrar vida propia y se hará postal para la eternidad. Al verlo de cerca y entrar en él, aumenta el encanto, se disemina por los ojos. El Soccer City está impecable, un coloso listo para recibir al primer partido de esta Copa del Mundo, mientras centenas de voluntarios ultiman los detalles de la fiesta entre las plateas y el campo de juego. La perfección parece adueñarse del templo en forma de olla africana, que ya es el símbolo de este Mundial y aspira a convertirse también en el emblema del crecimiento africano y de esta nación, dueña de una historia tan peculiar como castigada.

Pero cuidado, no todo está listo para el Mundial. No. De esa perfección del Soccer City se pasa en menos de 100 metros a su contracara. Las obras que se ven en los alrededores sorprenden y hablan de una alarmante falta de planificación. Es que uno se cruza con maquinas llevando tierra de un lado para otro, con obreros levantando alguna nueva plataforma, con ingenieros planificando algún nuevo ingreso para la gente. Todo estaría excelente si faltaran un par de meses para que la fiesta de comienzo. Pero el inexorable paso del tiempo dice que el viernes se abre el escenario mundialista con el esperado Sudáfrica vs. México. Entonces, la sensación no es otra que la siguiente: no todo estará listo a tiempo. Las dudas de los países desarrollados sobre si Sudáfrica estaba lista para el Mundial aumentan a medida que se acerca el inicio de la Copa.


Millonada

Quinientos millones de dólares costó la remodelación del estadio para albergar al Mundial. Y uno, al ver sus detalles, se explica en que se gastó tanto dinero. Si la idea era impresionar, acertaron. Si lo pensaron como ventana al mundo, dieron en el blanco. Aunque los últimos dólares se estén gastando ahora, en este preciso momento, en las afueras de “la Olla” donde queda mucho por hacer.

El estadio es el más grande del continente y albergará 88 mil personas. Tiene reservado siete juegos de la fiesta, entre ellos los dos principales: el inaugural y el que todos quieren jugar: la final del 11 de julio. Allí un jugador alzará la Copa al mundo y pasará a ser leyenda…

¿Y el color del mundial? Por ahora, poco y nada. Apenas se cruza a un par de mexicanos con la camiseta del Tri y con la voluntad de que serán miles el viernes cuando debute su equipo. Le ponen algo más de calor al soleado día de invierno. Pero la ciudad, y los alrededores del Soccer City, todavía no despegaron a la fiebre mundialista. ¿Será parecido a Francia 98, cuando el entusiasmo fue explotando a medida de los triunfos locales? Acá, los Bafana Bafana, no aseguran ni siquiera el pase a la siguiente ronda…

El símbolo

Las postales de los alrededores del Soccer City se multiplican y sorprenden: de un lado se trabaja a destajo y contra el tiempo. Del otro, una gigantesca fila de gente que se ofrece para el voluntariado. Un trabajo que debería llevar semanas de planificación se vuelve apurado y apremiante. ¿Todo saldrá bien? Eso se espera. Algo hay a favor: la enorme predisposición de los sudafricanos. ¿Alcanzará con eso?

La respuesta certera parece tenerla Mpoh, una agraciada voluntaria que dignifica con su trabajo y su sonrisa a la raza negra: “Es nuestro ejemplo de trabajo y dedicación. ¡Por supuesto que todo estará listo para el viernes!”, dice en el único momento en el que se pone seria. Otro moreno a su lado, Mpuer, coincide: “Este es nuestro lugar y estará 10 puntos para la ceremonia de inauguración”

Este estadio tiene además una razón de peso histórico para la raza negra: aquí fue donde Nelson Mandela se dirigió a una multitud de seguidores y dio su primer discurso después de estar 27 años encarcelado por pretender que todos los hombres sean iguales: claro, eso en tiempos del nefasto Apartheid, era una locura (ver nota aparte). Por eso, el Soccer City se transforma en un templo desde aquel histórico día de 1990, un escenario donde empezó a fomentarse la unión nacional, frente al otro estadio de la ciudad (también sede de este mundial) que simbolizó durante mucho tiempo el predominio de los adinerados blancos: el Ellis Park, tradicional escenario del rugby.

Paro la voluntad de ellos, los trabajadores del estadio que son 100 por ciento negros, todo es posible. Si les fue posible intentar (y lo continúan haciendo) la reunificación de una nación después de años de postergación y humillación, ¿cómo no va a ser posible alistarse para una Copa del Mundo?
8 jun 2010

Cita con la historia

Caminar por los parques y plazas de esta ciudad da gusto, aunque se recomiende hacerlo sólo de día. Parece mentira que hasta hace muy poco tiempo, esos mismo bancos en medio de la plaza estaban reservados exclusivamente para los blancos. Negro que se sentaba allí, era encarcelado. Da escalofríos de sólo pensar e imaginar una mente tan perversa como para inventar algo así…

Para algún desentendido en el tema, el “Apartheid” significó la gran mancha de Sudáfrica en su historia, la vergüenza del mundo. Una explicación breve sería la siguiente: la minoría blanca se apropió en 1940 de las elecciones, de los grandes negocios y de las tierras. O sea, dueño del sistema político, social y económico postergó durante más de 50 años a la raza negra, el 80 por ciento de los habitantes del país. Cualquier atisbo de rebelión era salvajemente castigado con torturas y muertes. Una situación de semi esclavitud en pleno final del siglo XX, con disposiciones tan aberrantes como trabajos exclusivos para blancos, zonas y escuelas separadas, o playas prohibidas para los negros…. Y también esos bancos de los parques, donde hoy parece disfrutarse más el café de la mañana, y que se fueron transformando en mudos testigos de la libertad.

En la mirada y la sonrisa de la mayoría de la gente negra que uno se cruza, el rencor y el resentimiento parece haber quedado en otra parte. La simpatía les brota por los poros. No se ve el menor atisbo de odio. Lo heredaron: ese era el lema de Nelson Mandela, el líder antirracista, el Nobel de la Paz, el hombre por el que Sudáfrica se hizo acreedor a la cita mundialista.

A punto de ser elegida este país para ser sede en 2006, Alemania ganó la sede con lo justo para ese Mundial con un sospechoso voto dado vuelta en el último instante. No se desesperaron, aguardaron su oportunidad y ahora tienen su Copa. “Sí, es por usted Mandela”, dijo el presidente de la FIFA Joseph Blatter cuando se eligió a esta tierra para organizar la Copa del Mundo. Esta es su fiesta. Es hora de que los sudafricanos la disfruten, también en honor a su legendaria figura.