Video: otro hincha más de El Salvador y van...

¿Quién dijo que El Salvador no está presente en el Mundial? Encontramos a otro hincha en Sudáfrica, en la fiesta del fútbol.

19 jun 2010

Video: un hincha de Eslovenia grita por... Argentina

El mundial da para todo. También cosas insólitas: mirá como este hincha de Eslovenia grita por Argentina y Maradona....

Video: hasta Elvis fue a ver a EE.UU.

No faltó nadie al partido de Estados Unidos 2-2 Eslovenia. Estuvo hasta Elvis Presley. Mirá el video.

Clement y la decepción bafana

El entusiasmo y las vuvuzelas han parado su ritmo en Sudáfrica. La derrota 0-3 ante Uruguay sí que caló hondo en los sudafricanos, que veían a esta fiesta del fútbol como un alivio en sus penurias. La alegría de su gente quizá haga olvidar por momentos que estamos en Sudáfrica, uno de los países más desiguales del mundo, donde una minoría muy marcada es dueña del 95 por ciento de los ingresos. Y la mayoría negra gana menos de 100 dólares al mes, además de que el índice de desocupación es muy alto.


Sin embargo, desde que comenzó el Mundial, todos las caras venían con sonrisa incorporada. Sin perder la simpatía ni la buena vibra, la derrota bafana y la virtual eliminación ha cambiado los ánimos de buena parte de los sudafricanos.

Clement es un ejemplo de ello. Es taxista y ya conoce bastante de El Salvador. Es el resultado de decenas de viajes, charlas y crónicas. Sin embargo, esta mañana dice que no quiere hablar de fútbol. Ya no les caen simpáticos Argentina y Brasil. Mucho menos Uruguay.

Uno intenta convencerlo que los Bafana aún tienen chances, que pueden llegar a octavos con un triunfo y una ayuda uruguaya o mexicana. Y que a esta Francia, cualquiera le puede ganar. No parece convencido pero acepta la opinión. Lo certifica un acto: vuelve a hacer sonar su vuvuzela.

Estados, unidos y alterados

: Los estadounidenses remontaron un 0-2 ante Eslovenia y pudieron ganarlo. Pero el árbitro les anuló un gol legítimo en el final.



La reacción de Estados Unidos deja dos lecciones: una, nunca hay que darse por vencido, como demostraron los norteamericanos. Dos, nunca hay que renunciar al ataque a pesar de ir ganando por dos goles de diferencias porque se termina pagando un precio muy alto, tal como mostraron los eslovenos.

El 2-2 fue un justo reparto de goles y de puntos en un partido mucho más entretenido de lo que se esperaba en la previa. Y aunque el frío siguió y sigue siendo principal protagonista del Mundial, el juego fue caliente desde el primer minuto. Un codazo de Dempsey a Koren cuando no se habían jugado 60 segundos altera los ánimos.

Estados Unidos fue el que hizo mejor las cosas en el inicio pero no contaron con la astucia de Valter Birsa. El volante del Auxerre de Francia, se puso un guante el pie izquierdo y sacó un remate desde 25 metros para convertir un golazo. Howard, el portero estadounidense que no atinó a ninguna reacción, fue el primer espectador. A partir de ahí, la selección del país de Europa central del tamaño de El Salvador, se hizo dueño de la pelota. Empezó a triangular y ganó la pulseada del medio campo. Otro remate del propio Birsa desde 35 metros casi se le mete a Howard, que anoche debió haber soñado en este zurdo de criteriosa técnica y excelente pegada.

Pero el partido cambia de dueño y se hace un monólogo de Estados Unidos. Se salva Eslovenia, una vez tras otra: un tiro libre del mexicano Francisco Torres pasa cerca, un cabezazo de Demerit se va apenas afuera y una salvada de Brecko sobre la línea cuando Donovan ya festejaba, evitó el empate

Va tanto hacia la portería de Handanovic, Estados Unidos, que ofrece espacios para la contra. Y Eslovenia decide aceptarlos. Así, llega un pase perfecto en profundidad de Novakovic para Ljubijancik, quien libre de marca define cruzado. Es fiesta adentro del campo y silencio sepulcral afuera, donde los estadounidenses son amplia mayoría en las tribunas.



Súper Donovan



La gente no se había terminado de acomodar en sus butacas cuando Donovan le pegó “con un fierro” tras una escapada por el sector derecho. Es tan fuerte su remate que hasta el portero corre su cara para que no le pegue el balón. Instinto de supervivencia, sí, pero también permite el gol de Estados Unidos en el primer minuto del segundo tiempo. Y ahora sí, la fiesta se traslada al público, otra vez confiado.

Onyewu se pierde el empate tres minutos después, mientras el “iu – es- ei” resuena en el mítico Ellis Park. Las infaltables vuvuzelas acompañan el grito estadounidense y la intensidad del partido va en aumento. También las patadas. Handanovic se hace más grande aún de su 1.93 metro y contiene varios remates, en especial a Altidore. La insistencia tiene su premio cuando Michael Bradley define en el 2-2 y le da el mejor regalo a su papá y técnico, Bob.

Eslovenia se acuerda de atacar después del 2-2. Y no lo hace nada mal. Es una lástima que se haya decidido tras el empate. Si lo hubiera hecho antes, el resultado, quizás, hubiera sido diferente. Aunque también pudo haberlo ganado Estados Unidos de no ser por el árbitro que anula un gol . En Estados Unidos, todavía se están preguntando que cobró. Y no tenemos la respuesta.





Belleza americana

18 jun 2010

Una charla con el Pájaro Hernández

Luis Hernández, el famoso Pájaro mexicano, está en Sudáfrica. No llegó como comentarista de ninguna radio o tv, simplemente para disfrutar. Y habló con EDH del suceso mexicano


¿Qué es lo que más te gustó de México?

La actitud que tiene. Ya lo había mostrado en el primer partido cuando a pesar de que estaban abajo, siguieron tocando y machacando. Eso es importante en un equipo.



¿Y qué le falta?

Hay que salirse del guión. Alguien tiene que tomar la iniciativa para desequilibrar. La irreverencia, esa que en sus tiempos tenía Cuau pero ahora casi no le alcanza. Hay que probar al arco, solamente así se pueden ganar los partidos si vuelven a tus bases, a los principios, a tus sueños, puedes conseguir muchas cosas



¿Qué tan distinto es el fútbol de hoy al que jugabas?

Me gustaba mas el mío. Risas. Hoy es mucho de toque, de táctica, mucho de estudio. En nuestro tiempo nos salíamos del guión, veíamos genialidades, jugadores que no tenían miedo. No se deciden ahora.



El mercadeo también entra en las selecciones, ¿recordabas a México de negro como jugó en el debut?

No, es un uniforme que a mí no me gusta, prefiero el blanco, pero este es el que más se vende. Es la comercialización y hoy le toca ese tiempo a nuestra selección. Pero la verdad que lo futbolístico que es lo que más me importa.



¿Y Sudáfrica cómo te trata?

Bien, la gente es muy amable, el país es muy bonito a pesar de que tiene problemas económicos.



Menos pelo pero te siguen reconociendo…

Ahora menos pelo, un look de otra forma. Pero sí, la gente me sigue recordando bien y eso es lo importante.

Bombonera City


El Soccer City es mucho más grande que la Bombonera de Buenos Aires pero la pasión es casi la misma. El templo del fútbol sudafricano se viste de celeste y blanco. Los coreanos son una minoría en comparación a los que llevan puesta la albiceleste. Y si se tiene en cuenta que los hinchas Bafana Bafana también estuvieron del lado del equipo de Messi, Argentina fue tan local como en la mismísima Buenos Aires, en el mítico estadio de Boca.


Messi cae bien a los aficionados al fútbol. En general. Su magia con el balón no sabe de fronteras ni de colores. Por eso ayer, hasta los mismos coreanos, rivales circunstanciales lo aplauden y suspiran ante cada jugada. Y los sudafricanos festejan cada amague o regate de la Pulga a su modo: sí, soplando la vuvuzela. No podía ser de otra manera

Los jugadores argentinos saben cómo levantar a su hinchada. Di María, con los túneles; Tévez, con su garra; Messi, con su magia; Higuaín, con sus goles. Y Maradona, con su sola presencia: Por eso el grito más repetido es “Vení, vení; cantá conmigo; que un amigo vas a encontrar; que de la mano; de Maradona; todos la vuelta vamos a dar”. Y lo siguen al Diego como su fueran sus propios hijos. A propósito, su hija Dalma está sentada justo atrás del banco de suplentes. Papá Maradona la saluda y ella alienta como una hincha más: la familia unida. Y salta más que nadie cuando se canta: “Y ya lo ve; y ya lo ve; el que no salta, es un inglés”. El archirrival, siempre está presente.

El Soccer City no para de saltar cuando Higuaín marca su hat trick. El revoleo de ropa, otra marca registrada de las hinchadas argentinas, se ve como un espectáculo curioso en Johannesburgo. Y no son pocos los sudafricanos que los imitan con las vuvuzelas. El estadio parece cobrar vida propia.

Fiesta completa: banderas, camisetas y gorros celestes y blancos al aire. Corazones ardientes y gargantas afónicas. Igual a la Bombonera… pero con vuvuzelas.

Argentina: fiesta, fútbol y goles


Ese abrazo entre Messi y el Kun Agüero, amigos desde las selecciones juveniles, simboliza el final de Argentina. El Kun se acaba de perder el quinto tras una maravillosa jugada en la que Messi acompañó, pero como espectador. La pelota se fue apenas afuera. Una lástima: habría sido el final perfecto para la película de Argentina, la albiceleste del fútbol y los goles. La Argentina que ya prácticamente está en los octavos del Mundial, aunque las matemáticas digan que aún se debe esperar a la última fecha para certificar la clasificación. Ellos, los dos amigos, terminan abrazados como si esa pelota hubiera entrado y la gente los ovaciona.


Ahora es el tiempo de Maradona. Diego es el que besa a todos y cada uno de sus jugadores en el final. Y acapara todos los flashes y las cámaras de TV. Abraza con especial énfasis a Demichelis, autor de un error que le pudo costar demasiado caro a la Argentina pero que quedó olvidado y sepultado por la goleada final. Una de las principales virtudes de Diego es apoyar a sus jugadores en todo momento. Y precisamente por eso fue el central del Bayern Münich el más reconocido por el entrenador en el festejo final. Lindo gesto.

A pesar de la goleada final, a pesar de los tres goles de Higuaín, a pesar de la fiesta en las tribunas donde los argentinos fueron inmensa mayoría entre los 82 mil espectadores que llegaron al Soccer City, el partido no fue tan fácil para la albiceleste. Es más, en varios pasajes del juego sufrió por los ataques coreanos que tuvieron su chance de igualar, sobre todo en los primeros 20’ del segundo tiempo. Pero el acertado cambio de Maradona, Agüero por Tévez, enseguida rindió sus frutos y el Pipita liquidó el partido en una ráfaga de cuatro minutos. Confianza de goleador.



Todos atrás



La sorpresiva Corea que le había ganado en muy buena ley a Grecia, parece haberse quedado en el hotel. La que sale a jugar contra Argentina es otra, una que ni siquiera se anima a cruzar la mitad de la cancha y espera a su rival, demasiada agazapada. La orden, cumplida a rajatabla, fue: todos atrás.

Di María y Tévez son los más inquietos ante esa cerrada defensa. El caso de Di María es extraño: en veinte minutos toca más pelotas que todo el partido ante Nigeria y hace gala de su habilidad. Parece que si no le hace un túnel a un rival, no vale la jugada. Por eso, cada avance suyo, además de servirle al equipo, es un aporte a la estética del juego. ¿Lo habrá incentivado su recién confirmado pase al Madrid? Podría ser… Florentino, si vio el partido, ya se debe estar refregando las manos.

Argentina buscó y buscó en los primeros minutos hasta que uno de los tantos Park que juegan en Corea, en este caso Chu Jong, hizo justicia… en su contra. Quiso despejar un centro de Messi y la pelota salió en la dirección exactamente inversa a la que intentó darle: rumbo la red de su arco.

El gol no detuvo al ataque del equipo argentino. Al contrario, siguieron jugando en ofensiva como si estarían perdiendo, con Tévez como abanderado. El “Apache” pelea por cada pelota con todos (rivales y compañeros) y hasta parece más veloz que los veloces coreanos. Para pararlo, hay que pegarle. Y un violento tiro libre suyo estuvo a punto de convertise en el segundo tanto albiceleste. Los hinchas se rompen las manos para aplaudir al “jugador del pueblo”.

Corea cambió su esquema tras el gol. Más decidida, empezó a apostarle también al arco rival. Así el partido se hace entretenido, de un lado al otro. Pero es Argentina la que vuelve a golpear: Higuaín inicia su hat trik con un cabezazo libre de marca.

Se lo pierde Messi y todo parece listo para la fiesta argentina, equipo decidido a “matar” el partido antes del entretiempo. Pero demorará un poco más, porque Demichelis comete un error de escuela de fútbol y le sirve el gol a Chung Yon. Otra vez, el partido estaba vivo.

Sin mayores cambios, el segundo tiempo ofrecerá más emociones. Y hubo varios minutos en el que los coreanos estuvieron a tiro del empate. Primero con un tiro libre de Chu Yong y después con un remate de Ki Hun, quien había ingresado sólo por derecha. Argentina perdió el medio y los coreanos de la mano de Ji Sung Park y Jung Wo se animaron cada vez más.



Messi, Kun, Higuaín = Goles



Una variante cambia el rumbo del partido. El Kun Agüero entró enchufado como pocas veces con la camiseta argentina y será clave para definir la suerte del juego. Ingresó en el 75 y fue vital colaborador en la ráfaga de cinco minutos de fútbol y goles que tuvo la albiceleste. En el primero, rubricó con Messi una gran jugada que el arquero y el poste se lo negaron a la Pulga. Pero el rebote le quedó al 9 argentino, que siempre está donde tiene que estar. ¿Resultado? Tercero de Argentina, segundo del Pipita.

No hay respiro: cuatro minutos más tarde, otra vez se juntan Messi y Agüero y el pase del Kun es perfecto para que Higuaín se convierta, de cabeza, en el goleador del Mundial: triplete y goleada albiceleste.

¿Algo más se le puede pedir a Argentina? Sí, el Kun quiere rubricar sus 15 minutos de furia con un gol. Hace una maravillosa jugada que sale apenas desviada. El abrazo de Messi es el mejor consuelo ante una multitud que no termina nunca de aplaudirlos.

Envianos tus fotos con el Mundial

Si estás en Sudáfrica o El Salvador, envía tu foto mundialista a gustavo_flores@yahoo.com y será publicada en el blog. Aquí te mostramos una de los salvadoreños en el centro de Johannesburgo
17 jun 2010

Reynaldo Vásquez: "Este es un viaje de trabajo"


Al final de la entrevista se puede ver el video
El presidente de la Federación de Fútbol habló en Sudáfrica con EDH. “Los que critican están desinformados”. Anunció un desembolso de FIFA de 250 mil dólares.

Hace frío en Johannesburgo, mucho frío. Sin embargo, entre un mar de chumpas, gorros y bufandas, EDH descubre al presidente de la Federación de Fútbol, Reynaldo Vásquez, antes del partido Brasil-Corea. Y accede a la plática.



¿Qué sensaciones le dejó el congreso de la FIFA?

La primera novedad fue que justo un día antes de que fuera el congreso, nos avisaron que confirmaban la posición en los juegos de Mayagüez. Y sobre todo la extraordinaria idea de FIFA, basada en las finanzas positivas que tuvieron en 2009, decidieron trasladar 250 mil dólares para cada una de las federaciones.



¿Cómo se implementará ese dinero en El Salvador?

Ya nos habían aprobado 270 mil dólares de parte del INDES para poner el pasto sintético a la cancha 1 de la Federación. Necesitábamos un complemento así que ese dinero nos cae como anillo al dedo para completar ese proyecto. Aquí se metió el proyecto gol con los fondos para poner la iluminación, poner el gimnasio en condiciones para los seleccionados y el pasto sintético en una cancha pequeña justo enfrente del albergue.



El congreso terminó hace una semana, ¿por qué sigue por aquí?

Nos quedamos con mi señora hasta el 24 disfrutando del Mundial.



¿Con fondos de la Federación?

No. Desde el sábado para acá han corrido por cuenta propia. Y los de mi señora, siempre por nuestra cuenta, obviamente. Lo que concierne a mis gastos del congreso, los cinco días fueron pagados por FIFA.



¿Sabe que en El Salvador se escuchan muchas críticas por este viaje?

La verdad es que supongo que debe haber críticas. Pero tratan de generar desinformación porque estos gastos que provocó la venida de los tres delegados (los otros dos ya retornaron a El Salvador) son pagados en su totalidad por FIFA . No debería haber ningún problema porque es un viaje de trabajo.



Pero también es el Mundial…

Sí, coincide con el Mundial y tiene ese valor agregado extraordinario, pero normalmente es un Congreso donde se viene a trabajar. Hemos aprovechado para reunirnos con gente de CONCACAF, aprovechamos también para presentar un nuevo Proyecto Gol para El Salvador, que nos dé la iluminación de la cancha 1 de la Federación.



¿Qué novedades tiene de El Salvador?

Estuve leyendo elsalvador.com y estaba mirando la noticia relacionada con el supuesto intento de soborno de parte de Municipal Limeño en el partido del repechaje. Entiendo que hay una denuncia y me preocupa mucho el tema. Vamos a ver como sigue.



Y del Mundial… ¿qué aprendizajes se pueden sacar?

La verdad es que es una verdadera fiesta. Ojalá que pudiéramos homologar esto, salvando las distancias y guardando toda proporción, en nuestros torneos locales. Por encima de cualquier cosa, el fútbol integra. Por encima de nacionalidades, razas, lenguajes. Es una fiesta deportiva. Y en El Salvador, lamentablemente, nos falta mucho en ese sentido. Tanto en la parte de los aficionados como en la parte financiera. FIFA, por sus resultados financieros dará eso 250 mil dólares a cada Federación y es algo que nosotros deberíamos tomar como ejemplo. Deberíamos aprender de dirigir el nivel de convocatoria que tiene el fútbol en el mundo.



¿Ha tenido contactos con Joel Aguilar Chicas?

No, ninguno



¿Y qué partidos está viendo?

Me mantuve en Johannesburgo, estuve en el inaugural, México vs Sudáfrica y pude ver también Argentina-Nigeria, Dinamarca-Holanda y Brasil-Corea. Yo trato de empujar siempre por los latinoamericanos, cualquiera que sea de ellos.



¿Y que hará en sus últimos tiempos de mandato?

Estamos trabajando en el proceso de elecciones. Estuve en conocimiento de que nombraron los dos delegados de la primera división, Villacorta y Méndez Cabezas y siguiendo de cerca cada novedad.

Video: con los hermanos hondureños

La familia Honduras


Es cierto, no fueron mayoría ante los chilenos, pero sí que se hicieron sentir. Honduras volvía a un Mundial después de 28 años y fueron muchos los que quisieron estar presentes en las tribunas.


Como los hermanos Andrade, llegados desde Estados Unidos pero de raza cien por ciento catracha. Así lo demuestran con su sola presencia. Sus cuerpos son dos banderas pintadas en la piel…

Justo estaba naciendo Víctor Manuel cuando Honduras tenía un buen desempeño en el mundial de España 82. Y cuenta: “Al día siguiente de haber conseguido la clasificación en el estadio Cuscatlán, reservé los boletos. Y nos vinimos con mi hermano”, dice el mayor de los Andrade.

Y José Eduardo, de 21 años, asiente y confirma: Nuestro sueño era estar en un mundila y hoy lo cumplimos. Estamos felices de conocer todo esto”. Hoy el destino los llevó a Nueva York, la ciudad donde residen. Pero el alma y el corazón siguen siendo catrachos. Por siempre. Y ambos se lo agradecen a mamá Rosa Elena Sampson.

No se van decepcionados. Festejan igual. Saben que Honduras todavía tendrá revancha. Pero obviamente no será fácil, esperan España y Suiza, nada menos. Pero ellos dicen que ya ganaron estando en el Mundial. Habrá que creerles a esas caras azules y blancas rebosantes de felicidad.

Con "H" de histórico

Chile le hizo un gol a la historia. Aunque fue de chiripa, vale igual para cortar la racha de 48 años sin triunfos en los Mundiales. Para la H queda el sabor agridulce de una presentación en falso, aunque algunos ya toman estar en el Mundial como un premio, según aseguraron ayer la mayoría de sus hinchas en el estadio.


Sin Chupete ni David, los dos Suazos goleadores fueron los dos grandes ausentes, uno por cada equipo. Quizá por eso, el partido carecerá de emociones frente a los arcos y el gol será sólo de rebote.

Sin embargo, hay un grito de gol ni bien empezado el juego Es el primer tiro libre de Matías Fernández. Toca la red, sí. Pero por el lado de afuera. Por eso, la ilusión óptica de la gente en las tribunas la ve adentro y festeja aunque en realidad se trate de una falsa alarma.

El miedo escénico, esa frase que popularizó como jugador el hoy director deportivo del Madrid, Jorge Valdano, apareció en escena en los minutos iniciales de Honduras. Demasiado nervioso, con imprecisiones graves en los pases y sin hilo conductor de juego. Los catrachos parecen sentir tanto tiempo sin mundiales. Su última participación había sido la misma que la de El Salvador: España 1982.

Pero con el correr de los minutos todo cambia y de a poco la “H” va entrando en ritmo y despejando los fantasmas del temor. Pavón tuvo una pero remató desviado. Espinoza se escapó por el medio y la pelota rebotó en Gary Medel. Por eso, se levantan los hondureños en las tribunas y empiezan a demostrar la alegría centroamericana. Wilson Palacios empieza a mostrar su extraordinaria jerarquía para hacerse amo y señor de la media cancha. Sin embargo, el partido sigue siendo propiedad chilena…



Vuvuzelas y gol

Parece mentira: en el momento que las vuvuzelas suenan con mayor intensidad, llega el gol chileno que romperá aquella racha histórica. Pareció que el ruido de las cornetas africanas anunciaba el golpe. Y el fin de una era.

No fue gran gol pero vale uno igual. La clave fue el pase en profundidad de Matías Fernández al lateral Isla. Allí se desarmó la defensa catracha. El centro iba para Beausejour pero la pelota le pasó por delante y no la pudo conectar. Igual, sería el autor del gol ¿Cómo? Mendoza se tiró detrás de él para rechazar, la pelota tomó un raro efecto y le rebotó al volante chileno de apellido francés. 1-0 y otro gol de rebote en este Mundial.

El estadio se convierte entonces en una verdadera marea roja. La mayoría de las 32 mil personas que están en el Mbombela de Nelspruit se levantan y gritan por Chile. Y sus jugadores, se agrandan con el aliento. Cuando se juntan Alexis Sánchez y Valdivia en el ataque son cosa seria.

Honduras apenas llega con un tiro libre de Núñez que sacó Bravo. Fue su mayor aproximación de l partido. Demasiado poco para intentar algo más que una participación sin pena ni gloria en el Mundial.

Parece más decidida la “H” en el inicio del segundo tiempo. Pero la solidez del equipo diagramado “made in Bielsa” no le permitirá tener ninguna opción a gol. Cuánto se extraña a Costly y a Suazo.

Alexis Sánchez juega y se divierte. Aunque a veces abusa de la bicicleta al estilo Robinho, su juego es un canto a la frescura de fútbol. Y está cerca de concretar en dos ocasiones. Todo sigue siendo chileno en el juego. Noel Valladares se viste de héroe y tapa un remate increíble, un cabezazo a Ponce, el defensor que se debe haber preguntado toda la noche como hizo para pararle ese testazo a gol. Una atajada que deberá ser nominada a ser la mejor del torneo.

El juego sigue su curso y Welcome y Walter Martínez ingresan para darle más peso a la ofensiva de Honduras pero no le alcanza. Entran poco y nada en juego. Chile domina pero no da la puntada final. Welcome tiene la última y va por arriba del travesaño. Y así, la maldición de un triunfo mundialista se entierra para siempre en Chile. El destino quiso que también fuera un 16 de junio, el mismo día que su última victoria ante Yugoslavia en el Mundial de 1962.

Nace otra era…

Invasión de salvadoreños en Mandela Square

Mandela Square, el lugar tradicional del centro de Johannesburgo, se tiñe de color salvadoreño. De repente, y entre una multitud de turistas que viven el mundial y que buscan sacarse fotos con la estatua de Nelson Mandela, se escucha el tradicional “¡El Salvador, El Salvador!”. ¿Dónde? Allí, por uno de los ingresos al enorme centro comercial, aparecen ellos. Un nutrido grupo de cuscatlecos con varias banderas del país y con su alegría inmensa en los rostros. Colorido azul y blanco.
En total, explican, son un contingente de 17 hinchas que llegaron el domingo y se van a quedar por ocho días. Forman parte de la llamada Ola Verde de Maseca, una empresa que premió a sus mejores clientes con este viaje. Y ellos demuestran su orgullo salvadoreño: hacen flamear sus banderas y gritan por El Salvador, en el lugar más impactante de Johannesburgo. Por eso, también son requeridos por medios de distintas partes del mundo, que le realizan entrevistas.
Los que posan para El Diario de Hoy con el incomparable fondo de la estatua de Mandela son: Adilia Méndez de San Miguel; los hermanos Herbert y Raúl Mendoza Galo, de Usulután; José Orlando Castillo, de Santa Ana; Miguel Pleitez, de Santa Ana; Omar Huezo y Leticia de Huezo, de San Salvador; César Rodríguez y Jorge Rodríguez, de Santa Tecla; Dinora y Alejandro Merlo de San Salvador. Hay algunos más pero se escapan entre la multitud de gente que llega a apreciar el lugar y el famoso monumento.
El que toma la voz del grupo es Miguel Pleitez quien cuenta que “llegamos por parte de una empresa que nos estaba patrocinando el viaje. Formamos parte de la Ola Verde de Maseca, que son cerca de 360 hinchas de toda América”. Y explica como fue la elección: “La empresa ha traído a los mejores clientes de Centroamérica, EE.UU., Venezuela y México. A nosotros, los salvadoreños, nos trajeron también para apoyar al equipo de Centroamérica, Honduras”.
Aunque, a fuerza de ser sinceros, dicen que la mayoría le va a Brasil, y unos pocos a Argentina. Por eso, irán a ver hoy el debut de la “H” frente a Chile a Nelspruit y estuvieron también anoche en el Brasil-Corea del Norte. En todos, prometen mucho ruido salvadoreño y colores de la Selecta. Sólo le faltan unas calentitas pupusas…

16 jun 2010

Video: Karembeu nos habla del Mundial

Sí, es Reynaldo Vásquez

Detrás del gorro y la bufanda está el presidente de la Federación de fútbol, Reynaldo Vásquez, durante el partido Brasil-Corea del Norte. Se quedará una semana más en el Mundial de Sudáfrica junto a su señora. Aseguró que los gastos corrieron todos por su cuenta.

Triunfo helado

¿Habrá sido el frío? ¿Le habrá pesado la presión? ¿O los nervios del debut? Lo cierto que Brasil no brilló a lo Brasil. Y de jogo bonito, nada. Pero le alcanzó para ganar en el debut, con más sufrimiento del esperado y con apenas un gol de diferencia contra Corea del Norte, el rival más accesible del difícil grupo G.


El equipo que todos esperaban al fin hizo su presentación en la Copa del Mundo en la noche más helada del Mundial: 0 grado al inicio y con temperatura en descenso durante el juego. Irónicamente, no le costó entrar en calor porque al minuto Robinho ya había avisado que por sus pies pasarían la mayoría de los ataques canarinhos. Y tuvo su primera jugada de riesgo con un tiro desviado de Elano. La gente lo aplaude, aunque queda la duda si es por el disparo que se fue lejos o para moverse un poco y despejar el frío.

Maicon por derecha, de a poco va haciendo la diferencia. Es marcador, salida clara y se anima al área rival. Lo que se dice, un jugador completo. Se transformará en la llave para el triunfo brasileño.

A los 5 minutos, Brasil ya pateó tres veces al arco. Y el juego es como las tribunas: todo amarillo. Pero será apenas una ilusión. Pasan los minutos, los goles no llegan y lentamente el dominio brasileño se va diluyendo. Robinho es el más incisivo y Maicon, el más peligroso. El resto, no aparece: Kaká, discontinuo y extrañamente impreciso; Elano, con intermitencias y Luis Fabiano, muy aislado entre los centrales coreanos. En síntesis: Brasil va perdiendo volumen de juego.

El partido se hace repetitivo y esperable. Brasil apostado al ataque y Corea encerradito atrás, aguantando el asedio y apostando al contragolpe. Y hasta se anima a probar al arco de la mano de Kwang Chong.

Así se muere el primer tiempo, entre la impotencia de Goliat y las amenazas de David. La gente no está nada contenta.



Precisión y goles

Para la segunda parte no cambia el concepto. Ni el frío. Todo sigue igual. Sin embargo, Brasil parece más decidido a buscar el gol y encontraría la precisión en el golpe final. Robihno volvió a ser el hombre por el que pasaron todos los ataques y se le sumó Elano, mucho más activo que en el primer tiempo.

Pero la defensa cerrada coreana encabezada por Jun Il y Nam Chol no le permite acercarse seriamente a los sudamericanos. Solamente la puede vulnerar un jugador extraordinario. Como Maicon.

El lateral del Inter que pretende el Madrid aprovecha su enésima proyección pero esta vez no tira el centro. No. Saca un terrible derechazo al arco que sorprende a a todos los coreanos, en especial a su portero Myong Guk, que descuida el primer palo. Justo por allí se cuela la pelota para inflar la red y poner justicia al marcador.

Con el gol, afuera los nervios. Parece animarse Brasil. Por izquierda con Bastos, por el centro con Luis Fabiano. Y empieza a desperdiciar chances. Hasta que Robinho frota la lámpara y pone un extraordinario pase para Elano, que define cruzado y festeja con un gol su cumpleaños número 29. Partido liquidado.

¿Liquidado? No, todavía. Faltaba el suplicio final. El golazo de Yun Nam le pone algo de pimienta al partido, que unos instantes antes se creía cerrado. Pero era tarde, Corea no tuvo casi fuerzas para ir por el empate.

Pasó el primer partido del equipo más esperado. Y los hinchas se van con poco fútbol pero con la típica alegría brasileña. Pese a todo, el triunfo no era fácil. Brasil tenía tres rivales a quien derrotar: Corea del Norte, la presión del debut y el frío. Y lo hizo, aunque el Jogo Bonito deba esperar…

Sí a las vuvuzelas


En los últimos días se ha montado una campaña, vaya a saber uno quién la comenzó, en contra de las vuvuzelas. Y se llegó a pedir su prohibición, tanto que el tema lo está estudiando la FIFA. Una locura.


Decirle que no a las vuvuzelas es como pedirle a los hinchas ingleses que no canten; o a los holandeses, que no se vistan de naranja. O a los aficionados argentinos que no tiren papelitos. O a los brasileños, que no bailen samba. En síntesis, se perdería el folklore de un elemento vital para la hinchada de los Bafana Bafana y que ya es imprescindible en el Mundial de Sudáfrica.

Ridículo sonó en la sala de prensa los comentarios de narradores televisivos sobre la molestia que les ocasiona a su trabajo. O de los periodistas que se ponen sus tapones para evitar escucharlas como si no estuvieran en un estadio. Esto es fútbol, señores, no un teatro.

¿Qué su sonido es a veces infernal? Es cierto. ¿Qué los sudafricanos son incansables con la trompeta? También. ¿Qué en cierto momento puede resultar molestas? También, aceptado. Pero las vuvuzelas se han convertido en el alma de este mundial. Y prohibirlas sería el peor de los pecados.

Samba en el frío

El Ellis Park es una refrigeradora gigante. Tanto que deberían, por una noche, cambiarle el nombre: el Glaciar Park. No estaría mal para el día más frío del Mundial. Sin embargo, a ellos y ellas no parece importarle el termómetro ni la sensación térmica. Ellos y ellas son los miles de hinchas brasileños que convirtieron al estadio de Johannesburgo en un mini-Maracaná. Y se despiden a lo canarinho: bailando samba. El estadio se transforma entonces en un sambódromo improvisado, pero con un clima que roza el otro extremo que el de Río de Janeiro.


Uno, dos, tres grados bajo cero. La temperatura oficial marca el descenso paulatino y sin pausa de la temperatura. Pero en las tribunas no quieren hacerle caso al frío. Y los brasileños lo calman con lo que mejor hacen, además de jugar al fútbol: bailar, bailar y bailar…



Frío, frío, frrrrríooo



Era el primer mundial que se jugaba en invierno después del de Argentina 78. Todos los que vinieron después, se hicieron con el agradable verano del sol y las mangas cortas. Hasta ayer, el frío se llevaba bien y se combatía con un simple sweter. Pero ayer, la estación del frío se hizo sentir en toda su dimensión. Desde la mañana, se intuía que iba a ser un día duro y de helada temperatura. Había que prepararse bien para el partido de la noche…

Equipamiento base: dos pares de medias, zapatillas de cuero, un pans debajo del jeans, dos camisetas, un camisa, un sweter, una chumpa, otra más. Gorro y bufanda, infaltables. No alcanza. Confirmado: ni caminando por el Glaciar Perito Moreno se siente tanto el frío.

Habrá que imitar a los brasileños, entonces. Y bailar, bailar y bailar…

Video: las hinchas de Brasil .... y El Salvador

15 jun 2010

Video: salvadoreños en Sudáfrica

Llegaron los salvadoreños a Johannesburgo. Mirá las imágenes en el Mandela Square. El mundial con acento cuscatleco

Video: la fiesta de Holanda

Invasión de rubias

Vea aquí a las hinchas de Holanda y Dinamarca, un clásico de bellezas

En un momento reina la confusión, ¿fútbol o desfile de modelos? Una invasión al Soccer City de cabelleras platinadas al viento es la mejor antesala posible para el esperado Holanda-Dinamarca. Este juego puede quedar en la historia como el partido en el que las rubias fueron mayoría.


Todos se dan vuelta cuando Denise y Sanden pasan vestidas de naranja furioso. Sus minifaldas se convierten en las más miradas de la tarde. Una banda atraviesa su cuerpo y dice Orange WK 2010. Si existiera el concurso, ambas serían serias candidatas a Miss Mundial.

La cerveza corre entre los naranjas. La marca de la B, la birria oficial del mundial, debe estar satisfecha cuando juega Holanda. Sin solución de continuidad ni respiro, una tras otras, se van destapando las botellas. No hay que imaginar lo que debe haber sido el final con el triunfo en la bolsa.

Es curioso, en una Copa de color africano, en el Mundial de las vuvuzelas, ayer fue el día de las rubias… Bienvenidas a la fiesta.

Espaldarazo naranja

El Soccer City abrió sus puertas al fútbol europeo. Y lo hizo con un partido que a, priori, pintaba como uno de los mejores para ver de la primera fase. Se iban a encontrar frente a frente dos de los equipos que mejor eliminatoria habían cumplido. De un lado, Holanda, con su plantel de estrellas y su promesa de juego vistoso y efectivo. Del otro, Dinamarca, un equipo ordenado y peligroso al que muchos le apuntaban como la sorpresa del torneo.


Al final, el partido no tuvo nada del brillo esperado. Y Holanda sacó una merecido victoria pero lejos estuvo de un rendimiento para aplaudir. Es más, encontró de la mano de la fortuna la llave para abrir un juego que se le había cerrado demasiado. En Amsterdam, todavía deben estar agradeciéndole a la espalda de Agger, el autogol que se convirtió en la jugada clave del partido.



Temible



Todavía recuperándose de una lesión, Robben estuvo en el banco y fue la ausencia más notable del juego. Pero lea que nombres los de Holanda de tres cuartos de hacia adelante: Sneijder en el centro, Van der Vaart abierto por izquierda, Kuyt por derecha y Van Persie como punta. Un ataque que da miedo a cualquier rival. Y si no salen las cosas, queda Robben. Y si no puede entrar, aparece un tal Elia para poner la pimienta que faltaba. Demasiado potencial.

Sin embargo, pocas veces los talentosos holandeses pudieron juntarse para darle lustre a esa multitud naranja que no paró de aclamarlos desde la tribuna. Es cierto, jugó mejor que Dinamarca pero también estuvo lejos del nivel que suelen presentar sus individualidades.

El esquema danés fue cerrarse en el medio y apostar a un pelotazo para Bendtner, el peligroso delantero del Arsenal, que no llegó al debut al cien por ciento de su capacidad física. Pocas veces lo pudieron encontrar bien ubicado.

Cuando empieza “la ola” en las tribunas es un síntoma de que en el campo de juego el partido se va haciendo tedioso. Eso fue lo que pasó desde los 25 minutos cuando se jugaba solo en la media cancha. Algún disparo de Kuyt de fuera del área, una combinación de toques entre Sneijder, Van der Vaart y Van Pierse y nada más. Demasiado poco.

El que despertó el partido, y a los hinchas, fue el danés Bendtner quien primero cabeceó muy cerca y después le dio un pase perfecto a Kahlenberg para que defina. Pero el mano a mano lo ganó el portero Stekelenburg, sucesor del legendario Van der Sar, dueño del arco naranja por casi dos décadas. Los daneses, de a poco, fueron perdiendo la timidez y hasta se le animaban al poderoso rival.



Cabeza, espalda y red



Los temibles delanteros de Holanda no pudieron con Sorensen, pero sí pudo, irónicamente, un propio compañero. En una jugada que puede quedar marcada como la de mayor mala suerte del Mundial, Simon Poulsen despejó, mal, un centro; la pelota pegó en la espalda de su compañero Agger y tras dar en el palo, entró mansamente en el arco. Así es el fútbol: todo lo que había insinuado Holanda en el primer tiempo, lo termina encontrando de chiripa en el inicio del segundo.

A partir de allí se vio lo mejor del equipo de Van Marwijk: Holanda se tranquilizó, empezó a manejar la pelota con toques cortos y ponerle profundidad cuando fue necesario. Así Van der Vaart estuvo a punto de marcar un gol de antología con un toque mágico al borde del área que contuvo bien Sorensen. Si era gol, habría que haber cerrado el Soccer City…

El ingreso de Eljero Elia por el propio Van der Vaart revolucionó el partido. El delantero de 23 años del Hamburgo alemán enloqueció a la defensa danesa y fue vital para que los holandeses merecieran más goles que el 2-0 final.

En gran parte por su “culpa”, el final fue a toda orquesta para los naranjas: Sneijder con rebote, disparó al travesaño; Kuyt marcó tras una pelota en el palo de Elia y este mismo delantero estuvo a punto de aumentar en el final. Los últimos 20 minutos fueron, por lejos, los mejores de Holanda. Si juega así, se lo puede seguir considerando candidato. Si juega como lo hizo durante los otros 70’, volverá a sufrir y a depender de la fortuna si pretende meterse entre los mejores.

La hinchada más alegre del mundo


Si existiera un hipotético mundial de hinchadas, Ghana sería la campeona del mundo. El colorido y el espectáculo que dieron ayer en el Loftus Stadium de Pretoria fue inolvidable. Y no sólo por la victoria de su Selección. Antes, durante y después del partido estuvieron de fiesta y baile.


Algunos pueden acusarlos de que el juego les importe poco y nada. De que la táctica y estrategia les valga. Puede ser cierto. Porque mientras las “Estrellas negras” derrotaban con justicia a Serbia adentro del campo, afuera ellos y ellas estaban en lo suyo: armar un carnaval de sensaciones.

Trajes típicos, danzas, cantos ancestrales… Todo vale. Y banderas, muchas banderas. Dos requisitos solamente para pertencer a esta gran hinchada: vestirse de amarillo y desbordar alegría.

De los 40 mil asistentes al partido, unos 30 mil fueron ghaneses. Y tampoco es que por estar en África este país quede tan cerca de Sudáfrica. A su capital Accra la separan de Pretoria, la capital sudafricana, 4,500 kilómetros. Sin embargo, las distancias ayer se acortaron y el estadio parecía el de la capital ghanesa.

Antes del juego, su colorido y entusiasmo contrastaba con la frialdad serbia, una hinchada mucho más apagada que terminó de apagarse con el final.

Ese mismo final que ahora sí une a jugadores e hinchas. La misma danza que durante el partido hicieron en las plateas, la repitieron los jugadores en el campo después del debut victorioso.

Poder africano

John Patsil agarró una bandera y corrió a lo largo de todo el campo de juego. El número 4 ghanés festejaba como loco mientras sus compañeros danzaban en la mitad de la cancha. Se festajaba un título? Ghana ya pasó la primera fase? No, apenas ganó el primer partido pero para Ghana esta victoria tuvo un sabor muy especial: se convirtió en la primera alegría africana y por eso arman la mayor celebración del mundial hasta el momento. Emociona ver como festejan jugadores y gente. ¿Por qué no? Si tantas veces vieron , hoy que ganaron están en todo su derecho de


El estadio Lotus Versfeld se asemeja a una caja de bombones desde su vista aérea. Adentro está revestido de amarillo. Claro, juega Ghana y el colorido africano de estos hinchas es difícil de disimular. No está en el campo Sudáfrica pero su espíritu está latente las vuvuzelas se escuchan como si los Bafana Bafana hubieran ganado por goleada. Y en un estadio más pequeño el volumen se va a las nubes. Escasean los tapones de oídos

No es un partido fácil para los africanos. Enfrente está la Serbia de Stankovic y Vidci, figuras en ligas primermundistas (Italia e Inglaterra, respectivamente). Y la incógnita es saber como va a responder sin su figura descollante: Michael Essien. Para trazar un paralelo, una Ghana sin Essien es como una Argentina sin Messi o una Portugal sin Cristiano Ronaldo. Es demasiado hándicap…

Sin embargo, no se nota su ausencia. Además, tiene otros grandes jugadores (todos los titulares juegan en fuertes ligas europeas: Inglaterra, Alemania, Francia e Italia). Y Ghana tuvo la iniciativa durante todo el partido para dominar al físico fútbol serbio. Vueltas de la vida, el técnico ghanés, Milovan Rajevac, también es serbio. Y sabe como jugarle a sus compatriotas.

El partido es trabado, luchado, peleado hasta aburrido en la primera mitada. Fue Ghana las que tuvo las mejores aproximaciones a la portería de Stojkovic pero sin desmasiado peligro. Por eso, el público se entretiene en las tribuna y se inaugura la “ola” mundial en Pretoria. Nadie se queda en su asiento.

En la segunda mitad, Ghana justificó su triunfo y hasta debió haber ganado por más goles. Porque le agregó profundidad a su toque corto. Y así fueron llegando los chances: un cabezazo de Asamoah Gyan (Rennes de Francia) al poste, un disparo de Boateng () cerca hasta que llegaron los errores serbios.

Primero la justa expulsión de Lukovic por doble amonestación. Y después de lma´s calrra serbi (Se lo perdió Krasic) llegó el infantil penal de (mano en el área) que Gyan transformó en gol. Pudo aumentar Ghana con otra corrida de Gyan que pegó milagrosamente en el palo con el portero Stojkovic.

Video: los portugueses gritan por El Salvador

14 jun 2010

Video: los "agujeritos" del Soccer City

Video: mexicanos confiados

La fiesta de Ghana

En el interior de la hinchada de Ghana se vivió una fiesta. Y estuvimos con ellos Si clickea aquí, puede ver todas las imágenes y un video de los festejos.

El primer hincha de la Selecta en el Mundial



Víctor Bonilla cumplió el sueño de su vida a los 63 años. Está en Sudáfrica disfrutando de su primer Mundial de fútbol y se convirtió en el primer hincha de la Selecta presente en la Copa del 2010. Como no podía ser de otra manera, está todo de Azul. Gorro de El Salvador, camiseta de la Selección y dice que hasta las medias son azules. Disfruta del color del Mundial y de los partidos y hace especial hincapié en seguir a sus favoritos: Argentina, Brasil y España.


“Estoy disfrutando esto como loco. Es lo mejor que hay, no tiene comparación con nada venir a un Mundial” explica don Víctor en la grada superior del Ellis Park, el legendario estadio enclavado en el centro de Johannesburgo, mientras observa las gambetas de Messi y las indicaciones de Diego Maradona.

Nacido en Santiago de María, Usulután, vive actualmente en Zaragoza, La Libertad y pasó varios años de su vida en Estados Unidos. “Me vine vía Nueva York. Fue un viaje cansador pero muy feliz. Y me quedaré toda la Copa del Mundo. No pude estar en la inauguración pero tengo ticket para la semifinal y la final”, cuenta con una sonrisa bien grande como Johannesburgo.

¿Y cómo se decidió a venir Don Víctor?

“Durante muchos años quise estar en un Mundial y nunca había podido. Como venían varios amigos guatemaltecos, ellos me decidieron a llegar aquí. Un amigo ha ido a nueve mundiales y me decía que era una cosa única…. Me convenció y ahora lo entiendo”.

Dice que repartirá sus sentimientos por Argentina, Brasil y España, aunque se queda con la albiceleste: “Por ser latino”. Pero siempre llevará los colores de su corazón a cada estadio donde vaya.

“Estoy orgulloso de ser salvadoreño y quiero que la gente lo sepa. Por eso estoy con la camiseta y el gorro”, explica, como si hiciera falta. Y se anima a exteriorizar su sueño: “El Salvador va a estar en el Mundial de Brasil 2014l, claro que va a ir. Y por supuesto, ahí voy a estar yo acompañando a la Selecta”.

Como la mayoría de los visitantes en el Mundial, Bonilla elogia a los sudafricanos: “Sudáfrica es todo lo contrario de lo que se oía antes. Todo lo negativo que supuestamente tenía Sudáfrica, ahora es todo positivo, cuando uno lo vive aquí. La gente es muy amiga, muy amable. Nos han recibido como sus propios hijos. Realmente es increíble este pueblo sudafricano”, indica agradecido.

Pide un saludo especial para enviar a El Salvador, vía El Diario de Hoy. “En este momento tan lindo me quiero acordar de todos los amigos de La Cueva, el Ademar Club, nuestro lugar de reunión”.

Y deja la conclusión final: “Esto es lo mas bello de mi vida. Esto no tiene precio”. Y se aleja, contento, con su atuendo de azul inconfundible…
13 jun 2010

Invictus y Maradona

Quien haya visto la película Invictus se habrá familiarizado con el estadio donde ayer hizo su triunfal debut la Argentina de las dos M (Messi-Maradona). En dicha película, se recreó la historia de la unificación sudafricana después de la segregación racial del Apartheid y este escenario tuvo mucho que ver. Aquí fue donde Nelson Mandela coronó la campaña de los Springbooks (el seleccionado de rugby sudafricano) un equipo que era odiado por la raza negra por ser un símbolo del Apartheid. La actitud de Mandela fue justamente ponerle un punto final a los rencores y reconocer al deporte de los blancos en Sudáfrica, en su propio templo. El le entregó la copa del mundo a los campeones del mundo


Hoy, pocos vestigios quedan de aquella lucha de colores y razas. Y del rugby. Este es el tiempo del fútbol, que durante el Apartheid era considerado el deporte de los negros. Hoy todos disfrutan de Messi, del deporte de la redonda. De Maradona, el más fotografiado. Aquí también odiado y amado, pero nunca indeferente…

De cabeza a la ilusión

“Que de la mano de Maradona, todos la vuelta vamos a dar…”. Cientos, miles de argentinos, aflojan sus emociones y descargan sus garganta. El Ellis Park, mítico estadio del rugby sudafricano, se pinta de celeste y blanco por varios minutos. Algunos, desafían la temperatura y hasta se sacan la camiseta para revolearla. Es el final del partido y él es el principal protagonista a pesar de no haber jugado. Maradona responde a los hinchas con las manos en alto en el centro del campo, allí adonde fue a abrazar a sus jugadores. El primer paso está cumplido. Falta mucho, un montón, pero siempre es muy importante, casi vital, empezar ganando. Y Argentina lo hizo. Con algún sufrimiento sobre el final, pero lo hizo.





“Que de la mano de Maradona, todos la vuelta vamos a dar…”. Cientos, miles de argentinos, aflojan sus emociones y descargan sus garganta. El Ellis Park, mítico estadio del rugby sudafricano, se pinta de celeste y blanco por varios minutos. Algunos, desafían la temperatura y hasta se sacan la camiseta para revolearla. Es el final del partido y él es el principal protagonista a pesar de no haber jugado. Maradona responde a los hinchas con las manos en alto en el centro del campo, allí adonde fue a abrazar a sus jugadores. El primer paso está cumplido. Falta mucho, un montón, pero siempre es muy importante, casi vital, empezar ganando. Y Argentina lo hizo. Con algún sufrimiento sobre el final, pero lo hizo.


Da para ilusionar esta Argentina de Maradona y Messi, esta pareja tan despareja que ha formado el Mundial de Sudáfrica. Manejó por momentos a su placer la pelota y sobre todo se vio a Messi muy enchufado. Tuvo destellos de genio, asistió a compañeros y mostró sus apiladas patentadas. Fue el mejor, pero… ¿y el gol? Fue lo único que le faltó pero hubo un “culpable” casi exclusivo: un portero llamado Vincent Enyeama, que ataja en una liga menor, la israelí, y ayer se coronó de manera internacional. Él se empeñó en que el debut de la Pulga en este Mundial quedara acéfalo de goles…. Pero queda un consuelo: si Messi continúa en este nivel, ya vendrán varios gritos.

Argentina tuvo unos primeros minutos fantásticos, de película. Hizo todo bien: rotar la pelota con seguridad, mover de un lado a otro a la confundida defensa nigeriana, tener profundidad. Llegó el gol a los 6’ y pareció el mundo del revés con el intercambio de roles: el Pipita Higuaín fue quien falló las definiciones y Gabriel Heinze el que acertó. Fue un penal de cabeza del ex Madrid (certero testarazo desde el punto de los 12 pasos) y fue la única fisura que vio el excelente portero nigeriano. ¿Jugada preparada por Maradona? Quizás, lo seguro es que el centro de la Brujita Verón fue perfecto.

Messi se adueñó del equipo y esa es una muy buena noticia para Argentina. Es lo que siempre le requirieron los hinchas de la albiceleste que veían como brillaba en Barcelona pero desaparecía en su equipo. Ayer fue todo lo contrario, se convirtió en la figura de Argentina y mereció irse con algún festejo propio.

Se aquietó el partido tras el gol y paulatinamente Argentina fue perdiendo brillo; apenas lo despertaba algún que otro destello “made in” Messi, seguido de la ovación en las tribunas. Los otros hombres ofensivos no estuvieron a su altura: El Pipita Higuaín, extrañamente errático, Di María desparecido, y Tévez voluntarioso pero desordenado, no fueron los acompañamientos ideales para el 10. Eso sí, las veces que lograron triangular fueron un dolor de cabeza constante para los defensores africanos.



Amplio dominio y a sufrir

Las frías estadísticas muestran que Argentina debió ganar por más goles. Fueron 7 tiros al arco contra uno del rival y un 58 por ciento de posesión del balón.

Pero lejos estuvo de ser todo color de rosa en el debut mundialista del Maradona DT. También sufrió y Nigeria tuvo algún chance para empatar el juego. Cada ataque de Nigeria era un dolor de cabeza en el banco albiceleste, sobre todo si llegaba por el lado de Jonás Gutiérrez. El del Newcastle fue el jugador más perjudicado del esquema superofensivo que presentó Maradona, que salió a jugar con 4 hombres de ataque. Jonás debió desdoblarse por derecha y eso le restó rendimiento. No está acostumbrado a ser marcador y por su costado, el derecho, el ataque nigeriano encontró su manera de dañar al fondo argentino.

Sin embargo, Nigeria nunca fue equipo totalmente decidido a empatar y a pesar de ir perdiendo terminó esperando a una Argentina que seguía desperdiciando chances. Por momentos, el esquema del sueco Lagerback se pareció a aquel que presentó el Inter de frente al Barcelona en las semifinales de Champions. Dos líneas de cuatro bien pegadas con especial atención en Messi. Pero en eso sí que no se pareció nada a aquel esquema del técnico portugués. Ayer Messi si pudo desequilibrar a sus marcadores.

Con Verón algo cansado y Milito con pocos minutos para reemplazar a un Higuaín con la pólvora mojada, Argentina fue manejando el final del partido y la fiesta empezó a adueñarse de las tribunas, con amplia mayoría de sudamericanos. Esta vez los cantitos típicos de los gauchos les ganaron a las vuvuzelas…