Ghafana Ghafana

Nunca un equipo, con la obvia excepción de Sudáfrica, fue tan local en el Mundial como lo fue ayer Ghana. Los sudafricanos se pusieron la bandera de África en el Mundial y a falta de Bafana Bafana, llegó el tiempo de alentar a los nuevos Ghafana Ghafana.

En Johannesburgo, varios días atrás, la pasión ghanesa se fue contagiando. De persona a persona, de boca en boca. Y ayer en el Soccer City, defender el honor del continente pareció un principio irrenunciable. Ghana, único representante de la región que pasó la primera ronda, fue el gran beneficiado con el movimiento africano.

La bandera roja, amarilla y verde, con la estrella negra en el centro, aparece en todos lados. En camisetas, en caras pintadas, en enormes pabellones…, en el corazón.

Los medios tuvieron mucho que ver con esta movida. Desde los diarios instaron a apoyar a los ghaneses. “Hoy África es Ghana”, fue el resumen de los títulos. Y en la televisión oficial sudafricana embanderaron todo con el pabellón ghanés. El periodismo fue la punta de lanza de tanta pasión.

Y los hinchas, vibraron. Gozaron con el partido, sufrieron con los penales. Como todos, se emocionaron. Las lágrimas de ellos fueron parecidas a las de los uruguayos. Pero no iguales. Estos ojos humedecidos, son de tristeza. No hay explicación. Así es el fútbol… y mucho más cuando se define por penales.

3 jul 2010

El cielo es Celeste

Todas las sensaciones en un segundo. Cuando esa pelota, picada por el Loco Abreu, cruza la línea de meta y le da a Uruguay la clasificación a semifinales, el cielo es más celeste que nunca. Esos jugadores que se abrazan a la distancia con todo el pequeño país de Sudamérica que se paralizó para verlos, el más chiquito de la región pero enorme de corazón, lloran de alegría. Y emociona a todos, hasta a los sudafricanos que estaban locos por Ghana. Se terminó. Uruguay está entre los mejores cuatro equipos del Mundo ¿Quién iba a decirlo?


Afuera del Mundial se quedó una digna Ghana, quizá sin merecerlo porque estuvo a punto de ganarlo en el último minuto del tiempo extra: pero la fortuna se ensañó con su mejor jugador, Asamoah Gyan, y ese penal que tuvo la posibilidad de cambiar la historia del fútbol del continente olvidado, se estrelló en el travesaño y se fue al cielo. Y el cielo, quedó dicho, ayer fue celeste furioso. En Montevideo, en Colonia, en La Paloma, en todo el territorio charrúa. Y también aquí, en Johannesburgo.

Fue un partido bárbaro, adentro y afuera del terreno de juego. En el campo, hubo de todo: se jugó al límite durante 120 minutos, con una vergüenza deportiva admirable. Y tuvo un dramatismo pocas veces visto. Afuera, también todo fue excelente: el 90 por ciento con los “Ghafana Ghafana” y ese puñado de uruguayos que todavía sigue festejando gritando y agradeciendo… Sí, al cielo.



Parejo y luchado



Antes de esa vibrante definición hubo un partido bien parejo. El primer tiempo se repartió el dominio casi en partes iguales. Con la única y gran diferencia del gol. Uruguay no lo encontró en su momento; Ghana no perdonó y se fue al descanso con el golazo de Muntari desde 30 metros, con ayuda del “efecto Jabulani”: la pelota se desvió en el aire y descolocó a Muslari.

Uruguay fue puro centro. Y algunos pasaron peligrosamente cerca del portero Kingson. Por momentos, Suárez y Forlán demostraron por qué son considerados en Sudáfrica una de las grandes duplas del Mundial. Y Kingson, personaje central del partido, hizo la única parada de cabeza de un portero en el campeonato. Fue ante un desvío en su compañero Mensah. Pasó el tiempo de Uruguay…

Y llegó el momento de Ghana, favorecido por la lesión de Diego Lugano, capitán y puntal de la defensa celeste quien debió abandonar el campo de juego después de que Asamoah se le cayó arriba de su rodilla. Tampoco estaba Godín, con molestias antes del partido. Las ausencias parecieron notarse más en ese lapso del partido. Así, Uruguay se vio presionado por los africanos que probaron con Borsah y Gyan. En varias respondió Muslera, pero nada pudo hacer ante el remate en comba de Muntari, el volante del Inter por primera vez titular en Ghana.



De locos

Forlán, con una importante ayuda de Kingson, puso el 1-1, a diez minutos de iniciado el segundo tiempo, en el que siguieron las emociones: Kingson fue inclasificable y se convirtió en el portero con más errores seguidos en el Mundial. Después del gol, falló en otras dos ocasiones. Pero después se recompuso y volvió a salvar a su equipo dos veces ante Luis Suárez. Un juego de locos.

El ida y vuelta final avisoraba inexorablemente el tiempo extra. Las ghaneses trataron de imponer sus mejores físicos. Los uruguayos dejaron la vida en cada pelota, haciendo honor a la garra charrúa. Así se llegó al segundo alargue del torneo.

En la prórroga, la arenga del maestro Tabárez influyó en el ánimo de sus jugadores. Sobraba corazón pero faltaban piernas. Lo que no decayó fue el ruido de las vuvuzelas, con mayor intensidad cuando Ghana se acercaba al área celeste.

Lo mejor estuvo en el final: con la presión ghanesa que bajaba de las tribunas y contagiaba a los jugadores, el equipo fue y apretó. Y puso a Uruguay contra su arco. Tanto, que no lo ganó de milagro. La última jugada tuvo todo lo que se necesita para amar al fútbol: pasión, rebelión, espectacularidad, tensión. La mano de Suárez en la línea pareció sentenciar a los uruguayos. Pero el penal de Gyan no entró...

Tenía otra chance Ghana, pero no la aprovechó. El Loco Abreu picó una pelota para la historia. Y desató la locura. El festejo es enorme: no puede ser menos: ¡Uruguay semifinalista! Y los jugadores miran al cielo: “Gracias por tanto celeste”.

Bobo, el rey del Mundial es polaco

Entre todos los personajes que aparecen en las tribunas durante un Mundial hay uno que es el Rey. Se trata de Andrzej “Bobo” Bobowski, quien a sus 70 años se jacta de ser el hincha con más partidos en los Mundiales.

Su figura no pasa desapercibida. Ni por su tamaño ni por su vestuario. Y todos quieren esa foto para el recuerdo con Bobo. Es casi tan requerido como Xavi o Maradona.

Enseguida muestra su carta de presentación: nacido en Varsovia, Polonia, asistió a todos los mundiales desde Argentina 1978. Y antes de empezar Sudáfrica sumaba la friolera de haber asistido a 102 partidos mundialistas. Calcula estar en 24 partidos en este mundial. Cuenta su currículum de aficionado: vio en vivo al Matador en el 78, a Paolo en el 82, a Diego en el 86 y 90, Romario en el 94,Ronaldo en 2002 y a Zidane en el 98 y 2006. “Es un privilegio estar aquí en Sudáfrica”, completa. También fue a todas las Eurocopas desde Italia 1980. Un verdadero grande

En la FIFA existe el club de los 100 para los jugadores con más partidos internacionales. ¿Para cuándo el club de los 100 entre los hinchas? Su presidente no hay dudas, sería el Bobo.

Todavía no se sabe quién será el campeón de la Copa. Pero el Rey del Mundial es polaco.

2 jul 2010

Sorpresa mundial: Brasil afuera

El Mundial de las sorpresas dio la más grande en cuartos: Brasil se quedó afuera de la Copa. Holanda le dio vuelta el partido después de ir perdiendo 1-0 (gol de Robinho). Felipe Melo (en contra) y Sneijder cambiaron la historia en el segundo tiempo. Brasil, en el final, fue un equipo sin alma y se despidió tristemente.

Entrevista a Zamorano: "Los entrenadores no arriesgan"


Iván Zamorano juega como antes: potente, desequilibrante, con un cabezazo certero y demoledor. Hoy, en un pequeño partido con otras ex estrellas del fútbol mundial organizado por la fundación Fútbol Forever, lo demuestra en cada balón que le llega. Al finalizar, acepta la entrevista con El Diario de Hoy. Es hora de hablar de las estrellas del fútbol actual, que a su criterio, están un tanto apagadas.


“Hoy si puedo decir algo del Mundial, que es una Copa muy discreta en cuanto a propuestas, sobre todo en ofensiva –inicia el diálogo con EDH-. Les falta un poco más a los entrenadores arriesgar. Estoy orgulloso por los equipos sudamericanos que han sido grandes protagonistas de este Mundial, además de España y Alemania, que son los equipos que de una u otra manera son los equipos que me han llamado más la atención”.

Trabajando para la televisión mexicana y chilena, el otrora gran goleador merengue, analiza uno por uno a sus candidatos:

Argentina: “Tiene una propuesta netamente ofensiva, con delanteros que pueden definir en cualquier momento”.

Uruguay: “Exactamente lo mismo. El Maestro Tabárez le ha imprimido un plus especial al equipo uruguayo con dos hombres arriba como Forlán y Luis Suárez que te pueden liquidar en cualquier momento”.

Paraguay: “Tiene jugadores ofensivos muy importantes pero le falta el jugador de enganche que habilite a estos jugadores porque han marcado de verdad muy pocos goles”.

Brasil: “Contundente. Dunga les ha enseñado a jugar al fútbol, hoy se ve con claridad un equipo de fútbol, no sólo se divierten en la cancha sino que saben defender bien”.

España: “Es el fútbol que da gusto verlo. Cuando toca, de verdad es un arte. Y en ese sentido, yo pienso que va a ser un equipo que no va a ser fácil ganarle”.

Alemania: “Es uno de los equipos que más goles ha hecho, jugadores como Oezil, Klose y Podolski que hacen la diferencia”.

Zamorano hace la salvedad que este es el momento donde se ven los grandes equipos: “Ahora, a partir de los cuartos, vamos a ver de que están hecho todos esos equipos para conseguir cosas importantes”, indica.

Tampoco se olvida de su Chile: “Lo vi muy bien. Me siento contento y orgulloso por ese equipo. Todo el esfuerzo y el sacrificio que hicieron los muchachos y el buen juego que tuvieron me conmovieron”

¿Y El Salvador, Zamorano? ¿Lo invitaron de Fútbol Forever a conocer el país? “Sí, me invitaron, a ver si puedo ir este año. Con un poquito de suerte, creo que estaré por ahí”. Lo esperamos Bam Bam.

El partido de Fútbol Forever


Alrededor de la bandera “Fútbol Forever” El Salvador-Sudáfrica estuvieron grandes cracks de distintas épocas. Jugaron un mascón por la causa. Y estuvieron, entre otros, el Pibe Valderrama, Stoichkov, Zamorano, García Aspe, Hermosillo, Balboa y el inefable Bora Milutinovic.

La historia los espera

Cuestión de historia. Escribir una página de gloria en el deporte de ambos países se juega en el inédito partido de cuartos de final, esta noche (en el mediodía de El Salvador) en el Soccer City: por un lado, la Uruguay doble campeona del mundo pero que hace 40 años que no llega a una semifinal. Del otro, el equipo más simpático del campeonato, Ghana, que buscará ser el primer país africano en meterse entre los cuatro mejores del mundo en un Mundial. El que gane, será leyenda.


Ambos llegan con la moral por las nubes. Si los uruguayos están contentos, los ghaneses están felices. La Celeste ganó “el grupo de la muerte” y despachó, no sin dificultades, a los coreanos en octavos de final. Las Estrellas Negras dieron la gran nota, primero dejando fuera a Serbia y Australia en la primera ronda y luego a Estados Unidos, en octavos.

Uruguay ya está instalado en esta ciudad, la más grande de Sudáfrica. Hace dos días transformó la tranquilidad de Kimberley por el ruido y el tráfico de Johannesburgo y ayer conoció por primera vez el Soccer City. Sus jugadores pisaron el césped donde hoy van por la hazaña. Tienen un equipo equilibrado y un par de delanteros de lujo internacional: Suárez y Forlán. Habrá una baja sensible: Diego Godín, con problemas físicos. El resto está perfecto y confiado: la garra charrúa es capaz de todo.



Sudáfrica embanderada



Si había alguna duda sobre el sentimiento de los sudafricanos una vez eliminados los queribles Bafana Bafana, se diluyó con el enorme apoyo que tendrá Ghana en el Soccer City esta noche. El equipo que juega como vive, “cantando, bailando, riendo”, según sus propios jugadores, ha despertado la mayor de la simpatías entre el público local. Y, además, ha motivado una campaña pública para apoyar al único equipo africano en la competencia.

Johannesburgo amaneció ayer embanderada. Pero no de pabellones sudafricanos. No. Eran todas banderas ghanesas. Ni en Accra, su capital, se debe haber visto tanto colorido verde y amarillo. También estuvieron ayer en el Soccer City y hubo público para alentarlos. Las vuvuzelas esta noche sonarán tan fuertes como cuando jugaban los Bafana. A preparar los oídos.

En el aspecto futbolístico, suplieron con entereza la baja previa de su gran estrella, Michael Essien. Los ghaneses han demostrado tener mucha técnica y potencia física pero les falta llegada al área. Si lo hacen, son un equipo temible. Hoy no jugarán Mensah ni Ayew, piezas importantes.

Una cita con la historia, un encuentro con la gloria. El honor de escribir un capítulo trascendental del fútbol uruguayo o ghanés está en juego. ¿Se puede pedir algo más?

Diario de un voluntario

Leandro Colautti es argentino y tiene 26 años. El año pasado se inscribió en el sueño de participar del Mundial como voluntario, con alguna remota posibilidad de cumplir su sueño. Dicen que el que no prueba, no gana. Un pequeño detalle, junto a él se anotaron otros 70 mil jóvenes de todo el mundo. El cupo era de 15 mil para todo el torneo, pero también allí aparecía otro detalle: 14 mil debían ser africanos. Esperaba un milagro, casi.
Cuenta que le contestaban en diciembre y que sólo pedían dos requisitos: hablar en inglés y tener el pasaporte en regla. Pero pasó ese mes, empezó el nuevo año y… nada. Así, que cuando ya no había esperanzas, lo llamaron en febrero de la Embajada de Sudáfrica. Y hoy, aquí está, en el medio del centro de prensa con su chumpa de voluntario… Dicen que los milagros existen.
De las 15 áreas que tiene el voluntariado mundial (marketing, protocolo, servicios al espectador, entre otras), Colautti se anotó en la de prensa por una sencilla razón: es periodista en Argentina. Trabaja en radio provincia, donde pidió licencia por dos meses para vivir el mundial. Como él dice, “una experiencia vibrante”
¿Cómo es un día de un voluntario? Se divide según haya partido o no en la sala de prensa donde le toca estar. Colautti ya es un viejo conocido del Soccer City porque desde varios días antes de que inicie el mundial, ya estaba instalado aquí. Y esta enorme carpa, la más grande de todas las salas de prensa del Mundial es casi como su segunda casa. “En los días que no hay partidos sólo se trabaja 5 o 6 horas, pero aumenta a medida de que se acerca el juego. Un día antes, vienen los equipos a entrenar y dan conferencias de prensa, entonces se trabaja mucho más. Y el día del partido, no hay horario estipulado, estamos todo el día aquí”, dice con cansancio pero feliz.

Fútbol y periodismo

Su trabajo es bien variable. Desde tomar declaraciones en zona mixta para el sitio de la FIFA hasta solucionar inconvenientes técnicos. Desde repartir las estadísticas hasta moderar los pases y acomodar a los periodistas en sus lugares en el estadio, algo que a veces se convierte en una tarea titánica por los problemas que suelen presentar los colegas.. “Es un trabajo bien de prensa, hay que estar en todo”.
¿Y dónde viven los voluntarios? Los fueron repartiendo en distintas pensiones. Al argentino le tocó una en Windsor, a unos 15 kilómetros de Johannesburgo. “Funciona como una casa de estudiantes, con ciertos lujos”, cuenta. La comparte con otros voluntarios latinoamericanos, entre argentinos y mexicanos.
Lo que más le fascina, además de ser fanático del fútbol, es “la experiencia de estar en contacto con gente de todos los lugares del mundo, nunca imaginé conocer periodistas de El Salvador, por ejemplo. Y es divertido porque siempre te piden comentarios por jugadores de Argentina”.
Para los voluntarios, como Leandro, no fue fácil llegar aquí. Ellos se deben pagar el pasaje y la organización les da el alojamiento, transporte y comida, y unos pocos viáticos. “La cuestión aquí no es ganar plata, para nada”. Y dice que si hace cuentas, sale ganando porque se dio algunos lujos: ver gratis varios partidos, entre ellos el inaugural y también espera hacerlo en la final. “Si uno suma eso, es un montón de dinero”, cuenta.
Explica que por lo que vio él, todas las decisiones las toma el Comité Organizador y no la FIFA, para sorpresa de muchos. “La FIFA entrega el torneo y después evalúa. Su gente supervisa y da directivas pero no se mete en detalles. No están en la organización diaria sino para las grandes cosas”. Y también cuenta algo de la intimidad: “Uno, estando del lado de adentro, se da cuenta de un montón de cosas, cosas impensadas. Por ejemplo todo lo que se necesita para montar conferencias de prensa y estar en todos los detalles, que no falle nada, que no le falte ninguna estadística ni siquiera a los traductores. Cuando termina un partido, empieza el verdadero trabajo”, cuenta Coluatti.
Y allá va, a seguir repartiendo estadísticas de la FIFA, que inunda de papeles la sala de prensa. Colautti sigue con su rutina, la del diario de un voluntario.

Video, El Pibe Valderrama: "El Mundial es muy malo"

Clickeá en el título y mirá lo que nos dijo El Pibe
1 jul 2010

Video: Bam Bam Zamorano quiere ir a El Salvador

Zamorano analiza los equipos del Mundial y habla de El Salvador.

Video: una plática con Kluivert

Patrick Kluivert, ex del Barcelona y Holanda, habló con nosotros. Clickeá en el título y miralo.

Video: Salguero, contra los dirigentes salvadoreños: "Todos quieren ser presidente"

El dirigente de FIFA de Centroamérica critica con todo a los dirigentes del fútbol salvadoreño.

Tres históricos solitarios

Hay revuelo en el entrenamiento de los árbitros en Pretoria. La calma habitual de la escuela donde practican se ve interrumpida por la prensa. Es día de atención a los medios y hay más de 400 periodistas que quieren buscar explicaciones de los errores arbitrales que perjudicaron a Inglaterra y México.


Todos los árbitros (excepto Larrionda y Rossetti, los que cometieron los errores) estarán disponibles para hablar durante media hora a lo largo del campo de entreno. Y allí están los salvadoreños. Con su buena vibra, con sonrisas y bromistas. Pero se los ve solitarios, hablando entre ellos, sin ninguna cámara alrededor. Cuentan que en el primer día les pasó algo igual, pocos se acercaron a conversar con ellos. Y, se lo tomaron a broma. Hasta los otros árbitros les decían a los colegas periodistas: ‘Vayan y háganle notas’. Dicen que fue uno de los días más divertidos que vivieron en Sudáfrica.

“Al final, El Diario de Hoy los salvó hoy”, es el comentario entre risas. “Que bueno es ver una cara conocida por acá”, repiten, con tono jocoso. Aguilar, Torres y Zumba muestran su gran humor. No fueron designados como árbitro y asistentes principales, pero igual hicieron historia: fue la primera terna salvadoreña que participó en un Mundial. Y marchan con ventaja rumbo a Brasil 2014…

Zumba y Torres, los lugartenientes

Juan Zumba y Francisco Torres completaron la terna arbitral salvadoreña en Sudáfrica. Ambos se dividieron los partidos y fueron quintos árbitros (posibilidad de reemplazar a los asistentes si se lesionan) en los juegos donde Joel Aguilar fue la cuarta autoridad. “Logramos el objetivo de estar en un Mundial y es nos llena de felicidad” dijo Juan Zumba, quien recordó lo que extraña a su esposa Yamileth Gómez, su hija Daiana y sus padres Juan y Dina, todos de Ahuachapán. “Esto fue un sueño hecho realidad, aprendimos mucho”, repitió William Torres.

Entrevista: Joel Aguilar y su "experiencia inigualable"

Joel Aguilar Chicas no para de sonreír. Está feliz en sus últimos momentos en Sudáfrica y no lo disimula. Es su primera experiencia en un Mundial de mayores y junto con sus asistentes, Juan Zumba y William Torres, cuenta que la disfrutó al máximo. Haber sido designado como terna suplente (al final no pitó ningún partido y fue cuarto árbitro en 6 juegos) no hace mella en lo más mínimo en su ánimo. Y tampoco conocer que fueron elegidos entre las 11 ternas que abandonan Sudáfrica antes de los cuartos de final. En la plática, amena y distendida, en la escuela de Pretoria, donde se entrenan todos los árbitros, se respira el ambiente del Mundial.

¿Cómo vivieron con tus asistentes esta experiencia mundialista?
La verdad es que desde que recibimos la designación, estuvimos muy contentos. Estar acá ha sido una magnífica experiencia, de crecimiento en la parte profesional y laboral. Y también en la parte humana. Uno aprende muchas cosas de las instructorías, de los compañeros. Esto le permite a uno tomar experiencia y estar preparado para otros eventos.

¿Tenían más expectativa en las designaciones?
El hecho de haber estado en mundiales juveniles, uno aprende a digerir eso. No se piensa, si voy a ir o no. Ellos saben buscar los árbitros idóneos. Uno si va, contento. Y si no, no pasa nada. Estar acá ya es ganancia.

¿Un Mundial es tal cual lo imaginabas?
Participé en otros seminarios y uno ya se familiariza con esto. Yo me imaginaba algo así en la parte técnica, en la parte de la concentración, en la parte de la convivencia. Obviamente ya en la parte de trabajo fue diferente, fue una experiencia nueva y agradable.

¿Dónde se realizó más hincapié en la parte técnica?
No es tanto donde se fortalece más porque todas las reglas son importantes. Sí se requiere un grado de concentración grande para hacer un trabajo planificado y en equipo.

¿Conocías Sudáfrica?
Sí, había estado hace un año.

¿Entonces viniste preparado para el frío?
Nooo, esto es demasiado helado (risas). La primera vez que vine, le comentaba a mis compañeros, el frío era tremendo. Y lo hemos vivido también durante el Mundial, días de mucho frío. En Italia-Paraguay, estaba de cuarto árbitro, y las manos las sentía inmovilizadas porque el frío era tremendo.

¿Qué sentimientos produce ser parte protagonista de un Mundial?
El primer juego que me tocó, Francia-Uruguay, estaba algo nervioso. Pero es normal. Era nuestra primera participación y uno no quiere que se le escape ningún detalle. Antes del juego, confieso que sentí un poquito de nervios. La experiencia ha sido grande porque uno ha estado con jugadores superprofesionales que se comportan como tal dentro y fuera de la cancha.

¿Regañaste al técnico francés Domenech en ese juego?
Sentí que era necesario poder llamarle la atención porque se estaba exaltando mucho y obviamente el acató la indicación.

¿Tuviste algún otro altercado con alguno de los protagonistas?
No, todo dentro de lo normal. Sin embargo, antes del juego se dieron situaciones en la que uno tiene que estar presto ante el equipamiento. Por ejemplo, un jugador de Nigeria quería entrar a jugar con un anillo, algo prohibido. Pero siempre acataron las indicaciones con profesionalidad.

¿Cómo es el clima en la intimidad de los árbitros?
Aquí somos una familia. La filosofía de FIFA es que todos no llevemos bien. Hay con quien tenemos más afinidad como Baldassi, Simon, Ruiz.

¿De ellos también se aprende cuando dirigen?
La experiencia de los que te he mencionado es grande. Y uno nota situaciones, que de repente uno dice ‘esto me lo guardo porque en algún momento lo puedo poner en práctica’. Ellos resuelven determinadas situaciones con facilidad.

¿Cómo viste los errores que perjudicaron a Inglaterra y México?
Es algo normal, jugadas que en el fútbol suceden. Nadie quiere fallar en una situación de esas, obviamente nos sirve tanto a nosotros, como al gremio para poder estar atentos ante situaciones que uno no espera. Son tan rápidas que nadie quiere fallar.

¿Se habló de esto en la intimidad de los árbitros?
No, no

¿Y se empezó a debatir el uso de tecnología?
La FIFA y la Internacional se encargan de analizar eso. Y si ellos no lo avalan, para nosotros no es necesario porque es parte de la vivencia del fútbol, de los buenos o malos comentarios. A título personal no me parece que haya mayor teconolgía.

También falló la televisión oficial al repetir las jugada polémicas en los estadios…
Es el diario vivir de los errores, de los árbitros, dirigentes, periodistas. Es una comidilla de indios donde todo el mundo quiere sacar provecho. Ahí se cometió un error, nadie le dio mayor realce a la situación. Y sin embargo, le dieron mucho mayor realce por eso. Es normal, no pasa nada. Pero sucede que el fútbol se vuelve muy pasional y eso hace que se digan cosas que no están dentro del margen en su momento.

¿Cómo ves el Munidal desde lo futbolístico?
Está difícil el juego de Alemania-Argentina. He visto muy fuerte a Alemania, Brasil que empieza a demostrar que empiezan de menos a más. Creo que son las más fuertes del torneo.

Ya se vuelve a El Salvador ¿Qué fue lo que más extrañó casi un mes en Sudáfrica?
La familia, la convivencia con los amigos, la comida.Pero uno se mentaliza que va a estar un número de días y debe disfrutarlos. Sabemos que es un privilegio estar aquí, pero de repente hace falta las pupusitas (risas).


Agilar Chicas explica la función que le tocó realizar en este Mundial.
¿De qué se encarga específicamente un cuarto árbitro?
Cuando uno llega al estadio, ver toda la parte administrativa. Mirar el terreno de juego, revisar balones, ver el programa de la hora regresiva, ir a los camerinos a revisar a los jugadores, hacer un chequeo de sus uniformes, colores, indicaciones de lo que no es permitido como joyas, las medias de un solo color. También hablar con los técnicos de que sólo una persona a la vez puede estar dando instrucciones. En el terreno de juego, tener el control en las bancas, ver que todo esté dentro de lo normal, que no haya protestas al equipo arbitral, ver situaciones en el terreno de juego que se le escapen al árbitro. Por ejemplo, si observo de repente una conducta violenta, le debo informar al árbitro por el intercomunicador. Obviamente, estar presto a las sustituciones y llevarle el control al árbitro para el tiempo que se va a recuperar.

La plática con el principal por el intercomunicador, ¿es fluida o lo hacen en determinados momentos?
Depende, cada árbitro planifica diferente. Algunos piden que cada quince minutos hagan un recuento de lo que está sucediendo, informar cuantas faltas para dar el tiempo adicionado, etc. Otros, no.

¿Y cómo te entendías por ejemplo, con la terna japonesa?
En inglés o en español. Pero ellos se comunicaban en su lengua y yo estaba “¿cómo?, ¿qué están diciendo?” (risas). Pero la mayoría siempre habla en inglés y es el idioma que más se usa.

La lógica de las vuvuzelas

La lógica de las vuvuzelas es no tener lógica. Por eso suenan en todo momento, en todos los estadios. Lejos de los gritos del público del fútbol, que generalmente aumentan a medida de que crece el peligro ante los arcos, en el caso de las trompetas sudafricanas nada tiene que ver con esto. No hay razón natural para que suenen más o menos fuertes.


Sus sonidos aumentan en cualquier momento: cuando hacen un lateral, cuando hay un saque de arco, cuando el árbitro cobra un “offside”, cuando la pelota pega en el travesaño, cuando termina el partido. Y también suenan, obviamente, en los goles. Es realmente divertido cuando se hacen pequeñas melodías que sigue todo el estadio.

Sin embargo, a través del recorrido por los distintos escenarios del Mundial, se puede certificar que hay dos momentos, inexplicables, en los que suenan más fuerte que en todos los demás y en el que los sudafricanos se ponen de acuerdo para soplar las trompetas más famosas del momento: cuando anuncian la cantidad de público que hay en cada estadio y cuando se anuncian los minutos del tiempo extra.

No hay que volverse loco preguntando. Ni buscarle razones. Este enviado ya lo hizo. Y la única respuesta es que no hay lógica.
30 jun 2010

La onda Samurai

Los hinchas de Japón tienen una premisa: vestirse de samurái. Y la cumplen a rajatabla. Allá donde haya una barra de japoneses, siempre habrá uno de esos legendarios guerreros. Ayer, ante Paraguay, no fue la excepción. Y el mayor colorido estuvo de su lado en el Loftus Stadium, aunque terminaron tristes por la eliminación.

Guaraní histórico

Cómo no festejar así enloquecido como “Tacuara” Cardozo, autor del último penal. Cómo no llorar como el “Tata” Martino, creador de este milagroso Paraguay. Cómo no saltar como locos como esos hinchas desbordantes de emoción en las plateas. Los guaraníes se metieron por primera vez en su historia en cuartos de final de un Mundial. Sólo así se explica tanto festejo. Afuera quedaron los japoneses de la manera más despiadada: en la definición por penales.
Era un partido, que antes de empezar, se sabía especial: Ni Japón ni Paraguay habían jugado nunca unos cuartos de final. El premio para el ganador era demasiado tentador. Y quizá por eso fue así el juego: nervioso, trabado, luchado, peleado. Casi siempre en la mitad del campo. Se jugó mucho con el corazón y poco con la razón. El resultado fue lógico a lo largo de los 120 minutos: 0-0.
La iniciativa la tomaron los sudamericanos y los Samurais empezaron agazapados, esperando dar el golpe en su momento, como en todo el campeonato. Su fortaleza es la velocidad y ese talento de pelo pintado llamado Honda…
En los primeros 20 minutos no pasó nada. Absolutamente. Paraguay manejó el balón pero en mitad de cancha vía Ortigoza y Riveros pero ni pisó el área. Japón, deslucido, apostaba a un pelotazo. Nada… Pero en dos minutos, se despertó el partido y se acabaron los bostezos en las tribunas del Loftus de Pretoria. Primero Lucas Barrios hizo un dribbling de su sello dentro del área y el portero Kawashima le sacó el gol. Después fue Matsui quien probó en el otro arco y su pelota se estrelló en el travesaño.
De a poquito y en silencio, casi desapercibido, Japón fue adelantando sus líneas. La referencia siempre fue Honda. Es como si los ataques nipones no valieran si la pelota no pasara por él. A veces, pecó de egoísta. Como cuando hilvanaron la mejor jugada asiática y no le cedió el pase a un solitario Okubo. El gol, cada vez más lejos.

Al estilo Bielsa

Paraguay sintió la presión y en el segundo tiempo salió decidido a llevarse la victoria. Benítez se demoró en un remate y Riveros se lo perdió de cabeza. Síntomas de que los albirrojos buscaban evitar alargue y penales. El DT Martino se decidió a mandar a la cancha a Haedo Valdez, tercer delantero junto a Barrios y Santa Cruz... El técnico argentino de Paraguay, apodado el “Tata”, fue discípulo de Bielsa y así lo demuestra: en cada paso, en cada táctica, en cada cambio.
Por el lado de Japón, Honda se quedó sin gasolina pero Kengo Nakamura entró inspirado y revolucionó el mediocampo. Aunque las situaciones de riesgo, siguieron escaseando…
Tanto que la prórroga pareció de otro partido, por lo menos en los primeros minutos, cuando hubo más chances que en los 90’ precedentes. Se lo perdieron Nakamura, en un arco y Barreto y Barrios, en el otro. Pero después se acordaron que estaban jugando unos octavos y volvieron a imponerse las defensas sólidas y el fútbol de marca. Todo listo para los penales.
Allí, en esa instancia, se falló apenas uno y por poquito. Pero es suficiente. El remate de Komano dio en el travesaño y se fue afuera. Fue el único penal que se erró. Y después llegó la sangre fría, helada, de “Tacuara” Cardozo que pateó el último penal como si estuviera en el patio de su casa. ¡Guaraní histórico!
El mundial se quedó sin asiáticos. Será cosa de europeos o sudamericanos. Y con un invitado estreno en los cuartos: esta Paraguay sólida, dura y férrea y que ahora, vaya ironía, festeja con lágrimas.

Video: una plática con la terna salvadoreña

Conversamos con los representantes del arbitraje salvadoreño en el Mundial: Joel Aguilar Chicas y sus asistentes Juan Zumba y William Torres.
29 jun 2010

Video: los niños de Soweto

Clickea en el título y mirá a los pequeños habitantes de Soweto

Video: batucada brasileña

La fiesta "nao tem fin".

Video: chilenos con parientes en El Salvador

Mirá el video de los aficionados de la Roja.

Los Bafana Brasil

“Brasil, laralalala…” Suenan la batucadas y desfilan los disfraces. Es el carnaval de Río pero en las tribunas del Ellis Park, que los brasileños ya conocen casi de memoria. En Johannesburgo hay bastantes grados menos de temperatura que en la fiesta que paraliza a Brasil, pero con el mismo calor interno de los hinchas que ayer inundaron el mítico estadio en el corazón de Johannesburgo.


Es un placer mirarlos bailar y seguirles el ritmo. En el inicio, el frío pareció aplacarlos, pero los goles de Juan y Luis Fabiano, en dos minutos calentaron el ambiente. Ahí se terminó de desatar la “festa”…

“Ohhh, soy brasileiro, con muito orgulho, con muito amor…” es casi como un himno. Y se repite dos, diez, cien veces. Los chilenos sienten la goleada y su espíritu decae. Es lógico.

Del otro lado, los sudafricanos que también le van a Brasil, terminan de conformar esos 55 mil fanáticos que festejan. Sin Bafana Bafana en el Mundial, la canarinha ocupa el primer puesto en las preferencias. Como en todo el mundo. Uno se da cuenta cuando habla con ellos, pero utilizan el inesperado inglés y no el tradicional portugués. Pero, en cualquier lengua, celebran. Y en el estadio lo hacen con cerveza. Prometen caipirinha para el festejo final por las calles de Johannesburgo.


Un bus varado en Johannesburgo


Ciertas veces, el retorno de los estadios mundialistas rumbo el hotel, no son cosa fácil para los periodistas que están en el mundial. Justamente anoche fue una de esas veces. Cuando se había terminado la tarea en el centro de prensa, cuando quedaba casi nadie en los alrededores del estadio, cuando el frío de la madrugada se sentía cada vez más y cuando llegar a dormir era lo único que importaba…, empezaron los problemas.


El bus parece un refrigerador. Hace más frío adentro que afuera. De calefacción, ni hablar. Los transportes de la FIFA deberían salir a cada hora del estadio pero no siempre se cumple el horario. Como anoche. Y tras una larga espera… ahora sí en marcha.

En el bus hay colegas salvadoreños (Rodrigo y Salvador, el famoso “Ronco”), argentinos, venezolanos y coreanos que chatean y parecen aislados del mundo exterior. Pero también hay una imperfección mecánica que es cada vez más evidente. Tanto, que el bus se quedará en una esquina descampada de Johannesburgo y ya no arrancará más. A esperar el reemplazo con la luna como solitaria acompañante.

El conductor insulta en cada uno de los 11 idiomas oficiales de Sudáfrica y se baja del bus hablando por teléfono. Insólitamente, tampoco se lo verá más. Cuando pasados 40 minutos la decisión es bajar, lo encontraremos en una gasolinera cercana haciendo lo mismo que cuando salió del bus: hablando por celular… La única solución, entonces, es un taxi. Y hacia ella vamos. Pero no es fácil indicar la dirección exacta de del lugar, no hay rótulos en 5 km a la redonda. Al final, el carro llega y nos deja en el nunca tan esperado hotel. Son las 4 am. El partido había terminado exactamente 6 horas antes.

¿Y los coreanos? Seguían en el bus…, chateando, aislados del mundo exterior.

O Rei de la contundencia

Brasil siempre es Brasil. En todos los mundiales. Aunque en Sudáfrica 2010 venía en deuda, ayer lo sufrió en carne propia una digna selección chilena, de las mejores de su historia. Pero se terminó rindiendo ante el rival al que todos temen y que tras la exhibición de anoche vuelve a sacar lustre de candidato después de una deslucida primera fase.


Juan, Luis Fabiano y Robinho fueron los nombres del 3-0. Pudieron ser más. También es cierto que Chile hizo méritos para llevarse el de la honra. Pero poco importa ahora. Los de Dunga ya están pensando en el rival de cuartos, Holanda, un verdadero clásico del fútbol mundial. Los de Bielsa, siguen soñando con su sombra verdeamarelha que ha tomado como costumbre eliminarla de los mundiales. Algo quedó claro anoche tras el juego en el Ellis Park: Brasil es candidato puesto a llevarse su sexta corona.



Planteos contrapuestos



Los planteos previos, confunden. Demasiado conservador Brasil, demasiado ofensivo Chile ¿Es el mundo del revés? No. Es el mundo de Dunga y de Bielsa. Así son sus técnicos y así su aceptación en ambos países: a Dunga lo resisten muchísimo en Brasil, a pesar de su equipo ganador; a Bielsa lo aman en Chile, a pesar de que ya está de regreso de Sudáfrica. El técnico argentino de la Roja decidió poner cuatro delanteros (Suazo, Alexis Sánchez, Bouseajour y Mark González) para atacar a la selección que lidera el ranking mundial. Vaya audacia; por algo le dicen “Loco”.

Sin embargo, la apuesta no le salió del todo bien al entrenador. Los chilenos intentaron presionar arriba, irrenunciable manera de jugar de este equipo, pero el planteo de Dunga fue efectivo y regular. Marcó supremacía. Los primeros chances son todos de Brasil, cuando se lo perdieron sucesivamente Luis Fabiano y Gilberto Silva.

El partido se metió en una meseta que ni el talento de Kaká ni las piruetas de Robinho podían sacar. Poco y nada pasaba cuando Brasil encontró el gol de una pelota parada: preciso centro de Maicon, certero cabezazo de Juan. Y Bravo, a buscarla adentro de su arco.



Festa



Tras el gol, Brasil fue un festival. Se vio su mejor versión en el Mundial y hasta quiso parecerse al Brasil del Jogo Bonito. Ojo, parecerse, porque está muy lejos de serlo. Pero Kaká pareció ni enterarse de esas discusiones tribuneras y armó una hermosa jugada para servirle el segundo a Luis Fabiano. El 9 de Brasil y su terrible capacidad goleadora sentenciaron la cuestión.

Chile apostó por la habilidad de Valdivia y Millar para dar vuelta la historia en la segunda parte. Pero fue cuando más dominó Brasil, que dio la sensación de tener el partido controlado siempre. Entre Gilberto Silva, Ramires y Dani Alves se encargaron de adueñarse del medio campo. Y pareció que el equipo hizo los goles cuando quiso. Como el tercero, que llegó con otra excelente jugada individual, esta vez de Ramires para una exquisita definición de Robinho. Su remate desde afuera del área fue un poema para todos los hinchas del fútbol…. excepto los chilenos.

Chile demostró su orgullo y amor propio en el final. Fue con todo al frente, pero le faltaron demasiadas cosas. Intentó por los costados, pero le faltó profundidad. Suazo peleó todas, pero le faltó claridad. Y Alexis Sánchez dio muestras de su enorme talento, pero le faltó continuidad. Así, futbolísticamente quedó lejos de un Brasil contundente y efectivo. Y que en cada contraataque ejerció una tortura psicológica para el portero Bravo.

El partido se fue con la fiesta en las tribunas y los aplausos de Dunga para sus jugadores. El Mundial no da respiro: ya deberá pensar en Holanda, en unos cuartos de final de lujo. Dos viejos conocidos en un clásico mundial.

Soweto, un viaje al mundo real


Quienes llegan para el Mundial, suelen vivir en una burbuja; la burbuja del fútbol. Sobre todo los dirigentes y altos mandos de la FIFA, instalados en los fastuosos hoteles cinco estrellas de la zona de Mandela Squera, la más cara de Johannesburgo y, seguramente, de toda Sudáfrica. Los jugadores, encerrados en sus concentraciones, poco y nada se enteran de la cultura, las costumbres y la realidad del lugar donde se juega el Mundial. Y tampoco, los periodistas y público visitante, conocen demasiado: llegan pura y exclusivamente a ver, disfrutar y trabajar de la Copa. Muy poco detrás de ello.


Por eso, vale el recorrido de alejarse a unos 40 minutos del ambiente mundialista para descubrir la otra cara de la Nueva York Sudafricana, tal como es conocida Johannesburgo. La zona buscada se llama Soweto, barrio marginal y mítico a la vez, símbolo de la lucha antiapartheid y bastión de la defensa de los derechos negros en las épocas más sangrientas de este país.

En esta gigantesco lugar, donde viven más de dos millones de personas, existen obviamente, distintos niveles de vida. Hay zonas carenciadas y otras donde nace una modesta clase media. Allí, aseguran, no es posible caminar para desconocidos o turistas, casi imposible adentrarse en el lugar. El nivel de criminalidad es alto y la paranoia reina. Como siempre, nunca se sabe cuánto hay de realidad y cuánto de fantasía en las amenazas del resto de los habitantes de la ciudad. Aunque también se asegura que ha dejado de ser el barrio de miserias de hace años y se ha transformado en la idea de una nueva Sudáfrica: hasta se ve un centro comercial con las marcas más caras del mundo, algo impensado durante los negros más oscuros de Sudáfrica.

En este barrio se realizaron innumerables matanzas contra los negros en nombre de la segregación racial en los infames 60. En la recorrida, el lugar se vislumbra apacible a los ojos y sin rastros de resentimiento. Y, como en cada lugar de este país, simpática la gente. Sobre todo los niños, que regalan su mejor sonrisa y aceptan detener el masconcito por una foto que nunca verán en sus vidas.

A propósito, no hay calle en Soweto donde no ruede una pelota de fútbol ¿Frío? Si ,bastante pero no importa, sobre todo al mediodía, cuando el sol parece disimular las bajas temperaturas del invierno sudafricano. La traumática eliminación de los Bafana Bafana en primera ronda no detiene el entusiasmo por patear un balón, aunque sea en medio de la calle y sin arcos.

Como un monumento emblemático, hoy como museo, se erige la casa de Nelson Mandela. El que la imaginó amplia o con vestigios de grandeza, se equivocó. Es nuestro caso. Es una modesta casa, lugar pequeñísimo, donde el gran líder pasó 30 años de su vida y volvió después de estar 27 años encerrado para convertirse en el preso político más famoso del mundo. Allí, en ese cuarto minúsculo, forjó sus gigantes ideas de liberador.

De repente, el Soccer City se ve como un gigante inalcanzable. Allá a lo lejos, la silueta inconfundible de la gran olla se dibuja en el horizonte. Es casi un orgullo de Soweto. Aunque estos niños descalzos jamás pateen una Jabulani o lleguen a jugar en ese escenario de postal. Y nada cambiará para ellos cuando la efervescencia por el Mundial desaparezca en apenas 13 días.

28 jun 2010

Un mundo con periodistas

Imagínese usted, señor lector, una gigantesca tienda de campaña donde entren más de 2,000 personas. A eso agréguele computadoras portátiles, cables, cámaras de fotos, grabadoras, celulares y todo elemento tecnológico de última generación, repartidos en cientos de largas mesas. A ello, agréguele un restaurante, una cafetería y algunos negocios. Y cientos de personas hablando en diferentes lenguas. Ese es el paisaje reiterado en cada uno de los estadios: los centros de prensa. Es donde se genera, se elabora y se procesa la información del Mundial para todo el planeta; es el mundo de los periodistas en Sudáfrica 2010.


El centro de prensa por excelencia está en las afueras del Soccer City, el principal estadio de este Mundial. Allí se ha montado el enorme IBC, International Broadcasting Center, donde está la televisión del mundo y todas las radios que han comprado los derechos para transmitir el mundial. En esos largos pasillos separados por bloques, uno se puede cruzar con personalidades del fútbol de ayer y hoy como Zamorano, Karembeu, Francescoli, Wenger, Batistuta, Arrigo Sacchi, Carlos Bianchi, Chilavert… y siguen las firmas. Todos son requeridos por los periodistas; muchos de ellos se niegan a dar entrevistas, alegando que tienen exclusividad con los medios que los contrataron. ¿Será cierto?

Para la prensa escrita, hay montada una de esas carpas que impresionan por su dimensión, descriptas en el inicio del artículo. Está a la par del estadio, la gran olla africana donde se jugó el partido inaugural y que será escenario de la final. A unos 50 metros de donde juegan los mejores del mundo, los cronistas de los medios impresos, diarios, revistas y páginas web, no paran de sacarle lustre al teclado de las computadoras. El lugar se transforma casi en una segunda casa en Johannesburgo. ¿O es la primera?

Al llegar, uno busca espacio donde encuentre y nadie tiene su asiento asegurado. En ciertos momentos y en ciertos partidos, no habrá ni silla ni conexión de internet disponible. En otros, tendrá todas las comodidades para sentarse a escribir y navegar por internet. Y se puede conseguir hasta un lugar cerca del televisor, que están repartidos a todo lo largo de la sala. Pero es casi como una quiniela. Por eso, lo recomendable es llegar temprano e iniciar el día desde allí.

Habrá que tener suerte con los compañeros que se sientan a escribir a la par. Los europeos son tranquilos, excepto los italianos e ingleses, quienes suelen hablar a los gritos entre ellos. Aunque en eso, los primeros en el ranking negativo son los mexicanos cuando aparecen en barra: si uno los ve, lo mejor es sentarse… bien lejos. Los asiáticos suelen llegar en multitudes, pero se los ve siempre respetuosos y de buen humor. Y los africanos, fundamentalmente los anfitriones sudafricanos, siempre tendrán una sonrisa grande a mano.

Dentro de los estadios, también se trabaja y mucho. Los periodistas buscan su mejor ubicación entre los pupitres (prioridad para los colegas del país que está jugando y para los grandes medios internacionales), que cuentan con todas las comodidades: teléfono, conexión a internet y monitores de TV.

Entre fotógrafos y camarógrafos, cada uno con sitios especiales donde ubicarse, completan la fauna periodística. “Un mundo sin periodistas” deslizó alguna vez el premier británico John Major cuando lo consultaron como sería felíz. Se ve que nunca estuvo en un Mundial de fútbol.


¡Estaba habilitado!

En las fotos que circulan en Sudáfrica por Internet, te muestran que a Tévez lo habilitaban Kiko y el Chavo. Y que el remate de Lampard no fue gol.

Video: emoción durante el himno argentino

Si clickeas en el título verás como los argentinos corean su himno

Fútbol Forever: en el Mundial y con proyectos para El Salvador

En el Mundial de Sudáfrica, Alejandro Gutman, presidente de Fútbol Forever, además de su trabajo en los medios, se dedicó a establecer contactos para que la Fundación pueda llevar reconocidas figuras a El Salvador. Habló con Shakira, telefónicamente con Alejandro Fernández y con Christian Karembeu para que llegue a El Salvador el equipo de las leyendas del Real Madrid.


El contacto con Shakira se realizó aprovechando la estadía de la colombiana en Sudáfrica. La cantante tiene su propia Fundación llamada Pies Descalzos y comentó conocer el trabajo de Forever en El Salvador. “Si me invitan, voy encantada”, dijo Shakira tras el ofrecimiento para que llegue al país. Sólo falta gestionar la confirmación con la

Lo de Alejandro Fernández llegó por medio de Carlos Hermosillo, ex jugador de la Selección mexicana y hoy comentarista de Fútbol de Primera. Se lo llamó telefónicamente al cantante y se combinó una reunión en México en julio para ajustar los detalles de la visita, que de concretarse sería en el estadio Flor Blanca.

En cuanto a lo de las leyendas del Real Madrid, también se avanzaron en gestiones para que pueda jugar en El Salvador frente a un combinado de glorias de Latinoamerica, en el que estarían Francescoli, Higuita y el Pibe Valderrama, entre otros. El equipo de Madrid sería similar al que jugó ante el Milan, con presencias de peso internacional, con Butragueño, Figo y Zidane, entre otros. Ya se estableció el contacto con “El Buitre”.

Tres proyectos de gran envergadura para la Fundación Fútbol Forever que necesita del apoyo de la gente y los empresarios para poder continuar haciendo su gran tarea educativa en lugares como La Campanera, Santa Eduviges o Lourdes, por citar sólo a algunos.

Una repetición prohibida

En el palco de prensa del Soccer City nadie lo puede creer. ¿Habrá sido por el frío que ya casi nubla la vista? Y ese viento indomable que se mete nadie sabe como por las chumpas y el pantalón. Pero es cierto: por las pantallas gigantes del estadio, se ve la repetición del primer gol y la clara posición adelantada de Tévez. Se sabe que la FIFA es muy estricta en este tipo de cosas y prohíbe, dentro del campo, las repeticiones de jugadas polémicas. Ayer hizo todo lo contrario. Y casi arma un desastre…


También ven la reiteración dentro del campo el Vasco Aguirre y sus jugadores. Y recién ahí se enteran del off side del Apache. Porque antes, nadie había reclamado, quizás por la rapidez y lo curioso de la jugada.

Los mexicanos estaban preparados para sacar del medio. Pero al ver el “replay”, salen disparados hacia el línea italiano Stéfano Ayroldim, quien también lo vio por las pantallas. Y seguramente, le entró la duda “¿qué hago ahora?” La plática con el árbitro Rosetti parece eterna. Alguno arriesga que van a cambiar el fallo. También la FIFA es muy clara en esto: no se puede apelar a un video para cambiar una decisión arbitral. Por eso, el gol es sancionado, aunque sea un error. Para pensarlo, ¿no?

Lo que sí genera discusiones es como “se le escapó” a la televisión de FIFA esa reiteración que vieron todos, públicos y protagonistas. Y la broma surge entre los cronistas: ¿No habrá estado manejando los controles de las pantallas algún mexicano? Y un colega asegura: “Si esto pasaba en la Bombonera, quemaban todo…”

Vientos gauchos

Apareció otro protagonista negativo del mundial. Como si no haría falta con el tránsito y el frío, anoche en el Soccer City hizo su estreno el viento. Pero los hinchas no le dieron la más mínima importancia… Cantan como si fuera la última vez. Tanto mexicanos como argentinos muestran un coraje envidiable a la hora de alentar a su equipo.


También ayer aparecieron los papelitos y los rollos que arroja la hinchada gaucha en cada estadio en su campeonato local. Hasta obligaron a parar el partido y convirtieron al Conejo Pérez en un empleado de limpieza del campo de juego. Y, una vez más, volvieron a entrar en escena los sombreros mexicanos. Esos que parecen cada días más grandes.

El viento es mucho y la temperatura parece menor a los 4 grados que marca la sensación térmica en esta ciudad. Pero algunos están empeñados en desafíar el invierno. Y se sacan las camisetas para revolearlas sí,… al viento. Y continúan gritando.

¿Cómo estarán las gargantas de esos hinchas hoy por la mañana? ¿Alguien podrá levantarse sin gripe? El Mundial sigue, pero seguramente mexicanos y argentinos estarán “mudos” por un par de días. O por lo menos, afónicos.

El duelo de cantos fue lo más interesante que se vio en las tribunas en todo el Mundial…, después de las vuvuzelas. Algunas agresiones entre aficionados de ambos países intentaron empañar en el final una fiesta que fue de todos: de los sombreros mexicanos y los papelitos albicelestes.

Polémica, golazos y cuartos

Resulta curioso, el partido en el que peor jugó Argentina en el Mundial fue el que más cómodo ganó. Porque, quitando los primeros minutos cuando México estuvo a punto de pasar al frente, después resolvió el partido con holgura y sin ver peligrar el resultado, a pesar de ser ampliamente dominado en el aspecto territorial. Lo ayudó la suerte y el error grosero del árbitro y su asistente en el primer gol. Messi esta vez no brilló; lo hizo Tévez. Los gauchos pasaron y ahora se viene la poderosa Alemania en cuartos de final: deberá mejorar mucho Argentina si quiere superar esa fase y a semejante rival.
México se despidió entre su buen juego del mediocampo y su inoperancia e impotencia a la hora de generar peligro. Manejó el balón y maniató a Argentina. Pero no hizo goles y tuvo pocos chances. No le interesa eso a los hinchas gauchos. Mucho menos a Maradona. Festejan revoleando camisetas y pañuelos, como si estuvieran en Buenos Aires y no en el frío Johannesburgo.
De mutuo respeto, excesivo, fue el comienzo. Los técnicos sorprendieron con algunos titulares: Aguirre se la jugó con el Bofo Bautista y a Chicharito Hernández arriba; Diego, con Maxi en lugar de Verón. Fue México el que inició mejor y acercó a Johannesburgo los fantasmas de Alemania, cuando jugó mejor que Argentina. Y sorprendió con dos remates de larga distancia. El primero fue de Salcido, que dio en el travesaño, con error incluido del portero Romero. El segundo fue de Guardado, que se fue besando el poste la Jabulani… Goles que se pierden en un arco…

Doble golpe de nocaut

México distribuía con mayor precisión en la mitad de la cancha y así dominó el partido. Rafa Márquez fue el termómetro del equipo y Guardado y Giovanni, el desequilibrio. Pero le faltaba esa explosión que mostró su rival. Argentina, sin hacer mucho, llegó al gol de la mano de su jugador distinto, Messi, quien robó una pelota y asistió a Tévez. Tras un rebote en el Conejo Pérez, otra vez la Pulga se la dio a Carlitos quien definió de cabeza. La TV mostró después que estaba claramente adelantado (ver diario de viaje).
No tuvo tiempo de recuperación, México, cuando le llegó el segundo golpe. Golpazo, defintivo, de nocaut. Osorio se equivocó feo y se la dejó servida al peor rival en el mejor lugar: al Pipita en el área. Higuaín definió como lo que es, el goleador del Mundial.
Después, aprovechando los errores mexicanos, tuvo más chances Argentina. Di María e Higuaín estuvieron cerca del tercero, pero no pudieron concretar. Hubiera sido demasiado injusto. El descanso llegó con pelea incluida detrás del banco se suplentes. Y Cuauhtemoc, en el medio de todo.

La misma historia

Entre el dominio abrumador de México, casi nunca con peligro, y la pasividad argentina, transcurrió la segunda mitad. Aguirre intentó con el ingreso de Barrera por un inexpresivo Bofo Bautista. Y volvió a manejar el balón en la mitad de la cancha. Pero igual que en el primer tiempo, lo sacudió un gol, esta vez un golazo.
Justamente eso, un ataque explosivo y rendidor, es lo que le falta México. Y, a su vez, es la principal arma que tiene esta Argentina. Casi como una cuestión de orgullo, Tévez, al final la gran figura del partido, le “rompió” el arco desde 25 metros al Conejo Pérez y demostró que no sólo hace goles en off side. Fue el tercero; partido liquidado.
Argentina mostró su peor versión en Sudáfrica en los 35 minutos siguientes. Desparecieron Di María y Maxi Rodríguez y Messi tuvo su partido menos relevante en el Mundial. Así, le dejó pelota e iniciativa a México, que no pudo aprovechar su abrumador dominio territorial. Y claro, cuando “la Pulga” no entra en juego, Argentina se desdibuja .
Chicharito hizo el gol que tanto merecía México, pero lo cierto es que después no volvió a llegar con peligro. Es más, la más clara fue para Argentina. Pérez se lo sacó a Messi cuando se decretaba el final. Se le sigue negando el gol.
Continúa la maldición del cuarto partido para México y deberá volver a esperar otros cuatro años para buscar el famoso quinto juego. Para Argentina el sueño continúa… aunque su juego cada vez luzca menos y sus rivales compliquen cada vez más.

Video: la locura de un narrador ghanés

Locura en Ghana por la clasificación. Si clickeas en el título verás como lo narraron, vía celular, para la radio de Ghana y también los festejos finales de la afición

27 jun 2010

África pura

Rustenburgo es mucho más parecido a África que las grandes ciudades de Sudáfrica. Esa es la primera impresión que queda al llegar a este lugar, ubicado a poco más de 200 kilómetros de Johannesburgo.

Por acá no se ven las grandes autopistas, ni los rascacielos cinco estrellas de la ciudad sudafricana más importante. Tampoco hay brillantes carros de lujo o cafés de primer nivel como se ven por Pretoria, la capital administrativa del país. Rustenburgo es otro mundo. O lo parece.

Apenas un par de calles asfaltadas y el resto de tierra colorada. Apenas un par de casas de ladrillos y el resto de chapas. Los pisos de las casas, en muchos casos, son de tierra. Ahí, justo atrás del salón María, donde se corta el pelo al aire libre y a la luz del sol, aparece el imponente Royal Bafokeng, el estadio mundialista que recibe su nombre de las tribus que habitaban la zona antes de la invasión colonial.

Es como si fuera de otro lugar, no coincide con el escenario natural. El gigante, refaccionado para el Mundial con millones de dólares, es un mudo testigo de otra realidad. De otro mundo.


Ghanadores

“¡Ghana, Ghana!” El grito retumba aunque sean minoría. Terminó el partido y la gente baila. Y el estadio parece ponerse en sintonía. Suena Bob Marley por los parlantes y entonces es el tiempo de la locura.


Cuanta alegría hay en estos ghaneses que hicieron más de 4,500 kilómetros para ver a su Selección. Valía la pena el esfuerzo por el viaje.

Nadie los para al ritmo del reggae jamaiquino. Y la fiesta se extiende hasta horas después de terminada la hazaña. EE.UU. se vuelve, los ghaneses disfrutan. Hasta dan ganas de bailar con ellos.

Corazón ghanés

Aristo Dotse trabaja en Soccernet, página web de Ghana. Por este partido, será nuestro compañero de pupitre en el estadio durante 90 minutos. Mejor dicho 120’. Se lo ve tranquilo en el saludo respetuoso pero tenso a medida que se acerca el partido. Es periodista pero no puede dejar de lado su corazón. Por eso, canta con emoción y bien fuerte el himno de su país.


Cuando empieza el juego, deja de lado todo atisbo de objetividad. Aplaude a Ayew, se vuelve loco cuando Pantsil tira mal un centro y grita con el alma el tempranero gol de Boateng.

Lo mejor vendrá después. No le quedan más uñas cuando Donovan pone el empate pero acepta que fue penal el de Mensah. Se pasea nervioso por los pasillos entre los colegas antes del tiempo extra. Y llega al delirio cuando Asamoah Gyan marca el segundo, aunque faltaría el sufrimiento de los últimos minutos.

En esos instantes finales se pasan la bandera con el relator de Radio Ghana, Rapsode Dramani quien dice, a los gritos, que lo está escuchando todo Accra. ¿Será cierto? Lo que sí es cien por ciento verdad es que sus gritos se escuchan en todo el palco de prensa. ¿Y Dotse? Abrazado con otro colega vaya a saber uno de qué país. No importa. Su rol de periodista objetivo ya estaba en el cajón de los recuerdos... Y está bien. Festeje Aristo, se lo merece.

El imperio africano

Un pequeño y pobre país del corazón de África puede más que el poderoso imperio estadounidense. Sólo en las películas y… en el fútbol. El deporte es lo único que puede igualar las desigualdades del mundo actual. Y lo hace con justicia: Ghana fue más y mejor equipo que Estados Unidos y el continente anfitrión tendrá representante en los cuartos de final. Allí lo espera Uruguay.
Esa estrella negra que está en el medio de todas las banderas ghanesas y que le da origen al apodo de este equipo, flamea en Rustenburgo. Y también en toda Sudáfrica. El continente parece unido para el triunfo ghanés. Será la primera vez de este país en cuartos de final de un Mundial y la tercera vez en la historia que un equipo africano estará en esa instancia.
Ghana salió hecha una furia a jugar el partido. Y le respondió a todos aquellos que decían que jugaba lindo pero que no pateaba al arco. El primer remate, excelente, fue a los 6 minutos de Boateng y fue directo a la red. Fue el 1-0 ante una sorprendida Estados Unidos.
A partir de ese gol, los africanos dominaron el mediocampo. Perdidos Bradley y Dempsey ante la velocidad y técnica ghanesa, el técnico Bob Bradley no esperó al segundo tiempo para realizar variantes ofensivas. A los 30’ hizo ingresar a Maurice Edu por Clark para adelantar al equipo.
La única peligrosa de Estados Unidos fue una entrada de Findley por derecha. Pero el portero Kingson ganó el mano a mano y también los aplausos de la tribuna.
Ghana hizo su negocio: Asamoah corrió como un rayo, Gyan fue un peligro latente para la última línea norteamericana y Ayew fue la pesadilla negra. Pocas veces pudieron pararlo cuando dominaba en carrera el balón.
Estados Unidos salió a jugar el segundo tiempo decido a empatar. Y transformó a Kingson, el portero ghanés, en una de las grandes figura del partido. Su atajada a Feilhaber estará entre las mejores del Mundial.

El empate americano

Una gran jugada de ese gran jugador que es Dempsey pudo cambiar la historia. Con túnel incluido, se fue decidido al área y provocó que Mensah nlo bajara. Claro penal que convirtó Donovan a su estilo, con maestría. Y también con suspenso: la pelota rebotó en el palo y entró. En ese momento, se notó como nunca la multitud de hinchas que Estados Unidos trajo a esta ciudad. El estadio apareció unido bajo las banderas de la barras y las estrellas, cuyos aficionados fueron amplia mayoría entre los 35 mil espectadores que llegaron anoche a ver en vivo los octavos.
Estados Unidos empezó a manejar el partido tras el empate. ¿La clave? Bradley se asentó en la mitad del campo y Altidore y Edu aparecían cada vez con más peligro. El propio gigante Altidore se lo perdió en un extraña jugada: le pegó cuando estaba cayendo y la pelota se fue apenas desviada. Hubiera sido un hermoso gol de chiripa.

Tiempo extra y golazo

En el tiempo extra, se repitió la misma historia que en los 90’ reglamentarios. Ghana aprovechó la primera ocasión que tuvo y otra vez se puso enseguida en ventaja: esta vez gracias a Gyan, quien marcó su tercer gol del torneo después de ganarle en carrera y dejar con la boca abierta a Carlos Bocanegra.
El sueño americano se derrumbaba a medida que el partido se convierte en un laberinto de emociones. Feilhaber se lo perdió tras un centro y pocos lo pueden creer.
Los jugadores ghansese parecieron en algún momento a los de El Salvador en aquel “famoso” partido contra Costa Rica. Se tiran todos acusando lesiones y así abusan del “fair play”. Al final, cansado de sus rivales, Donovan ya no tira más la pelota afuera y decide hacer caso omiso a los rivales tirados. Pero ya no hay más tiempo…
Es el final. Ghana es un sentimiento hecho baile. Mick Jagger y Bill Clinton, en los palcos, no lo pueden creer. Y se van lamentando la derrota. Si, el débil fue por una vez, más que el poderoso Estados Unidos. Y el único imperio en este estadio, es el africano.

Video: hinchas de EE.UU. saludan a su amiga salvadoreña

La gente latina acompañó al equipo estadounidense. Mirá el video.

Lo mejor y lo peor de la primera fase

Completados los 48 partidos de la ronda inicial del Mundial, un repaso por lo bueno y lo malo que se vio en Sudáfrica.

LO MEJOR

El poder americano
De 8 selecciones de nuestro continente, clasificaron 7. Sólo se quedó afuera Honduras. Además, de los sudamericanos, 4 de 5 terminaron líderes de su grupo: Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Chile finalizó segundo.

Argentina y Holanda
Fueron los únicos equipos que ganaron sus tres partidos. Argentina lo hizo con más holgura y Holanda, nada menos que sin su estrella Arjen Robben. Esto no asegura nada de cara a los octavos pero sí da cierta confianza.

El 7-0 de Portugual
La mayor goleada en lo que va del torneo fue la que le propinaron los portugueses a una desconocida Corea del Norte. Festival luso y eso que Cristiano Ronaldo sólo hizo un gol.

Las sorpresas
Los asiáticos metieron a dos equipos en octavos con Japón y Corea del Sur. Eslovaquia, en su debut mundialista, dejó afuera al campeón del mundo, Italia. Nueva Zelanda, invicto aunque eliminado.

Las vuvuzelas
El alma del Mundial, por excelencia. Los sudafricanos impusieron la moda con su entusiasmo inagotable y los siguieron todas las hinchadas del mundo. Y pensar que algunos las quisieron prohibir. ¡Insólito!

Los sudafricanos
Conquistaron con su alegría y simpatía el corazón de todos los visitantes. Nunca hubo un local eliminado en primera ronda. Y nunca hubo un local cuya eliminación entristeciera tanto a los enviados especiales de todo el mundo.


TITULO: LO PEOR

Francia
Escandaloso adentro y afuera de la cancha. Un equipo de estrellas donde el ego pesó mucho más que el fútbol. Eliminado jugando mal y con el papelón Anelka vs. Domenech como triste telón de fondo.

Italia
El campeón del mundo terminó último en uno de los grupos que se pronosticaban como más sencillo, con Paraguay, Eslovaquia y Nueva Zelanda. Fracaso histórico.

Rafik Saifi
El jugador argelino le pegó un cachetazo a una periodista de su país Asma Halimi en la zona mixta porque no estaba de acuerdo con sus críticas.

Dunga
Tosco, serio y malhumorado, el DT nada tiene que ver con el Jogo Bonito de Brasil. Le prohibió a sus jugadores hablar con la prensa e insultó a un periodista durante una conferencia de prensa ¿Aquí no hay sanción de la FIFA como si la hubo con Maradona?

Coulibaly y Lannoy
Los árbitros que cometieron los errores más importantes del mundial. El primero, de Mali, le anuló un gol legítimo a EE.UU. y le negó el triunfo ante Eslovenia. El segundo, francés, no vio la mano de Luis Fabiano en el gol ante Costa de Marfil y expulsó a Kaká por un supuesto codazo que nunca pegó.

Los africanos
Los equipos del continente fueron, en general, un rotundo fracaso. No aprovecharon la localía. De 6 quedaron eliminados 5, entre ellos Sudáfrica y los candidatos Costa de Marfil y Camerún. Sólo se salvó Ghana.