Chile le hizo un gol a la historia. Aunque fue de chiripa, vale igual para cortar la racha de 48 años sin triunfos en los Mundiales. Para la H queda el sabor agridulce de una presentación en falso, aunque algunos ya toman estar en el Mundial como un premio, según aseguraron ayer la mayoría de sus hinchas en el estadio.
Sin Chupete ni David, los dos Suazos goleadores fueron los dos grandes ausentes, uno por cada equipo. Quizá por eso, el partido carecerá de emociones frente a los arcos y el gol será sólo de rebote.
Sin embargo, hay un grito de gol ni bien empezado el juego Es el primer tiro libre de Matías Fernández. Toca la red, sí. Pero por el lado de afuera. Por eso, la ilusión óptica de la gente en las tribunas la ve adentro y festeja aunque en realidad se trate de una falsa alarma.
El miedo escénico, esa frase que popularizó como jugador el hoy director deportivo del Madrid, Jorge Valdano, apareció en escena en los minutos iniciales de Honduras. Demasiado nervioso, con imprecisiones graves en los pases y sin hilo conductor de juego. Los catrachos parecen sentir tanto tiempo sin mundiales. Su última participación había sido la misma que la de El Salvador: España 1982.
Pero con el correr de los minutos todo cambia y de a poco la “H” va entrando en ritmo y despejando los fantasmas del temor. Pavón tuvo una pero remató desviado. Espinoza se escapó por el medio y la pelota rebotó en Gary Medel. Por eso, se levantan los hondureños en las tribunas y empiezan a demostrar la alegría centroamericana. Wilson Palacios empieza a mostrar su extraordinaria jerarquía para hacerse amo y señor de la media cancha. Sin embargo, el partido sigue siendo propiedad chilena…
Vuvuzelas y gol
Parece mentira: en el momento que las vuvuzelas suenan con mayor intensidad, llega el gol chileno que romperá aquella racha histórica. Pareció que el ruido de las cornetas africanas anunciaba el golpe. Y el fin de una era.
No fue gran gol pero vale uno igual. La clave fue el pase en profundidad de Matías Fernández al lateral Isla. Allí se desarmó la defensa catracha. El centro iba para Beausejour pero la pelota le pasó por delante y no la pudo conectar. Igual, sería el autor del gol ¿Cómo? Mendoza se tiró detrás de él para rechazar, la pelota tomó un raro efecto y le rebotó al volante chileno de apellido francés. 1-0 y otro gol de rebote en este Mundial.
El estadio se convierte entonces en una verdadera marea roja. La mayoría de las 32 mil personas que están en el Mbombela de Nelspruit se levantan y gritan por Chile. Y sus jugadores, se agrandan con el aliento. Cuando se juntan Alexis Sánchez y Valdivia en el ataque son cosa seria.
Honduras apenas llega con un tiro libre de Núñez que sacó Bravo. Fue su mayor aproximación de l partido. Demasiado poco para intentar algo más que una participación sin pena ni gloria en el Mundial.
Parece más decidida la “H” en el inicio del segundo tiempo. Pero la solidez del equipo diagramado “made in Bielsa” no le permitirá tener ninguna opción a gol. Cuánto se extraña a Costly y a Suazo.
Alexis Sánchez juega y se divierte. Aunque a veces abusa de la bicicleta al estilo Robinho, su juego es un canto a la frescura de fútbol. Y está cerca de concretar en dos ocasiones. Todo sigue siendo chileno en el juego. Noel Valladares se viste de héroe y tapa un remate increíble, un cabezazo a Ponce, el defensor que se debe haber preguntado toda la noche como hizo para pararle ese testazo a gol. Una atajada que deberá ser nominada a ser la mejor del torneo.
El juego sigue su curso y Welcome y Walter Martínez ingresan para darle más peso a la ofensiva de Honduras pero no le alcanza. Entran poco y nada en juego. Chile domina pero no da la puntada final. Welcome tiene la última y va por arriba del travesaño. Y así, la maldición de un triunfo mundialista se entierra para siempre en Chile. El destino quiso que también fuera un 16 de junio, el mismo día que su última victoria ante Yugoslavia en el Mundial de 1962.
Nace otra era…
17 jun 2010
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