Cuestión de historia. Escribir una página de gloria en el deporte de ambos países se juega en el inédito partido de cuartos de final, esta noche (en el mediodía de El Salvador) en el Soccer City: por un lado, la Uruguay doble campeona del mundo pero que hace 40 años que no llega a una semifinal. Del otro, el equipo más simpático del campeonato, Ghana, que buscará ser el primer país africano en meterse entre los cuatro mejores del mundo en un Mundial. El que gane, será leyenda.
Ambos llegan con la moral por las nubes. Si los uruguayos están contentos, los ghaneses están felices. La Celeste ganó “el grupo de la muerte” y despachó, no sin dificultades, a los coreanos en octavos de final. Las Estrellas Negras dieron la gran nota, primero dejando fuera a Serbia y Australia en la primera ronda y luego a Estados Unidos, en octavos.
Uruguay ya está instalado en esta ciudad, la más grande de Sudáfrica. Hace dos días transformó la tranquilidad de Kimberley por el ruido y el tráfico de Johannesburgo y ayer conoció por primera vez el Soccer City. Sus jugadores pisaron el césped donde hoy van por la hazaña. Tienen un equipo equilibrado y un par de delanteros de lujo internacional: Suárez y Forlán. Habrá una baja sensible: Diego Godín, con problemas físicos. El resto está perfecto y confiado: la garra charrúa es capaz de todo.
Sudáfrica embanderada
Si había alguna duda sobre el sentimiento de los sudafricanos una vez eliminados los queribles Bafana Bafana, se diluyó con el enorme apoyo que tendrá Ghana en el Soccer City esta noche. El equipo que juega como vive, “cantando, bailando, riendo”, según sus propios jugadores, ha despertado la mayor de la simpatías entre el público local. Y, además, ha motivado una campaña pública para apoyar al único equipo africano en la competencia.
Johannesburgo amaneció ayer embanderada. Pero no de pabellones sudafricanos. No. Eran todas banderas ghanesas. Ni en Accra, su capital, se debe haber visto tanto colorido verde y amarillo. También estuvieron ayer en el Soccer City y hubo público para alentarlos. Las vuvuzelas esta noche sonarán tan fuertes como cuando jugaban los Bafana. A preparar los oídos.
En el aspecto futbolístico, suplieron con entereza la baja previa de su gran estrella, Michael Essien. Los ghaneses han demostrado tener mucha técnica y potencia física pero les falta llegada al área. Si lo hacen, son un equipo temible. Hoy no jugarán Mensah ni Ayew, piezas importantes.
Una cita con la historia, un encuentro con la gloria. El honor de escribir un capítulo trascendental del fútbol uruguayo o ghanés está en juego. ¿Se puede pedir algo más?
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