Por esta vez, la Naranja mecánica, pasa a ser de color Roja. El apodo que se inventó para aquella Holanda del toque y el buen juego de 1974 por un día podría ser utilizado por España. Porque le costó un partido adaptarse al ritmo del Mundial y al frío de Johannesburgo, pero una vez que lo hizo, cuidado. La Roja candidata, la del fútbol a ras de piso, la de la posesión del balón, la del Xavi conductor y el Villa goleador, ya se anotó en esta Copa del mundo. Y jugando muy bien. El candidato ha vuelto
Honduras fue una sombra del equipo que jugó las eliminatorias. Pero claro, no era fácil el compromiso para los catrachos. Un masconcito: enfrente tenía a la Selección que todas las casas de apuestas dan como favorita. Y que, encima, venía herida del primer juego.
David Villa avisó a los 6 minutos que su partido sería un partidazo. Sacudió el travesaño desde 25 metros cuando al portero Noel Valladares sólo le quedaba rezar. España fue furia y fútbol desde el inicio. Había que ganar o ganar. Por eso salió tan decidido, casi enojado. Y las situaciones llegaron, una tras otra. Un cabezazo de Sergio Ramos y una entrada en diagonal de Villa casi inauguran el marcador. Tanto se entusiasmaron que hasta probaron desde mitad de cancha.
Del lado de la H, apenas su jugador de siempre: Wilson Palacios, el volante del Tottenham, fue su eje en cada avance. Pero careció de compañía. Arriba estaba David Suazo, en su debut mundialista, pero no alcanzó a entrar mucho en juego.
El Villa...no de Honduras
Las llegadas españolas fueron la antesala de la jugada del día: David Villa hizo una gol para que aplaudan todos los hinchas de su nuevo club, el Barcelona y los de su antiguo equipo, Valencia…. Y también los del Madrid. Los de toda España. Justamente es palabra retumbó tras el derechazo en los cuatro costados del Ellis Park: “¡España, España!” Las vuvuzelas, obviamente, acompañaron el grito. El primer gol español tardó más de lo imaginado en este Mundial… Pero por algo dicen que lo bueno se hace esperar. Villa hizo un gol de esos para recordar, después de desparramar a tres defensores y definir cruzado.
Acusó el golpe Honduras, sintió el impacto de ese gol y España le empezó a manejar la pelota a voluntad, justo lo que mejor hace.vVilla se convirtó en un demonio por la izquierda pero su acompañante en el ataque, Fernando Torres, no estuvo afiliado. Si hubiera sido así, estaríamos hablando de una goleada de 5 o 6 goles. Pero definitivamente, ayer no fue la noche del Niño.
Se arriesgó Rueda con el ingreso de Welcome para el segundo tiempo. Buscó la doble punta para acompañar al solitario David Suazo. Sin embargo, pocas veces pudo arrimar peligro hasta Casillas.
Y para colmo, a Honduras enseguida se vino el segundo: Villa definió una excelente jugada colectiva que armó Xavi por el centro, continúo Navas por derecha y definió el Guaje con ayuda de un rebote.
No paró ahí la roja mecánica: enseguidita Sergio Ramos se perdió el tercero . Y España se convirtió en una sinfonía de toques, pases y hasta taquitos. A esta fiesta se sumaron todos Navas, Xabi Alonso, Sergio Ramos, Busquets. Pero el dueño del mediocampo siempre fue Xavi. Y de sus pies nacieron las mejores jugadas.
Villa tuvo la posibilidad de alcanzar el tercero pero tiró afuera un penal. Después se lo perdería sólo ante Valladares. Le faltaba un gol para alcanzar a Higuaín en el liderato de los goleadores… Deberá tener paciencia.
¿Honduras? Poco y nada. No es excusa en un Mundial pero la realidad del fútbol catracho está muy lejos de estas estrellas que brillan en Barcelona, Madrid y los principales equipos de Europa. En el equipo titular de Honduras había tres jugadores del Motagua y dos del Olimpia. No es la intención menospreciar, pero las diferencias en el campo fueron evidentes. A dejarlo claro: la “H” luchó con dignidad pero estuvo lejos de intentar empatar el partido.
Así como sucedió con Brasil o como Portugal, a España le costó un juego meterse en el ritmo mundialista. Fue la derrota con Suiza. Pero ya se anota otra vez como candidato. Si juega como anoche, con cabe ninguna duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario