“Se siente, se siente, España está presente…”. El rojo domina el Ellis Park y no porque haya gente del Frente. Es porque está lleno de españoles. Y no paran de cantar ese grito tribunero. El color de la camiseta invade el estadio de Johannesburgo y casi no quedan rastros del frío de las noches anteriores. Gracias a Dios. Así se puede disfrutar mejor de la fiesta.
España es una furia también en las tribunas y los hondureños, minoría. Pero de esas minorías que se hacen sentir. ¿Quién dijo que la H era muda? Estos hinchas sí que se escuchan aunque después de un tiempo se queden afónicos de tanto gritar. Valió la pena.
Veintiocho años después de haberse enfrentado en un Mundial, España 82, vuelven a compartir tribunas catrachos y españoles. Y la buena vibra se siente. Antes, durante y después del partido, aficionados de uno y otro equipo parecen competir a ver quien se saca más fotos con la bandera del rival. Entre ambos, más algunos sudafricanos, completaron las 55 mil butacas del Ellis Park.
Xavi, Villa y Fernando Torres, en ese orden, son los favoritos de la banda roja y amarilla. Entró Cesc, también ovacionado, y se perdió el gol enseguida. ¿Es Fabregas? Su incipiente barba confunde a varios espectadores. Y después de ver su rostro en la pantalla gigante, lo confirman. Otros piden a Iniesta. Era el que faltaba para completar la fiesta.
De los catrachos, sobresalen los aplausos para Wilson Palacios y el reaparecido Suazo. Y de los dos bandos, hay banderas de equipos también: se ve una de Motagua y, del otro lado, varias del Málaga. Termina el partido y los dueños se van abrazados a comprarse una cerveza. La victoria española ya está consumada pero la noche recién empieza… ¡Y no hace frío!
22 jun 2010
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