Si alguien pensaba que el Mundial iba a perder entusiasmo en Sudáfrica por la eliminación de los queridos Bafana Bafana en su tierra, estaba equivocado. Acá las vuvuzelas suenan tanto como hace unos días cuando la locura mundialista tenía las ilusiones del local.
En la fiesta máxima del fútbol, que el local se quede afuera, puede significar una pérdida de entusiasmo preocupante. La FIFA encendió sus alarmas. Pero no es el caso de este Mundial. El país amaneció con tristeza por la eliminación pero con la sonrisa intacta. Nunca antes había pasado en la historia que el equipo anfitrión se despida en la primera ronda. Pero ellos, los hinchas bafana, tienen claro que la fiesta recién terminará el 11 de julio.
Por eso ayer, en los cuatro partidos que hubo, los sudafricanos llegaron como siempre: abrigados, con ganas de bailar y divertirse. Y por supuesto, con sus vuvuzelas al hombro.
Los Bafana se fueron, el Mundial de las vuvuzelas continúa…
24 jun 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario