La familia Honduras


Es cierto, no fueron mayoría ante los chilenos, pero sí que se hicieron sentir. Honduras volvía a un Mundial después de 28 años y fueron muchos los que quisieron estar presentes en las tribunas.


Como los hermanos Andrade, llegados desde Estados Unidos pero de raza cien por ciento catracha. Así lo demuestran con su sola presencia. Sus cuerpos son dos banderas pintadas en la piel…

Justo estaba naciendo Víctor Manuel cuando Honduras tenía un buen desempeño en el mundial de España 82. Y cuenta: “Al día siguiente de haber conseguido la clasificación en el estadio Cuscatlán, reservé los boletos. Y nos vinimos con mi hermano”, dice el mayor de los Andrade.

Y José Eduardo, de 21 años, asiente y confirma: Nuestro sueño era estar en un mundila y hoy lo cumplimos. Estamos felices de conocer todo esto”. Hoy el destino los llevó a Nueva York, la ciudad donde residen. Pero el alma y el corazón siguen siendo catrachos. Por siempre. Y ambos se lo agradecen a mamá Rosa Elena Sampson.

No se van decepcionados. Festejan igual. Saben que Honduras todavía tendrá revancha. Pero obviamente no será fácil, esperan España y Suiza, nada menos. Pero ellos dicen que ya ganaron estando en el Mundial. Habrá que creerles a esas caras azules y blancas rebosantes de felicidad.
17 jun 2010

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