Un grito tswana

Por cuestiones de trabajo es imposible ver todos los partidos del Mundial. Solamente hay que enfocarse en uno por día, el que se irá a ver al estadio. Así, uno se va enterando de los demás resultados mientras realiza coberturas, se dirige a los campos de juego o se rebusca en las conferencias de prensas. O quizás, como pasó ayer, mientras viaja en taxi a recorrer Soweto, el barrio emblemático y, según dicen, el más peligroso de Johannesburgo. Vale la pena.


La radio de Clement, el conductor más amigo que taxista, está sintonizada en una emisora de idioma tswana, uno de los once lenguajes oficiales que existen en Sudáfrica. Por el ritmo de la narración, es un partido de fútbol, no hay dudas. En ese momento, están jugando Portugal y Corea del Norte. Uno apenas escuchará Simao y reconocerá cuando se menciona a Cristiano Ronaldo. De eso no hay dudas.

Los interrogantes llegan el narrador se empecina en relatar la palabra Ekorile. Varias veces resuena por los parlantes el grito Ekorile. Y se hace inconfundible. O es un jugador que no conocemos de Corea del Norte, o es el nombre de alguna empresa que auspicia la transmisión del partido, ¿quizá la estación de radio? Clement, quien jura que conoce el tswana, no ayuda.

Al llegar al estadio Ellis Park y comenzar la cobertura de España-Honduras, nos enteramos del resultado Portugal-Corea. Y, con ayuda de una voluntaria, también aprendemos el significado de Ekorile: es la manera tswana de gritar un gol.
22 jun 2010

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