La fiesta de todos

Todos los colores, todos. Todos los sonidos, todos. Toda la alegría, toda. La fiesta de clausura del Mundial fue como toda Sudáfrica durante este mes: una fiesta.

Aparecieron los efectos especiales y la tecnología para hacer un arte visual con el continente negro. En el colirio centro del campo se ven las mejores imágenes del mundial. La gente se emociona con imágenes símbolos de este campeonato: el grito de gol de Thabalala, el primero del Mundial en este mismo estadio; el llanto de llanto del ghanés Gyan, los festejos de Maradona, los goles de Klose, Villa y Sneijder. Un resumen de lo más relevante del torneo en el centro mismo del campo de juego.

Cientos de chicos bailarines invaden la escena. Fueron elegidos y seleccionados para estar ahí y ser protagonistas de la fiesta de Clausura, pero en realidad podrían haber sido cualquiera de los que diariamente le dan alegría a Johannesburgo. El baile es parte de esta cultura sudafricana y contagian con su emoción. Shakira aparece en el centro del escenario y el estadio parece venirse abajo. También hubiera sido bueno que el Waka Waka lo cantara algún intérprete local.

Lo cierto es que en Sudáfrica la colombiana gusta y mucho. Allí están todos bailando, en el campo y en las tribunas, esta vez de amplia mayoría naranja. Los muchachos y muchachas no descansan y forman el continente africano. Después, será el tiempo del ingreso de hombres disfrazados de animales, otro de los íconos africanos.

Los efectos de las luces y alguna pirotecnia continúan y terminan de darle el marco perfecto a una fiesta que quedará en el corazón de no sólo de Johannesburgo y de Sudáfrica sino de toda África.

El último mensaje es una sola palabra de los sudafricanos hacia el público de todos los países. Está escrito en todos los idiomas y sobresale el zulú. En realidad, ese “Gracias”, “Thank you” o “Mercy” debería ser a la inversa: del mundo hacia Sudáfrica.

12 jul 2010

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